**-Narra ¿?-**- Señorita, ¿segura que debemos ir?- preguntó mi mayordomo persiguiéndome por los pasillos.
- Claro - apresuré el paso arrastrando mis maletas.
- ¿No corres riesgos?
- No importa, se que está aquí.
- Pero si el señor Smith se entera que estás cerca huirá otra vez - se puso delante de mi.
- Y a mi que me importa - lo rodeé y seguí caminando.
- Usted perderá la mitad de sus tierras - siguiéndome.
- Y a mi que.
- Pero señorita Smith, comprenda que mejor volvamos a Europa.
- Harry, entiende que esa maldita joya vale millones, no, TRILLONES de doblones de oro, ¿comprendes mi situación? Él está cegado por el dinero, siempre me repetía: << El triangulito ese no es más que una tonta leyenda para asustar a los niños>> - dije con voz sarcástica - ese bruto no comprende el peligro que corre, tengo que frenarlo.
- Pero usted comprenda que mañana firmará el contrato con el señor McKarl, si no lo hace perderá la mitad de su territorio, necesitamos el apoyo del pueblo, si perdemos las tierras de los campesinos ellos se revelarán.
- Él vale más que un par de tierras para campesinos - di conclusión a la conversación y salí a zarpar en busca de Hades Smith.
**-Narra Marina-**
- Shh, ya ya, todo estará bien - le dije en un intento de consolar a Sussan.
- P-Pero ¿por qué la vida se lleva todo lo que quiero? A Pitipiti ,y ahora a Steven ¡buaaaaa! - siguió lamentándose la pobre chica, lo que más lástima me da es que no haya superado el trauma de la rata.
- Ahora Steven está con tu rata en el cielo - dije mientras lágrimas salían de sus ojos.
- ¿Crees que Steven la aceptará? ¡No! Ese idiota se va a comer a mi rata ¡Se la va a zampar Marina, se la va a zampar con colita y todo! La va a servir con patatas y especias y le va a sacar los ojos, no, ¡también se comerá los ojos!, y el descarado ni siquiera me dará a probar ¡buaaa! - Siguió llorando en mi pecho.
Qué demonios tiene en la cabeza esta muchacha, ¿un frijol?
Reí en mi interior ante mi loca idea, aunque me siento mal por Steven.
- ¡Marina ven acá! - sentí la voz de Niall y salí dejando a Sussan acurrucada en mi cama. En una esquina del camarote Ketchi estaba jugando con Fu intentado hacer sonreír a la chica.
- ¿Qué sucede? - pregunté al verlo algo preocupado manejando el timón - ¿otra tormenta?
- No, esta vez es algo mucho peor.
- ¿Qué podría ser peor?
- Hay un barco pirata a lo lejos, mira - señaló hacia delante y pude divisar entre la niebla una figura.
- ¿Seguro que es un barco? ¿No es otra roca?
- Estoy seguro, es un galeón.
- ¿Qué estará haciendo aquí?
- Tal vez tienen el mismo objetivo que nosotros, El Alba.
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Cosas Del Mar ©
Aventura~•~Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad, mi ley la fuerza del viento, mi única Patria; la Mar~•~ ... ~Si por amor te llevé al paraíso, por orgullo te arrastro hasta el infierno~ Tras la trágica muerte de su padre, Marina Ocaso here...