Capitulo 12

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Él y yo, esa idea me encantaba. La idea de que él estuviera conmigo era tan jodida como perfecta algo que simplemente me enloquecía.

Besó mis labios rápidamente mientras bajaba a mi cuello, tiré la cabeza para atrás dejándole lugar para que explorara, lo que siempre fue suyo, y ahora lo era aún más. Sus manos recorrían mi espalda quemándome por dentro, con una sola búsqueda; el broche de mi sostén de encaje negro. Solamente habían bastado segundos, ambos estábamos ardiendo. Jason me despojó de mi camisa junto con ella cayó mi sostén, sus labios aprisionaron uno de mis pezones jugando a gusto y semejanza con él mientras que sus con sus brazos sostenía mi espalda para que no cayera, y a su vez ejercía presión. Gemí cuando sentí que mordió mi seno derecho.

¡Demonios! Cada cosa que hacía me volvía loca, me excitaba al máximo, él era perfecto, todo lo que hacía me enloquecía.

-Jason, no te apartes - me quejé cuando se detuvo en seco y me miró, nuestros ojos cruzaron miradas, seguramente que él disfrutaba verme así, frágil, entregada y deseosa que me follara como a ninguna.

-Este es mi juego, preciosa - susurró con la voz ronca, mientras me movía bruscamente haciéndome dar un saltito sobre él. Un gemido se escapó de mis labios al sentir la erección de Jason chocar contra mis muslos - ¿Te gusta pequeña?

-Si Jason - contesté mordiéndome el labios inferior, cerré los ojos y volví a saltar sintiendo como una oleada de sentimientos se despertaban en mi, Jason lograba algo que nadie podía, él lograba sacar la parte oculta de mí.

-Deseas que te haga mía ¿No pequeña? - preguntó cerca de mi oído para luego mordisquear el lóbulo de mi oreja, pasó lentamente su mano por mi abdomen para luego encontrarse con mi mojada entrepierna, simplemente no lo vi venir. De un solo movimiento, se adentró en la fina tela de mi ropa interior y metió dos dedos en mi interior. Mis uñas se clavaron en su espalda - ¡Oye gatita con más cuidado! - dijo mientras reía.

-¡Demonios! - mascullé mientras tiraba mi cabeza para atrás sintiendo como subía el ritmo de sus mete y saca. Sus manos estaba entretenidas mientras el mismo con su boca trato de llegar a mis labios, pero yo tomé la iniciativa besándolo con descontrol, buscando que sus labios se fundieran con los míos, probando aquel gusto del cual me habia vuelto adicta, adicta a él - No te detengas Jason.

-Veremos hermosa, ya te lo he dicho este es mi juego - volví a besar sus labios mientras bajaba a su cuello, comenzó a besarlo lenta y pausadamente coordinando mis besos con sus movimientos en mi interior, ambos estábamos disfrutando, pero nuestros cuerpos pedían mas, mucho mas - Ponte de pie.

-Sigue - le exigí al sentir que la velocidad de sus movimientos disminuía, el resopló sacando sus dedos de mi interior.

-No estás en condiciones de mandar gatita, párate - ordenó nuevamente, yo simplemente obedecí deseosa de que él siguiera, sus ojos de deseo se concentraron en mi, mientras el mismo también se ponía de pie, tomó la hebilla de su cinturón pero lo detuve.

-Déjame a mí - bajé mis manos hasta donde las tenía él, bajando lentamente su jean, me deshice de sus Supras y lo miré. Parado frente a mí con la mirada de deseo. Pero como siempre el tuvo que tomar la rienda de las cosas que sucedían, atrapó mi cintura de un solo movimiento mientras me besaba, casi sin darme cuenta el mismo se había desecho de nuestras ultimas prendas, ambos estábamos desnudos - Necesito que me hagas tuya - dije entre jadeos, el solamente sonrió cuando volvió a besarme y de un segundo al otro terminamos ambos en la cama, yo me encontraba sobre él.

-Yo también lo necesito princesa - posó sus manos en mi cintura- Siéntate -volvió a pedirme casi sin entenderlo me senté sobre sus piernas, con sus manos me sostuvo sobre su miembro - Prometo que no te dolerá.

-Eso ya no importa.

Jason hizo que bajara, entrando de apoco en mi, un gemido desgarrador salió de mi ser. Realmente me estaba doliendo pero el dolor poco a poco se fue desvaneciendo cuando los movimientos comenzaron, esta vez yo tenía el control, subía y bajaba lentamente, controlando el ritmo de las embestidas. Ambos gemíamos sin parar, Jason se encontraba con los ojos cerrados, sintiendo todo lo que pasaba, moviéndose acorde a mis movimientos, entrando y saliendo de mí, disfrutando de lo que estaba sucediendo. Ya no importaba nada éramos uno, éramos solamente él y yo.

Después de un tiempo Jason comenzó a moverse mas rápido controlando él, el ritmo de las embestidas, ambos estábamos por llegar al límite, al éxtasis finalmente. Mis ojos se aguaron, mi espalda se arqueó intuitivamente, dejé salir un gemido que descontrolo todo, ambos habíamos llegado al clímax, ambos estábamos sudando.

Luego de eso, Jason no se había quedado tranquilo, me costaba recordar el tiempo en el que estuvimos haciéndolo hasta que caímos exhaustos en la cama, me recosté sobre su pecho mientras lo miraba a los ojos.

-Descansa un rato pequeña - dijo mientras besaba mis labios y nos tapaba con la sabana - Descansa un rato que luego tendré que llévarte a la escuela nuevamente.

-¿Qué haremos despues con todo esto Jason? - pregunté algo acongojada por la idea de tener que alejarme de el después de lo que habíamos vivido hacia solamente minutos, estaba segura que sin él no podría vivir.

-Aún no lo sé pequeña, tendré que aclarar mis ideas, pero tú siempre estarás presente - por primera vez pude notar en los ojos de Jason un poco de melancolía, era la primera vez que vi reflejado en su rostro tristeza - No sé cuánto tiempo pasará, pero te aseguro que volveré por ti, para sacarte de allí y luego nada importara volveremos a ser tú y yo, lo prometo.

-¿De verdad me lo dices? - le dije mientras unas lagrimas resbalaban por mi rostro, los nuestro se había convertido en una despedida, que lamentaría toda la vida.

-Lo juro princesa.

Gemelos Explosivos j.b [Erótica] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora