Gemelos Explosivos j.b [Erótica] [Terminada]

Capitulo 53

-¡Mierda! ¿¡Te he pedido tu opinión!? - escuché la voz alterada de Jason resonar, traté de abrir los ojos con dificultad, intentando incorporarme nuevamente a lo que estaba sucediendo. Me encontré envuelta en una gran penumbra, supuse que ellos dos estarían discutiendo. Suspiré tarde o temprano esto debía suceder - ¡Nunca te he pedido ayuda! ¡Y si has de irte créeme que yo seré el primero en abrirte la puerta!

-¡No dejaré que sigas haciendo esto solo, maldita sea! - la voz llena de cólera de Justin se dejo oír. Estaban histéricos, debía suponer que no tardarían mucho en irse a las manos, me puse de pie con gran rapidez saliendo del cuarto casi corriendo, una pequeña luz se filtraba tras la puerta - ¡Esto es de los dos!

-¿¡Me crees estúpido!? - preguntó irónicamente, para luego reír, aquella risa cargada de amargura logró hacerme estremecer. Asomé la mirada mirándoles desde la hendija de la puerta, ambos estaban parados, intercambiando miradas asesinas. Las cosas no cambiaran el odio que sentían mutuamente era mucho mas fuerte que cualquier verdad apunto de descubrir - ¡Hace cuatro años demostraste que te importaba una mierda todo lo que tenía que ver con esto! ¿Por qué te quedas aquí? - Rió nuevamente esta vez mirándole divertido - ¿¡Aun crees que ella quiere algo contigo!? ¡Créeme hermano ya la has perdido!

-Guarda tus malditas palabras Jason, no sabes como son las cosas... - Justin se movió bruscamente. El cuerpo de su gemelo impactó contra la pared, escuché como el ahogaba otra maquiavélica risa - Ella es mi hermana, bórrate las malditas ideas que tienes en tu cabeza.

-¿Me dirás que nunca la has mirado con deseo? - Preguntó mientras lo empujaba - ¿Me dirás que nunca has mirado el jodido cuerpo que tiene? ¿Su rostro? ¿Sus labios? - volvió a empujarlo repetidas veces, su voz se torno extraña, mas baja, mas pausada como si el mismo se estuviera preguntando aquello - por eso quieres saber la verdad, para estar seguro de que no eres su hermano - se volteó sobre su eje caminando hacia la puerta - eres un imbécil.

Justin tanteó el hombro de su hermano quien le daba la espalda. No lo vi venir, tal vez lo tendría que haber esperado. Jason se volteo, dándole un codazo a su gemelo. Sentí rabia, necesitaba defenderle, pero mis pies no se movían, no podía reaccionar. Justin no tardó en responder al golpe haciendo que su gemelo lo agarrase de la chaqueta golpeándolo contra la pared. Me moví rápido, interponiéndome en medio de ellos, empujé a Justin mirándole a los ojos con decepción. No sabía en que momento me había metido tan rápido, tampoco supe porque había sentido tanto rechazo cuando Jason golpeo de aquella manera tan brusca a Justin solamente estaba segura de que no podía dejar que ellos se mataran entre si. No podía perderlos por semejante estupidez.

-¿¡QUÉ DEMONIOS LES PASA!? - grité histérica, mientras los separaba. Ambos me miraron mal.

-¡Sal de aquí ________ (Tn)! - gritó Justin, cosa que me había sorprendido. ¿Sorprendido? Tal vez lo debería haber esperado, él era igual o peor que Jason, me lo había demostrado en varias ocasiones. Odiaba conocer aquel lado de él, odiaba saber que él podría ser como nuestro hermano, con aquella violencia contenida que podía llegar a extremos que no podría aguantar - ¡No te quiero lastimar a ti!

-¿Estás demente o qué demonios te sucede? - pregunté montando en cólera, me molestaba que hicieran esto, comenzaba a hacerse fastidioso el hecho de que despues de tanto siguieran con el mismo pensamiento infantil - ¡Ambos son unos malditos dementes!

-Cierra la boca princesa y vete - dijo Jason, mientras apartaba mi mano de su pecho - a ti nadie te ha llamado, si el jodido de tu hermano tiene un problema conmigo que lo resuelva como el poco hombre que es - soltó sabiendo que aquello provocaría a los instintos mas bajos de Justin, como siempre no tardo en dar resultado lo que él quería. Le detuve sosteniéndole bruscamente de la remera - ¡He! ¿Me has escuchado Drew? No siempre tendrás a nuestra bella hermanita para que te salve.

-¡Jason con un demonio! - grité mientras me apartaba de Justin, para quedar enfrentada a él, le cogí de la camisa mientras le miraba a los ojos, estaba enojada, irritada al por de mas - vamos a mi cuarto, necesito aclarar unas malditas cuestiones contigo.

-Tú a mí...

-¡Ahora! - había sido la primera vez que le gritaba, era la primera vez que hacía algo que atentara contra la voluntad de Jason o lo que él quisiera.

Él echó humo, prácticamente, al salir por aquella puerta. Ambos entramos en el cuarto luego de que el portazo resonara desde afuera. Le vi rojo, con aquella expresión en el rostro que no me gustaba demasiado, le conocía, le conocía lo suficientemente bien como para comprender que le había dado lo que él quería, le había dado lo que el necesitaba. Me miró fijamente, clavando aquellos ojos color miel que tanto me agradaban en mi mirada, cual lobo miraba a caperucita hambriento. Me encaminé a la cama luego de colocar el seguro, pero él me impidió seguir el paso cogió mis muñecas haciéndome parar en seco, de un gran tirón colmado de fuerza, logró hacerme girar sobre mi eje haciéndome quedar pegada a su cuerpo. Pasó su mano sobre mi muslo descubierto llegando hasta mi ropa interior. El dolor inundo mi mundo cuando mi espalda impacto contra la puerta. Suspiré notoriamente mientras me aferraba a su ropa para no caerme.

-Jamás - susurró a la cercanía de mi oído - Jamás vuelvas a darme una orden en tu vida, o lo lamentarás mi pequeña.

-¿Me estás amenazando? - pregunté con la voz ronca, un lado por el dolor que me causaba cuando su cuerpo ejercía presión contra mi, por otro lado la excitación del momento hacía que no pudiese controlarme.

-Tómalo como quieras princesa - susurró ahogando una risa, mientras bajaba lentamente la parte baja de mi ropa interior de encaje blanco.

-Aléjate Jason, nuestro hermano está en la otra habitación - comente intentando sepárame de él pero ejerció mas fuerza a su agarre intentando que no me apartara de él.

-Cúmplele el sueño hermosa, deja que escuche tus gemidos de excitación, gemidos que él nunca provocará en ti - Había tantas cosas que él ignoraba.