12 - "¡Fuego!"

73 27 8
                                    

**-Narra Nicholas-**

<<Soy un cobarde, soy un cobarde>>

No me saco esas palabras de la cabeza...
El mundo me da vueltas...
Tengo náuseas...
Estoy temblando...
No...
El mundo está quieto a mi alrededor...
¿Que diablos me hizo ese rubio?
¿Por qué me afectó tanto agarrar ese revólver?
Me recuerda a mi padre...
Revólver...
Siento que mi padre está aquí decepcionado de mi cobardía...
¿Mi padre?
¿Revólver es mi padre?
Ya nada tiene sentido...
Me estoy volviendo loco...
Necesito a mi padre...
Necesito su apoyo...
Necesito la calidez de sus palabras y consejos, vamos a zarpar mañana y no se si el estaría orgulloso si tomamos su mismo camino ilegal, el mismo camino lleno de riesgos que el tomó.

-Nicholas, ¡Nicholas!, recapacita Nicholas - sentí una voz que me pareció cálida, pero muy lejana.

Alcé la mirada con la esperanza de ver a mi padre, allí estaba; pero con pelo largo y sin barba; Marina Ocaso, mi hermana, ¿mi hermana?

- NI-CHO-LAS - deletreó gritando.

- ¿Marina eres tú?

- No, soy la voz de tu conciencia y te ordeno a que te levantes.

- Pero no eres un grillo.

- Y tu eres un bacalao.

- Jajaja - me reí.

Me levanté y recogí las cosas, ya Erick se marchó, eso me tranquiliza.
- Nicholas vámonos a casa, tienes que descansar, mañana será un gran día - me dijo Mar con una sonrisa en la cara.

- Está bien - respondí y marchamos a nuestro hogar.

-¿Vas a dormir? - preguntó Marina.

- Si, creo que si, quiero descansar para mañana - dije.

-Está bien, iré a buscar a los chicos, no le abras la puerta a nadie - me dijo.

- Ay ya Mar ni que fuera un niño pequeño - dije lanzándole una almohada y ella me la devolvió - ya vete y déjame dormir.

- Que no te coman los tiburones - dijo y salió del cuarto.

Tiburones, si claro.

Cerré los ojos y me quedé dormido.

- ¡Nicholas! ¡Nicholas! - Sentí una voz familiar que me llamaba.
Abrí mis ojos y vi una figura borrosa,esbelta, ancha, ¿es un hombre?

Me froté los ojos para aclarar mi visión.
- ¡Nicholas despierta! ¡Fuego! - gritó.

¿Fuego?

- Espera un momento, ¿quién eres y cómo sabes mi nombre? - pregunté, y por alguna razón estoy mirando al suelo, algo no me deja verle la cara a la persona.

- ¡Nicholas ten cuidado! ¡Ten mucho cuidado! Algo horrible pasará, hay fueg... - una llamarada de fuego entro y quemó a la figura, sin dejarla terminar la frase.

Y BOOOOOM

-Ahhhhh - Desperté de golpe asustado.

-Ahhhhh - me imitó Bonifacio desde dentro de su jaula de madera.

Cosas Del Mar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora