30- "Huída"

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**-Narra Marina-**

- ¡Buaa! - bostecé estirándome. Uff he dormido un montón, ya es de noche. Me duele todo.

Busqué a Erick con la mirada, pero no estaba en la habitación.
Me senté en la cama adormecida, está realmente cómoda.

Fui a ducharme y me puse un camisón bastante lindo color blanco.

-¡Demonios! - recordé que hoy zarparíamos, pero ya es muy tarde, ¿se habrán ido sin mi?, claro que no; soy la capitana, pero deben estar enojados ¿qué demonios hago?

Tirándome nuevamente a la cama por la angustia, sentí un ruido por la ventana... espera un momento... ¿piedras?

Alguien está tirando piedras a la ventana.

Abrí la ventana y me asomé cuidadosamente...

- ¡NICHOLAS OCASO QUÉ DEMONIOS HACES TIRANDO PIEDRAS POR LA VENTANA!

- ¡Al fin doy con la ventana correcta! - el chico festejó.

- ¿Pero qué haces aquí?

- Vine a buscar a la capitana del Ocaso, ¿no es obvio? - me miró y comenzó a treparse por la pared.

- ¡Alto bacalao! ¡Te vas a matar! ¡Esto es muy alto! - le grité, pero me ignoró. Por un momento se resbaló su mano pero volvió a enderezarse - Estúpido bacalao - bufé.

- Ya casi - dijo mientras se sujetaba del marco de la ventana.
Le extendí mi mano y la agarró, finalmente subiendo conmigo.

- ¿Por qué hiciste eso? Era más lógico que yo bajara y ya.

- Sé que le tienes pánico a las alturas, no te puedo dejar bajar sola.

- Oye, ya superé eso, además, pude haber unido varias sábanas y hacer tipo una escalera para bajar como en los cuentos de princesas.

- Pero no eres una princesa, eres una pirata.

- Y tu no eres un bacalao, eres una claria - crucé los brazos enojada por su comentario.

- Bueno, princesita - nótese su sarcasmo - vámonos de aquí que tienes muchas cosas que explicarme.

- Yo no te debo explicaciones.

- Si, si me las debes porque soy tu hermano - se acercó a la ventana - vámonos.

- Espera, me pondré algo más de ropa, no andaré con un camisón por toda la calle.

- Ehm, está bien pero no te tardes.

Entré al baño a cambiarme.

*-Ausencia de narrador-*

Mientras Marina se cambiaba de ropa y Nicholas daba vueltas por la amplia habitación; Erick subía por las escaleras para encontrarse con su chica.

- ¿Eh? - Nicholas se asustó al escuchar toques en la entrada de la habitación.

- ¡Marina! Voy a entrar linda - Erick abrió lentamente la puerta - pero ¿qué? - se quedó pasmado al ver al bacalao blanco como una hoja.

- Ho-holi - saludó tímidamente Nicholas.

- Dime que estás haciendo en mi casa - dijo Erick mientras sacaba un revólver de su pantalón.

- Vine a buscar a mi hermana - le respondió el trigueño parándose firmemente.

- No te la llevarás, ella es mía.

- ¿De qué hablas?

- Hoy la hice mía oficialmente - sonrió engreído.

- ¿¡QUE LE HAS HECHO QUÉ!? - se alteró Nicholas y le saltó encima a Erick pegándole un puñetazo haciéndole retroceder - ¡Te advertí que no te metieras con mi hermana! - fue a pegarle otra vez pero Erick aguantó su brazo y lo torció - ¡ahh! - gritó de dolor Nicholas.

Cosas Del Mar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora