Tiempo después

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"¿Que ha pasado?"

Ocho largos años habían pasado desde la aparición de la reina, París había regresado a ser la ciudad tranquila que solía ser, aunque las cosas habían cambiado muchísimo; la ciudad ahora tenia a Jade Turtle y a Rena Rouge cuidando de ella.

Un día Ladybug y Chat Noir hicieron su última aparición, salvando al alcalde de un ataque terrorista, se sabe que ellos están bien, pero desde aquel día ya no se muestran en público. Muchos de los parisinos deseaban saber sus identidades, querían reconocer por completo a las personas que habían arriesgado su vida pero eso jamás sucedió.

Hay reportes de fanáticos que dicen haber visto la figura felina del héroe columpiarme entre los tejados en dirección a la torre Eiffel, lugar de encuentro y patrullas segun atestiguan algunos, otros dicen que la esbelta figura de la azabache se vio una noche parada en un edificio siendo iluminada por la luz de la luna; aunque al fin y al cabo son solo historias, y vagas alucinaciones de verdaderos fanáticos que anhelan volver a ver a los héroes.

─Feliz aniversario. . .

Se escucho decir a una voz varonil, la persona que escuchaba sonrió ladinamente, podía reconocer esa voz a kilómetros, el paso del tiempo la había hecho cambiar, de un tono dulce a uno mas ronco y serio, pero aun seguía siendo esa dulce y tierna voz que alguna vez la llego a enamorar.

─Feliz aniversario─ hace una pausa ─Te tardaste

Replicó ella en tono de reto, los años también habían hecho cambios en ella, su voz se volvió más dulce y encantadora, muchos decían que tenia la voz de los ángeles. El contrario camino a paso lento, se paro a un costado de ella y se sentó a ver la inmensidad de la noche parisina, ambos estaban ensimismados con la vista, como si fuera la primera vez que la habían visto.

─Extraño el trabajo.

Soltó el de repente con melancolía, al mismo tiempo que depositaba su mano en el espacio que había entre ambos.

─Yo también.

Respondió ella susurrando, luego bajo su mano para colocarla en el espacio entre ambos, chocandose con la mano de el, la sensación que recorrió su cuerpo fue linda pero a la vez extraña, giro su cabeza y por primera vez en mucho tiempo cruso miradas con el contrario, perdiéndose en aquellos hermosos ojos verdes que la cautivaron alguna vez.

Fueron solo segundos, pero parecieron años, ambos desviaron su vista avergonzados viendo en direcciones completamente opuestas.

─¿Cómo te va en Inglaterra?

Musitó el rascando su nuca mientras veía hacia un costado, ella suspiro y mantuvo su vista al frente evitando volver a quedarse pérdida en el iris del contrario.

─Me va bien. . .estoy aprendiendo mucho─ hace una pausa ─Extraño París, allí no me halló

─¿Por que no volves?─ pregunto efusivo volviendo a verla ─El podría enseñarte─ agrego en un suspiro, casi una súplica

─No Chat, mi vida esta allí, me gustaría volver─ dijo sintiendo una leve punzada en su corazón, luego giro su cabeza y se volvió a quedar estática en la vista del joven a su lado ─Las cosas son así, y así deben quedarse

─Te extraño─ susurro mirando al suelo ─Más que nunca─ agrego melancólico

─Me gustaría decir lo mismo─ replico rápidamente volviendo a ver hacia el frente ─Aun duele. . .

─Lo se─ respondió antes de que ella pueda continuar hablando ─Fui tan idiota─ se quejo levantándose

─Deja de mortificarte por errores del pasado─ agrego ella sin moverse de su lugar ─No vale la pena

─Si que vale─ suspiro y se aleja ─Me recuerda que perdí lo más importante que tenia en mi vida.

La chica volvió a sentir dicha puntada, suspiro y se levantó, se giro sobre si misma y miro a su conpañero; este estaba de espaldas con la cabeza agacha mientras tenia sus puños apretados fuertemente.

─No sos el único que perdió lo que mas ama.

Dijo esta caminando hasta el, cuando estuvo nuevamente a su lado, poso una de sus manos en su hombro.

─¿Podrías perdonarme?─ pregunto con melancolía

─No lo creo. . .

Respondió sería, luego tomo su yoyó y lo lanzo lejos, para columpiarse fuera de ahi, el de negro quedo solo, bufo fuertemente y luego le dio un puñetazo a una viga que tenía enfrente, suspiro pesadamente y se arrodillo para luego estallar en llanto.

Las cosas no habían quedado bien entre ellos, la azabache no podía perdonarlo, no después de lo que le hizo; y el rubio se lamentaba cada minuto desde aquel día.
Siempre tuvo la esperanza de que su chica lo perdonará y las cosas regresarán a ser como solían ser, pero ahora estaba más que claro que nada iba a volver a su lugar.

─Algún día m'lady. . .algún día recobrare tu amor.

Miraculous: Las Crónicas de Dark Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora