Capitulo 49 (2/3)

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-¿Estás seguro de esto? - susurró Justin mientras se acomodaba un poco en el asiento entreabriendo la puerta, Jason se movió incómodamente. Pude notar entonces la inquietud que cargaba acuestas. Asintió rápidamente - Si algo sale mal...

-Nada va a salir mal - dijo con firmeza, dejando más que claro que aquel comentario le había molestado - si tienes miedo puedes irte, pero no me estorbes.

-Ya estoy aquí, no te desharás de mí tan rápidamente - contestó Justin de mala gana. Yo solamente me resigné suspirando.

-Todo estará bien, mañana mismo estaremos yéndonos hacia Stratford - traté de animar un poco la situación, tratando de cortar con la tensión que se notaba en el aire, aquella incomodidad que se podía tantear con la yema de los dedos prácticamente - supongo que estaremos un paso mas cerca de la verdad.

-Eso no lo dudes princesa - contestó Jason tanteando su cintura. Dejando al descubierto aquello que no me hubiese gustado ver, sobre su cinturón y en un perfecto estuche de cuerpo resaltaba el mango de su pistola. ¿Para qué demonios le necesitaría si la circunstancias no lo ameritaban? Entonces fue allí cuando caí en cuenta que en los planes de Jason había algo mas que solo la visita a la clínica, aquel plan era lo que le estaba perturbando. Un pequeño y tenue ruidito me sacó de mis pensamientos, Jason dirigió su mirada al reloj que tenía en la muñeca - Es hora.

Los tres bajamos con sigilo, como si fuésemos verdaderamente ladrones. Aunque, ¿Qué diferencia había entre ellos y nosotros? Aparte aquella pregunta insulsa de mi cabeza. Los dos gemelos se adelantaron, Jason iba adelante y Justin le seguía el paso casi pisándole los talones. La puerta trasera estaba entreabierta, parado frente a ella se encontraba un muchacho fumando. Los tres nos detuvimos casi de inmediato, mi mirada desesperada busco a Jason, las cosas con ese tipo de por medio se irían al completo demonio, el parecía concentrado como si estuviese inspeccionando al joven que se encontraba allí, tal vez tratando de reconocerle. Comenzó a moverse caminando hacia la puerta, Justin y yo cruzamos miradas fugaces, como si no entendiésemos lo que estaba sucediendo, el solamente se remitió a voltear haciéndonos un ademán para que le siguiéramos, lo dudé por un segundo pero ya habíamos llegado hasta aquí, ahora no era tiempo de detenerme.

"Estaré aquí a las cinco, ni un segundo de mas Jason" fue lo que aquel tipo susurró al ver pasar a mi hermano frente a él, quien solamente se remitió a asentir y a pasar su mano sobre la de él tomando algo que ese extraño le había dado. Por primera vez conocíamos a una de las fuentes de investigación de Jason, aquel hombre seguramente le había dado el dato de que a las cuatro de la mañana todo se despejaba, dejándonos el paso libre. Seguramente ese muchacho seria uno de sus, mal llamados, "Contactos". Caminamos los tres por el pasillo casi a oscuras, éramos como unos fantasmas adueñándonos de la penumbra, recordé vagamente que la oficina se encontraba en el piso B, dos pisos arriba del que nos encontrábamos. Jason se encaminó hacia el lugar donde las escaleras y los ascensores se encontraban, y no fue muy sorpresivo para mi el hecho de que el optase por ir por las escaleras, ya que el ascensor no era un elemento de confianza. Subimos con sigilo hacia el primer piso, tratando de que nada pudiese hacer ruido, porque al más mínimo indicio de movimiento seguramente correríamos el riesgo de ser notados y las cosas se tornarían más pesadas que de costumbre. El segundo piso fue mas rápido para llegar, el camino prácticamente se había acortado a un zigzagueo de unos cuantos escalones. Comenzamos a adentrarnos en el pasillo, el cual estaba lleno de puertas que daban a los consultorios de los distintos doctores, médicos infantiles a su totalidad para ser exacta. La decimoprimer puerta fue la que sobre el vidrio y en grandes letras decía lo que queríamos encontrar; Dr. Bieber. Jason levantó una mano e insertó una llave que abrió casi de inmediato la puerta, aquel misterioso hombre le había facilitado no solo la entrada sino que también la llave de la oficina. Miré atenta cada parte de aquel lugar, aquel lugar que tenía las paredes empapeladas por dibujos y cartas de agradecimiento de los pacientes que en algún momento de su larga historia nuestro padre había atendido. Cerré la puerta tras entrar y seguí observando, ahora más de cerca aquellos dibujos.

-Recuerdo este dibujo - dije casi en un susurro, mirando atentamente aquello. Era nuestra familia y aquel dibujo era de mi autoría. Sobre él y en vivaces colores estaban dibujados nuestros padres, el tío Max y los Gemelos. Pero yo no, entonces recordé con claridad como aquello había sido controversial, cada vez que debía dibujar a mi familia les dibujaba a ellos nada mas, como si yo no fuese parte del grupo familiar.

-Sal de tu mundo ___________ (Tn), no es hora de los recuerdos - masculló Jason forcejeando contra la cerradura del cajón. Fui donde ellos observando el cajón de reojo.

-En el lapicero - contesté rápidamente, haciendo que ambos me mirasen desentendidos - él siempre lo decía, "guardo esa llave en el lugar más estúpido pero irónicamente seguro".

-Que buena memoria - agregó Justin mientras vaciaba el lapicero sobre el escritorio, dejando ver la pequeña llave que se encontraba en su interior. La tomó entre manos y se la lanzó a su hermano - esperemos que sea la de aquí.

Jason con gran rapidez la insertó en aquel hueco, y luego de un leve ruidito que cajón emitió, se abrió. En un revoltijo de hojas, documentos importantes, fotos y demás se encontraba aquel presido objeto que estábamos necesitando; La llave. Tal vez ya no era metafórico el pensar que tras una puerta estaba nuestra verdad. Porque ahora literalmente nos encontrábamos frente a la llave que abría la puerta hacia los archivos muertos, donde la respuesta a muchas de nuestras preguntas serian contestada, revelando el secreto mejor guardado de los Bieber

Gemelos Explosivos j.b [Erótica] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora