Los nervios recorrían mi cuerpo, mis dedos se adaptaban a un frenético vaivén que lograba parecer enfermizo. Me sentía completamente devastada por el hecho de que Jason había aparecido allí, en el momento más inoportuno. Las cosas que habían pasado recorrían mi mente, le había confesado a Justin la verdad, le había dicho que sentía algo por él, pero también había podido notar como Jason había aparecido luego de nuestro beso. Sentía como la incertidumbre creía más y más en mi interior. Observaba con lujo de detalle cada movimiento que daba Jason, cada mueca o cada cosa que hiciera. Pero él solamente se remitía a conducir y a respirar, su rostro se mostraba neutro, completamente inexpresivo, su mirada se centraba pura y exclusivamente en el camino, mientras que sus manos solamente se movían cuando era necesario. Fuera de eso se mostraba completamente apartado de la realidad, como si sinceramente no le interesara en lo mas mínimo lo que había visto o lo que pudiese suponer sobre ello.
-Deja de mirarme - soltó despues de un rato, con una voz ronca y lejana - no me interesa saber que demonios estaban haciendo allí afuera abrazados ni mucho menos tengo la intención de preguntártelo, por mí pueden irse al demonio ambos.
-Jason... - musité, iba a hablar pero por su gruñido entendí que lo conveniente sería guardar silencio por un rato. Finalmente él haría lo que quisiera como siempre. Seguramente llegaríamos a casa, él despotricaría contra Justin y contra mi, lo golpearía a él y luego se encerraría en el cuarto conmigo para terminar teniendo sexo de una manera no muy sana. Pero jodidamente gratificante para que yo lo perdonara sin tener que pedirlo. Insano, morboso a mi parecer, pero completamente real.
-Solamente tendrás diez minutos antes de que intervengamos, ni más ni menos - soltó de pronto mientras aparcaba el auto a exactamente frente a la clínica. Los tres bajamos del auto inmediatamente pero ninguno se movió - entrarás le pedirás que salga y nos esperaras dentro del auto a una calle de aquí - caminó hacia el baúl del auto haciéndonos seguirlo para no perder ni una de las cosas que él decía, miré con pesar todo lo que sucedía. Él con gran rapidez coloco dos adhesivos color negro sobre las patente del auto, para que este no fuera reconocido en caso de que la policía entrara en cuestión. Tomó su pistola e hizo que mi corazón se acelerara- no la usaré, estoy quitándole las balas para que estés mas tranquila... - aclaró en un susurro.
-No me tranquiliza el hecho de que tengas una pistola Jason - solté algo abrumada. No me gustaba saber que en sus manos podía estar un arma, y con ella podía cometer cualquier locura.
-Y a mi no me interesa si aquel hecho te tranquilaza o no, he vivido con una de estas en mi mano y tú ni siquiera lo has notado, será mejor que sigas ignorándolo antes de que me de mas cólera de la que ya tengo - comentó seco, frío. Bajé la mirada y no quise responder mas ya que no me parecía conveniente en algún momento el terminaría por explotar y eso no era lo que yo tenía planeado.
-Será mejor que vayas donde la recepcionista, dile lo que pactamos y en menos de unos minutos nosotros ya estaremos adentro - intervino entonces Justin. El posó su mano sobre mi hombro haciéndome dar vuelto para mirarlo, sabía que él moría por hablar, por decir cosas que guardaba en su interior, pero no se podía todo. No al menos por ahora- estarás bien preciosa.
Solamente me remití a asentir, mientras le regalaba una sonrisa. Fría, pero sonrisa al fin y al cabo. Caminé con gran apuro, con una mueca de sufrimiento y desgracia que no me costó mucho fingir, abrí la puerta recibiendo la mirada atenta de la mujer quien estaba recostaba sobre el respaldar del gran sillón de cuero en el que se encontraba. No era mas que una chica, que no sería mucho mas grande que yo, tal vez tendría uno o dos años mas depende de como se le mirase. No me sentía cómoda con esto, no quería mentirle tan descaradamente pero, despues de todo mentir era algo que se me daba con naturalidad desde hace ya mucho tiempo.
-¿Necesita algo? - preguntó mirándome seriamente a lo que yo asentí sumamente preocupada. Cerré la puerta tras pasar por ella dándome cuenta que las llaves se encontraban puestas en la cerradura.
-Mi hijo... - hice una pausa tragando en seco, fingiendo contener las lágrimas. La joven me miro afligida, casi con compasión- mi hijo ha tenido sufrido un gran golpe en la cabeza, estaba jugando con su patineta y callo dentro de la piscina golpeándose, mi esposo ha logrado sacarlo a tiempo y esta aparcando el auto por favor ayúdeme... - imploré, sintiéndome la peor persona del mundo.
Fue entonces cuando ella asintió, saliendo de su lugar y tomando una de las camillas que descansaban en nuestra cercanía ambas casi corríamos hacia la salida y pude divisarlos agazapados en un costado de la entrada, esperando que yo saliera para ellos poder entrar. Ahora venia la peor parte del plan, pero recapacite en algo, una extraña idea que me hizo entender algo de lo que no me había percatado hasta verlos allí juntos, me pare en seco justamente en la entrada. Ellos; castaños casi rubios, de ojos color miel, altos de contextura física vigorosa, blanca sonrisa... mi padre, eran la viva imagen de Jeremy y con grandes parecidos a Pattie, cualidades con las que yo no contaba. Allí algo andaba mal.
-Señorita, ¿Se encuentra bien? - llamó una voz haciendo que pudiera volver a la realidad. La mire y luego dirigí mi mirada a ellos, quienes me hacían señas - ¿Dónde esta su hijo?
-Allí - señalé un auto a tres del nuestro - el auto rojo de la derecha - indiqué mientras me aproximaba hacia donde ella quien se movía rápidamente, llegamos hacia el auto luego de que la puerta resonara de un golpe. Ambas volteamos y los vimos adentro. Ella miró hacia donde estaba el auto, completamente vacío. Mi cuerpo reaccionó de una manera extraña. Corrí hacia la puerta, siendo seguida por dicha mujer pero no alcanzo a atraparme había sido mas rápida. Justin abrió la puerta asombrado y luego le puso llave.
-¿¡Qué mierda estás haciendo!? - gritó desesperado Jason.
-No los dejaré solos.
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Gemelos Explosivos j.b [Erótica] [Terminada]
Fiksi Penggemar"Hay solo una frágil línea que separa el amor de la obsesión, una hermana pequeña, unos gemelos explosivos y una red de mentiras." NO ES MIA, TODOS LO DERECHOS A LA AUTORA.