Capitulo 27

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-¿Podrás cuidar a los pequeños hoy? - preguntó la voz profunda de Liam, quien me miraba atentamente.

-Claro - contesté seca sin apartar si quiera los ojos de la laptop - Luego de la escuela puedes traerlos a casa, ya lo sabes.

-¿Vas a explicarme qué demonios te sucede? - Liam parecía estar exasperado. Reparé unos segundos en mi comportamiento y logré levantar la vista, apartando los ojos de mi laptop.

-No creo poder, estoy algo ocupada Li - contesté pausadamente - Tengo que reescribir tres contratos que mi hermano me ha pedido.

-¿Tu hermano? ¿Desde cuándo te refieres a él de esa manera? - me miró con aquella mirada que solía poner cuando sabía que mentía, o al menos cuando le ocultaba mis problemas.

-Es mi hermano después de todo - le dije algo distante.

-Nunca le has tratado así, es decir nunca le has tratado como a un hermano normal - aquel comentario ni había desagradado totalmente.

-Siempre he tratado a Justin como trato a todas las personas, como siempre lo he hecho - le contesté solamente, él levantó una ceja.

-¿Hermano? ¿Justin? ¿Dónde ha quedado Just o Biebs? - preguntó mirándome atentamente a los ojos - Al único que he escuchado que nombraras por su nombre es a... - hizo una pausa y tragó saliva, dándose cuenta de que se había metido en un terreno que nunca debería haber cruzado - tu otro hermano.

-Eres un fastidio Liam, llamaré a mi hermano como se me venga en ganas sin tener la necesidad de preguntártelo a ti - dije con cierta irritación - ¿Quieres que cuide a tus hijos? ¡Pues bien! - le grité irritada - Pero no me jodas más la vida.

-¡Vale! - Contestó resentido o mas bien ¿dolido? - Sé que te sucede algo, y cuando necesites hablar con alguien trata de pensar en como me has de tratar, porque ya no soportaré tus berrinches.

Suspiré profundamente pensando que en realidad estaba mandando al demonio todas las cosas que realmente me importaban. Tal vez no solo yo me debía un respiro a mi misma sino que también les debía un respiro a todos ellos. No quería seguir lastimando a la gente que realmente me apreciaba, aunque al parecer y siendo franca con la situación, ya era demasiado tarde para remediar las cosas, el daño ya estaba hecho.

Entonces pensé que tal vez irme sería la mejor opción, desaparecer por un tiempo tal vez sería lo mejor que podría hacer, borrarme del mapa se convertiría en la mejor decisión de mi vida por un tiempo o tal vez permanentemente.

Llegó la noche, me senté en la mesa durante unos segundos, sobé mi rostro respirando hondo, pensé mucho en lo que estaba por hacer, tal vez la idea de irme de aquí era demasiado fuerte como para asimilarla tan rápidamente, pero aquí no me quedaba ya nada y eso era una lamentable realidad. Un ruido de una puerta al cerrarse retumbo en mi mente haciéndome alterar, dos manos, segundos despues, impactaron contra la mesa haciendo que la poca paciencia que habia logrado conciliar se fuera directamente al demonio.

-¿¡Que mierda hacen tus maletas sobre tu cama!? - un grito alterado resonó, respiré hondo reparando en lo que había dicho en esa pregunta, sin dudarlo me mantuve en silencio. Él se paró junto a mí tomándome por los hombros, quedé a su altura y mi mirada se clavó en sus ojos color miel - ¡Con un demonio! ¡Contéstame!

-¿Quieres que te responda algo que es obvio Justin? - pregunté con una voz calma tratando de no demostrar debilidad.

-¡Quiero que sepas que de esta jodida casa no te irás! - un grito prepotente salió de sus labios, sonando mas como Jason que como el mismo.

-Ya no soy una niña Justin, ya no soy la niña a la cual podías mandar y manipular a tu entero antojo - le dije con cierta alteración en la voz - Haré lo que quiera, ¡Despídeme! ¡Quema mis cosas si quieres! Ya has mostrado lo que piensas de mí así que no me interesa en lo mas mínimo lo que quieras ahora, simplemente me importan mis propias decisiones.

-¡Él te ha metido estas ideas en la cabeza ¿No es así? - gritó montando en cólera - ¡Ese maldito bastardo te ha jodido la razón!

Su rostro se dio vuelta, secundado de el chasquido de mi mano contra su piel. La sensible zona de su mejilla derecha se había tornado color roja rápidamente, y él había llevado su mano hacia aquel lugar, sobándose instintivamente el lugar donde había recibido el golpe. ¿Mi golpe? Había quedado tan perpleja como él, aunque aun la rabia corría por mis venas.

-No te atrevas a hablar mal de él - le dije apretando los dientes, aun sintiendo la mano arder por el golpe que le habia proporcionado - Tú no conoces al verdadero Jason.

-¿¡Y ahora me vas a decir que él te ha ensañado su verdadero yo!? ¡Eh! ¡Respóndeme! - gritó viniéndose en contra mío, retrocedí a paso acelerado al verlo acercarse con tanta furia contenida en su cuerpo - Él se ha hecho el bueno contigo, para que caigas en sus brazos, te ha hecho su puta personal - se detuvo en seco mirándome a los ojos - ¡ABRE LOS OJOS DE UNA JODIDA VEZ! ¡JASON NO SIENTE, NI SENTIRÁ NADA POR TI!

-Tú no sabes cómo son las cosas, Justin tú no sabes como es la historia - le dije rápidamente sintiéndome herida por la verdad que había dicho.

-¿Qué no la sé? Pues te apuesto que será demasiado fácil adivinarla - me sonrió cínicamente mirándome a los ojos - Él te ha dicho que te quiere, que volverá por ti, te ha engatusado para que te metas en la cama con él sin importarle una mierda que eras su hermana, te lo ha hecho una y otra vez a su antojo y luego, ¡Pum! ¡Se fue!

-Vete al demonio Justin - le contesté rápidamente apartándolo de mi camino, corrí hacia las escaleras seguida de él, ese había sido uno de mis segundos errores.

Llevar todo este circo de discusiones hacia mi habitación, sabiendo como seguiría la historia despues de eso.

Gemelos Explosivos j.b [Erótica] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora