Capitulo 29

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-¿Qué yo no puedo tenerlo? - sonrió cínicamente al hacerme esa pregunta - Pues podemos averiguarlo princesa.

Me tomó bruscamente por la nuca acortando la distancia que nos separaba, sus labios hicieron contacto con los míos, besando de una manera casi violenta mis labios. Yo no correspondía al beso, no quería hacerlo, tiró un poco de mi cabello haciendo que entreabriera la boca, dándole paso a él. Su lengua buscaba la mía, su sabor se impregnaba en mí, aunque quisiera no podía resistirme, pero luego recordaba porque las cosas se estaban dando así. No podía dejar que siguiera haciendo lo que quisiera a su gusto y semejanza, traté de apartarme de él, pero sus manos sostuvieron las mías y su cuerpo se apegó a mí, pude sentir como su temperatura iba incrementando la mía, el beso se volvía mas pasional yo trataba de resistirme pero el imponía fuerza para que yo le siguiera el juego, era una lucha contra mi querer y mi deber. Separó mis labios de los de él, para tomar un poco de aire su respiración estaba, al igual que la mía, demasiado agitada. Su aliento chocaba contra mi rostro abrí los ojos viéndolo relamerse los labios aun con los ojos cerrados, aquella imagen me pareció demasiado provocativa, Justin era tierno y dulce pero al parecer también tenía ese lado salvaje como el que Jason tenía. Sus ojos miel se encontraron con los míos.

-Yo puedo tenerte las veces que quiera - sonrió mientras posaba su mano en mi mejilla besando ahora más pausadamente mis labios, haciéndome corresponder casi por inercia - Olvídate de él, no te vayas de mi lado pequeña.

-Primero que nada me sueltas - aproveché el momento de distracción de Justin odiaba hacerlo sufrir pero ya no tenía de otra, me aparté bruscamente de él haciendo que su agarre desapareciera, el me miró confundido - Y segundo no sé que te pretendes Justin, y estoy segura de que tampoco quiero averiguarlo.

Me di vuelta con la sola intención de agarrar la maleta e irme, no lo hacía porque quiera, porque se me partía el corazón de solo pensar en el hecho de que iba a dejar la casa donde tantos buenos recuerdos quedarían encerrados, pero luego volvía a mí la razón por la cual me iba, la situación no daba para mas. Yo misma me había dado cuenta de que lo único que lograba hacer bien esto últimos días era hacerle daño a la gente que realmente me importaba, y que eso ya no podría seguir pasando.

Cogí la maleta, pero él fue mas rápido que yo, me agarró de la cintura apegando su cuerpo al mío y de un solo movimiento volvió a darme vuelta dejándome enfrentada a él.

-¡No te irás! ¡No te lo permitiré! - exclamó seriamente, parecía que estaba completamente decidido, traté de apartarme pero nuevamente no pude. Él me había agarrado de tal manera que mis brazos habían quedado aprisionados contra su pecho haciéndome mas difícil las cosas, no podía moverme y no podía apartarlo a él - No luches pequeña porque tú de aquí no te irás.

-¿¡Para que demonios me quieres aquí!? - le grité enfurecida.

-Porque te quiero a mi lado - susurró a mi oído, mientras besaba el lóbulo de mi oreja, trate de moverme mas no pude, su mano se adentro en mi blusa seguramente buscando poder desabrochar el boche de mi sostén, las cosas se estaban pasando de la raya.

-¡Suéltame Justin! - le grité, pero ni siquiera se inmutó, mucho menos dejó de hacer lo que estaba haciendo, por un segundo le escuche reír.

-Sabes que te gusta - me contestó entre una carcajada y puso su rostro frente al mío, quería besarme pero lo esquivé - No quiero hacerte daño.

-Pues lo estás haciendo - le dije rápidamente, zarandeándome de un lado al otro para intentar que él me soltara- ¡Suéltame!

-Si no quieres ceder, por mi está bien.

Sonrió mientras forzosamente volvía a besarme, eché mi cabeza para atrás tratando de que dejara de hacerlo pero simplemente fue en vano ya que con su mano tomó mi nuca besándome sin mas. Sus labios hacían fricción con los míos, su sabor seguía allí persistente, era como una droga que lograba sacar lo peor de mí, pero esta vez no me gustaba. Sentí como pronto su erección se levantaba en su pantalón, la desesperación se apoderó de mí. Me gustaba ser sumisa, por más que fuera algo masoquista de mi parte, pero no esto, ser sometida a esto no estaba en mis planes menos viniendo de Justin. Caímos en la cama él se centraba sobre mí, sosteniendo bruscamente mis manos y besando mi cuello. En un segundo sentí como la desesperación se formaba en mi cuerpo, por primera vez no quería hacerlo, no de esta manera al menos, sentí como el pasaba sus manos por mi abdomen habiendo la cremallera de mi jean. Una lagrima mojó mi mejilla, y se deslizó hasta mi cuello, él se percató de ello y levantó la mirada, viendo como dos o tres lagrimas se habían escapado inconscientemente de mis ojos. Se apartó de mí rápidamente, poniéndose de pie. Le miré algo abrumada por la situación él agachó la cabeza, dejándome que pudiera acodarme la ropa. Me puse de pie y él levantó la mirada, parecía que estaba arrepentido de lo que había hecho, yo no sabía que decirle, no sabía cómo reaccionar, de solo pensar que Justin podría ser capaz de hacerlo conmigo aunque fuera a la fuerza. Aquello me asustó. Él me miró detenidamente unos segundos, y tragó saliva mientras acomodaba su cabello y tomaba el pomo de la puerta, dándome la espalda.

-Lo lamento - le escuché susurrar antes de que lo viera desaparecer tras cerrar la puerta.

Acomodé mi jeans y sequé mis lágrimas. Ahora con más razón debía irme, debía dejar que las aguas se calmaran un poco antes de que algo malo volviera a suceder.

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¿Justin o Jason?

Gemelos Explosivos j.b [Erótica] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora