Capitulo 32: Extraña dama

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─¡¡¡Detente de una vez y escucha!!!

Grito Chat con todas sus fuerzas mientras se abalanzaba sobre ella, de forma brusca ambos cayeron sobre un tejado, quedando el gato encima de la mariquita, teniendo sus rostros muy cerca, tan cerca que sus respiraciones podían chocarse.

─No te voy a dar mi miraculous, ¡demonio!─ grito cerrando sus ojos

─¿Demonio?─ replico el confundido apartándose de ella ─¿Por que me decís así?─ pregunto rascando su nuca, ella se percató de que el se había levantado, abrió sus ojos y lo vio parado unos centímetros lejos de ella

─Es lo que sos, ¿verdad?─ cuestiono insegura, el se dio la vuelta y la miro fijamente, sus ojos estaban cristalinos

─Mari─ susurro ─Tan malo soy para ti─ soltó de repente sorprendiendo a la chica

─Adrien─ susurro ─Soy una idiota─ contesto acercándose a el y dándole un fuerte abrazo ─Caí en su trampa, ella. . .ella me dijo que eras un demonio, le creí. . .¿por que queres mis miraculous?─ cuestiono apartandose rápidamente

─Mi herida, ella puede hacer que vuelva a abrirse, su magia me mantiene vivo─ hace silencio y cierra sus puños ─Con tus aretes y mi anillo me aseguro salvarme

─Eso es lo que ella quiere que creas, a mi también me hablo y me convenció de que eras el enemigo, de que necesitaba tu anillo para salvarte─ suspira ─Amada me advirtió de que no le creyera nada, y aqui estoy huyendo de ti como idiota

─No es tu culpa, jugo con nosotros, nos amamos tanto que somos vulnerables al otro─ dijo acortando la distancia con ella

─Estoy cansada Chat, es invencible, ya no se que hacer─ agrego mientras unas lagrimas caían de sus ojos

─Tranquila princesa─ dijo abrazándola ─Encontraremos una forma de vencerla, solo hay que tener paciencia

─Tengo una idea.

─Basta de ideas, ya vemos como salio esta ultima─ agrego el enojado

─Esta será diferente, confío en que cuidarás bien de mi gatito─ dijo sentándose en el suelo, Chat la miro confundido ─Tengo que dormir, cuida de mi lo más que puedas, necesito hablar con ella

Acto seguido se recostó en el suelo, Chat saco su bastón y se sentó a su lado observando el delicado y bello rostro de la azabache, sonrió ladinamente y miro hacia el cielo, ¿acaso estarían seguros?, ella podía estar en cualquier lado con solo pensarlo, y era tan fuerte como para poder herirlo sin siquiera tocarlo, el miedo invadió su cuerpo, pero decidió concentrarse en otra cosa, debía estar óptimo para proteger a su lady si era necesario.

Marinette se durmió completamente el estrés por la situación ayudo a que esta en segundos estuviera soñando; ella misma se proyecto en un lugar, ese era un bosque, cerca de ella a lo lejos se veía una ciudad, pintoresca y pequeña, más que ciudad parecía un pueblo

─Amanda, te necesito.

Grito la azabache mientras con su vista inspecciónaba su alrededor, todo era verde y silencioso, no parecía un sueño normal pero tampoco parecía el lugar en donde había contactado a su ante pasada.

─¡¡Amanda te lo suplico, ayúdame!!

Grito nuevamente, ahora con desesperación en su voz, todo se volvió negro y Marinette comenzó a sentirse intranquila, un escalofrío recorrió su cuerpo al mismo tiempo que sentía pisadas detrás de ella, su corazón se aceleró y el miedo invadió su cuerpo por primera vez en días.

Afuera Chat Noir se encontraba en posición de batalla, Black Araña se había dirigido a su posición y se encontraba parada frente a el con su arco en mano y una sonrisa frívola en su rostro.

Miraculous: Las Crónicas de Dark Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora