Capitulo 40

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Los rayos del sol ya se estaban filtrando por la pequeña ventana, como era de costumbre toqué su lado de la cama encontrándolo vacío, era irónico pensar que todas las mañanas tocaba su frío lado sabiendo que él no se encontraba allí, era como buscar lo ausente. Me levanté con pesar, anoche no había dormido mucho, el insomnio no me había dejado pasar la noche en paz y como había supuesto él tampoco había podido conciliar el sueño. Toqué mis labios recordando el beso que había depositado justamente allí anoche, suspiré pensando que nunca sabría que había dicho despues de eso.

Comencé a planchar la ropa, no había nada más para hacer. El desayuno había sido rápido y vacío, ni siquiera tenía hambre asique no me importó mucho aquello. Camisas, blusas, remeras, jeans, cada prenda pasaba por mis manos y luego iba a parar al armario, doblada y planchada como debía ser. La puerta resonó de dos grandes golpes, me resultó raro que alguien a estas horas de la mañana quisiera algo con nosotros, pero luego a mi mente vino la imagen del gemelo mayor, supuse que sus andadas no habían estado demasiado interesantes.

-¿Qué te has olvidado Ja...? - no pude terminar la pregunta, porque frente a mí no estaba con exactitud Jason, le miré fugazmente, llevaba unos jeans desgastados, una remera blanca y unas supras a juego. Simple pero perfecto como era él - ¿Qué haces aquí Justin? - corregí entonces mi pregunta.

-Necesito hablar contigo, supongo que Jason no está aquí - dijo con cierta seriedad, asentí mientras le abría paso para que pudiera entrar.

-Espero que sea breve, Jason está por llegar y no le gustara para nada verte aquí - por un lado era una verdad inminente y por otro era una simple mentira para que él se fuera, verle me lastimaba, pero aún mas me lastimaba el hecho de quererle tanto, y sentir que él solo me quiere para satisfacerse.

-Vale, no tardare demasiado - contestó mientras tras él se cerraba la puerta, me encaminéhacia la cocina con la sola intensión de continuar con el planchado de ropa, necesitaba cualquier excusa para no mirarle.

-Puedes sentarte si quieres - dije en un tono mínimo de voz, mientras agarraba la plancha, Justin suspiró mientras se sentaba, supuse que comenzaría con un largo y entramado discurso que no me gustaría en lo más mínimo - ¿De que quieres hablar?

-De Jason, más bien del extraño relato de Little Angels -­ cerré los ojos respirando hondo, tragando en seco saliva - Es una locura, sin duda.

-Sé que hay demasiados cabos que no concuerdan, pero yo le creo - traté de ocultar mi propia inseguridad, era un punto neutro en aquello, no estaba segura de que aquello fuese verdad, tampoco estaba segura de que Jason fuera capaz de contarnos toda la historia, pero de lo único que estaba segura es que si él llevaba tanto investigando es porque realmente había algo tras la historia de los Biebers una historia enmarañada pero historia al fin - es verdad que no hay fotos suyas de cuando eran bebes, puede ser verdad que nuestro padre haya sido el doctor de los pequeños, puede ser verdad la desaparición de los gemelos, ¿Has notado las diferencias que tenemos entre nosotros? Somos hermanos y sin embargo no nos parecemos en nada.

-Es una locura pensar que porque haya unas simples casualidades toda nuestra historia, todo nuestro pasado sea una mentira - contestó algo exasperado, al parecer Justin tanto como nosotros no había podido dejar de pensar en aquello que encerraba nuestra querida y tan misteriosa historia - ¿Puedes creer que el tío Max estuviera metido en una organización que se encargaba de robar niños?

-Nunca se sabe como son las personas que están a nuestro lado, algunas se muestran de una manera y resultan ser de otra - le contesté haciendo una mueca - el tío Max era un hombre extraño, algo reservado con el tema de su trabajo y en ciertas cuestiones era demasiado misterioso.

-Pero eso no lo hace un secuestrador ¿No crees? - contestó rápidamente al escuchar como sentenciaba aquella frase - además si vamos al caso él también es así.

-No creo que venga a colación como es "Él" - hice comillas en el aire y resalte el tono sarcástico al decir aquella palabra, Justin hablaba de Jason, con la sola intensión de recalcar los defectos de la persona con la que momentáneamente estaba viviendo - los dos eran muy parecidos en ese sentido no puedo negarlo, pero insisto no viene al caso.

-¿Cómo puedes seguir defendiéndole? - preguntó algo indignado, contuve el enojo por unos segundos y terminé de planchar una remera de Jason, me encaminé hacia el cuarto siendo seguida por Justin.

-¿Cómo puedes seguir teniéndole rencor después de tanto? - le cuestioné en el mismo plan que él, si él me fastidiaba estaba dispuesta a hacer lo mismo.

-No he venido a pelear contigo - se paró en el marco de la puerta viéndome colocar la remera dentro de uno de los cajones del closet, me dispuse a irme pero me paré en medio del cuarto observándole, él estaba mirando atentamente cada parte del cuarto como si estuviera buscando algo - ¿Realmente estas dispuesta a vivir aquí durante mas tiempo?

-Creo que ya sabes mi respuesta - le contesté seca mientras el fijaba su mirada en mis ojos - ¿Esto es todo lo que ibas a decirme? - él asintió - Entonces ya puedes irte, sabes bien donde queda la puerta.

Me encaminé esta vez hacia la puerta con el único fin de salir de allí para continuar con mis cosas, pero él me detuvo, sostuvo mi cintura apegándome a él. La cercanía era casi nula, por no decir inexistente. Su respiración choco contra la mía, ¿Con esto estaría tratando de convencerme? ¿Por qué mierda estaba tan dispuesta a rendirme ante él, con un solo movimiento sin importar nada? Estaba próxima a encontrar aquellas respuestas. Pero entonces se escuchó el sonido de la puerta abrirse, con aquel golpe tan peculiar en él. Sin duda estábamos jodidos.

Gemelos Explosivos j.b [Erótica] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora