**-Narra Erick-**
- ¡Demonios! - exclamé al lanzar el tercer cuchillo al dibujo que hice para desquitarme de cierta persona que estaba clavada en la pared frente a mi escritorio.
- Señor - entró Clarence - ¿hay algo en lo que pueda servirle? Estoy preocupado por usted.
- ¿No hay noticias de Sylvie?
- ¿La señorita que vino a buscarlo hace unos días? Pues no.
- ¡Demonios! ¡Puede estar en cualquier lugar!
- Señor, disculpe mi atrevimiento, pero ¿quién es Hades?
- Alguien que murió hace mucho tiempo, pero ella no lo sabe, piensa que sigue vivo. Tal vez este apodo te haga reconocerlo; "Barbado" - le respondí mientras tomaba otro cuchillo.
- ¡Barbado! Fue un temido pirata de Ayralia. Pero, ¿qué tiene que ver con usted? - preguntó curioso mientras observaba el brillo del objeto que llevaba en mi mano.
- Eso ya es algo personal, estás haciendo demasiadas preguntas Clarence, la curiosidad mató al gato ¿no? - le apunté con un cuchillo.
- Lo siento señor, si me permite, me retiraré. - dijo regresando a la puerta.
- ¡Espera! Necesito que prepares una tripulación lo suficientemente capaz como para atravesar el Triángulo de las Bermudas - lo detuve.
- Esta bien señor.
Lancé otro cuchillo que dió en la cabeza de la foto, Clarence volteó la mirada y observó la imagen.
- Señor, ¿es esa señorita...?- Esa señorita es Marina Ocaso.
**-Narra Marina-**
- ¡Tierra a la vista! - sentí gritar al hombre que ahora se encargaba del mirador. Se siente un vacío al oír los gritos de otro hombre y no los insoportables chillidos de Steven, extraño la manera entusiasta en que avisaba que algo estaba cerca.
¿Quién habría dicho que un día fue un ladronzuelo que intentó robarme el pan?
Pero estoy segura de que nadie lo extraña más que Sussan, esa mocosa se pasaba el día pegada a él desde que Dios sabrá cómo se hicieron pareja. Ellos empezaron jugándose bromas pesadas y terminaron como conejos.
- ¿Qué es eso? - pregunté a Niall que se encontraba a mi lado "vigilándome para que no hundiera el barco" al divisar una isla lejana mientras manejaba el timón.
- Una isla, ¿estás ciega? - dijo mirando sus uñas como si fueran lo más increíble del mundo.
- No, es obvio que es una isla, pero ¿la conoces?
- Se llama Juana - dijo sarcástico - ¿Cómo la voy a conocer? No soy geógrafo.
- Ay que pesado eres. - lo miré con desprecio.
- Y que importa, es pura vegetación - dijo sin apartar la vista de su mano - no vale la pena parar allí para interrumpir el camino.
- Me da curiosidad. - admití.
- ¿Es en serio? Verás muchos árboles, algo que es muy interesante, seguro hasta descubres una nueva especie de musgo - dijo con sarcasmo nuevamente.

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Cosas Del Mar ©
Aventura~•~Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad, mi ley la fuerza del viento, mi única Patria; la Mar~•~ ... ~Si por amor te llevé al paraíso, por orgullo te arrastro hasta el infierno~ Tras la trágica muerte de su padre, Marina Ocaso here...