CAPÍTULO 45

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Dedicado a user05394207

Con mi corazón latiendo a mil y mis manos sudadas, muevo mi cara en dirección al hombre. Estamos a nada de llegar a la estación donde yo pensaba hacer el escándalo, que está a unas dos de mi casa.

–Lamento el haberte confundido – es lo que salió de su boca.

–No se preocupe, dicen que tenemos siete caras parecidas en el mundo – el hombre rió.

–Adiós y sólo una cosa más, no salgas sola por ciertos lugares – me vio – y de nuevo una disculpa – guardó el arma, se levantó y se fue.

Lo vi por la ventana alejarse y ahí mis nervios atrapados pudieron salir. Me levanté y llegué donde mi vecina y su amigo. La gente me estaba mirando preocupada.

–¿Qué te pasa? – preguntó ella.

Sentía un nudo en la garganta que no me dejaba hablar y lo único que pude hacer fue señalar al hombre que iba en dirección a un auto. Y me di cuenta del por qué me miraban todos. Estaba llorando, mis lágrimas salían y salían.

–¿Qué te hizo? – preguntó su amigo.

–Trató de llevarme – con dificultad le contesté.

La gente se alarmó, iban tratando de tranquilizarme. Decidí ir donde Lety, mi vecina me acompañó y le explicó lo que había pasado. Lety llamó a mis papás y les explicó, decidieron que me quedara con ella hasta que ellos pasaran por mí.

Me dio té, pero yo seguía llorando. Sentía un miedo horrible. Ella me abrazaba y me decía cualquier cosa para tranquilizarme. Mis papás llegaron por mí más temprano de lo que pensaba, según entendí pidieron permiso en sus trabajos.

Llegamos a casa, me di un baño y mi mamá me inyectó un calmante. No podía dormir sola, ellos me recibieron en su cama. Me sentía como una niña de nuevo, una que ha tenido pesadillas y necesita de sus papás para que la protejan de los monstruos bajo su cama.

Al día siguiente me negué en ir al instituto, las palabras de ese hombre retumbaban en mi cabeza. Vocecillas en mi mente me jugaban sucio, diciendo que tal vez me habían seguido y me estaban esperando afuera de mi casa.

Mami llamó al director y le explicó lo sucedido, al parecer él comprendió y dijo que me tomara mi tiempo. Los chicos me llamaban, Lety venía a hacerme compañía cuando mis papás se iban a trabajar.

Mi papá por otro lado se puso como loco, pensaba que ese hombre me había hecho algo más y que yo no quería decirlo. Lo entendía, soy su niña después de todo. Puso una denuncia, y no dejaba que nadie más que mi familia se acercara a mí.

Llevo cuatro días metida en mi casa, me siguen inyectando calmantes que me recetó el médico que me ha visto toda mi vida. Estoy un poco más tranquila, pero aun siento miedo. Lety está cocinando algo para almorzar. La puerta suena y mis nervios se activan.

–¡Ya voy! – grita ella desde la cocina. Observo que pasa y abre la puerta. – Cariño tienes visitas.

–¿Quién es? – pregunto temerosa.

–Tus amigos del colegio – responde con esa sonrisa dulce.

–Que pasen – le digo sintiéndome aliviada.

–Están en su casa – se dirige a ellos una vez entran a la sala – estaré en la cocina.

–Gracias – responden.

–Hola – se acerca Sam – ¿Cómo te sientes?

–Estoy mejor que el primer día – y es cierto – siempre con los nervios al tope, pero mejor.

Borrando tu huella© [TERMINADA] #Wattys2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora