17 - "Patente"

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**-Narra Marina-**

- Oh si.

- Oh no.

- ¡Qué emoción Dios mío!

- ¡Qué decepción Dios mío!

- Ay bacalao no seas tan pesimista.

- Y tú no seas tan optimista Mar.

Le dije a Nicholas acerca de que mi padre tenía una falsa patente de corso y que probablemente ese era uno de los documentos que venía en el sobre que me dieron cuando mataron a mi padre, y que podríamos usar también esa falsa patente para que el Estado de Ayralia nos proteja, pero al bacalao no le agradó la idea.

- No debemos hacer esos trámites ilegales ¿y si nos descubren? - insistió.

- ¿Qué haces tú hablando de trámites ilegales? ¡Si eres un pirata! Se acabó la ética en nosotros a partir de ahora, no más legalidad, acostúmbrate a ser un delincuente - le dije tomando una jarra de cerveza sentada en un barril con las piernas cruzadas.

- Ya estás ebria Mar, tienes que parar de tomar.

- Vamos chiquillo, déjame celebrar, toma un traguito que una vez al año no hace daño - le acerqué la jarra a la cara y la apartó.

- Mantendré mi sobriedad.

- Aburrido.

Nicholas salió decepcionado y me quedé reflexionando...

Si utilizo la patente de mi padre podré comenzar a asaltar barcos y pequeñas islas sin ningún problema...

Pero ¿en serio tendré el coraje de matar gente inocente? ...

No me sentiría tan culpable si solo acabó con la vida de otros piratas o matones, pero solo con pensar que mataré niños y jóvenes con un futuro por delante me atormente la cabeza.

- Ahhh - tomé un gran trago y bajé con fuerza la jarra golpeándola en la mesa - soy un pirata, un pirataaaa.

- ¡Pi pirataaa pi pi pirataaaa! - repitió el ave inmortal posándose en mi hombro.

- Ay ahora estás mas feo que antes bicho raro, andas todo pegajoso y desplumado - lo empujé y se calló al suelo.

- Mar mala Mar mala - repitió revolcándose en el suelo intentando levantarse.

Este pajarraco me ama, yo lo sé, me ama demasiado, sino no hubiera vuelto y caído en mi rostro en frente de un tipo que probablemente me mataría, él me ama, aunque me da asco y me saca de quicio.

- Oye Bonifacio, ¿tú que opinas acerca de matar a niños inocentes? - le pregunte buscando consuelo.

- Pi pi piiiiiii.

- Dame una señal al menos.

- Piiii paaaaaaaaan.

- Ay muérete - lo pateé y rodó hasta chocar con la pared.

Soy un pirata...
Soy muy mala...
La gente me odia...
Patata...

Mordí un pan mientras pensaba y dejé la jarra ya vacía en la mesa.

- Y dime pajarraco ¿Matarías a alguien por pan?

- Paaaaaaan - el ave revoloteó hacia mi y comenzó a darme picotazos.

- Ah auch, supongo que es un si - lo empujé y se calló.

Entonces me compadecí y le di un pedazo de pan a mi loro.
Ya es muy tarde, mejor me voy a dormir.

-A la mañana siguiente-

- Uh Uh Ah Ah.

- ¿Eh?

Cosas Del Mar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora