Tiempo después XLIX

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"Miedo, ventaja y mucha duda"

Los tres adultos subieron asintió estudio, allí se sentaron en unos sillones, y el pelinegro se dirigió a su hijo de una forma tranquila pero a la vez nerviosa, debía contarle todo lo que le pasaba a su mami antes de que esta lo vea y lo desconozca.

─Lució hijo, necesito que escuches atentamente─ el joven asintió sin articular palabra, el hombre garraspeo y trago saliva para poder proseguir ─Mama esta en una situación complicada, tuvo un accidente─ la sonrisa del joven se esfumó y sus ojos se cristalizaron instantáneamente ─Ella esta bien, pero hay un problema más grande que no podemos arrglar─ hace una pausa y el niño continúa atendiendo ─Ella perdió su memoria, y no nos recuerda─ finalizo melancólico

─¿Quiere decir que mama no sabe quien soy?─ susurro en tono de pregunta con su voz entre cortada, el hombre asintió ─¿Ni a ti?─ cuestiono mientras lágrimas comenzaban a descender por su carita

─No mi niño, ni a mi─ aseguro este abrazándolo fuertemente ─Mama va a recordar, pero es importante para que mama vuelva a ser mamá no decirle quienes somos, quien eres─ el joven se despega violentamente

─¿Por que?─ exigió enojado ─¿Por que no puedo decirte a mama que soy yo, que la amo y que la extrañe mucho?─ agacha su cabeza y todos hacen silencio ─Quiero abrazar a mama otra vez, quiero que me de mi beso de las buenas noches─ seca sus lágrimas bruscamente con la manga de su polera ─Quiero a mama conmigo, nada mas─ finalizo tranquilizandose

─Si le decimos a tu mama esa información ahora, puede que se ponga más mal, y jamas nos recuerde─ hablo la mujer acercándose a el y arrodillandose para quedar a su altura ─En cambio si fingimos por unos días, vamos a disfrutar del amor de mama sin hacerle daño, y recuperarla más pronto─ agrego con dulzura ─¿Que dices, cuidamos de mama?─ pregunto seria extendiendo su dedo meñique

─¿La podré abrazar?─ re pregunto astuto

─Si, podras─ suspira ─Sin decirle que es tu mama─ lo abraza ─Prometo que todo pasara pronto, y luego iremos todos al parque

─Esta bien─ contesto con tono apagado, haciendo sonar su nariz producto del llanto

La mujer se levanto, tomo la mano del infante y ambos salieron a paso lento de la habitación, iban con dirección a la cocina, la azabache le dijo que había preparado una comida especial para recibirlo, y que tenia que probarla, el joven no dudo en aceptar y salir de ahí con ella dejando a ambos hombres solos.

─¿Que duró debe ser esto?─ se anino a decir el rubio yendo hacia un pequeño armario que había en el lugar

─Demasiado─ suspira ─Mari solo tiene recuerdos hasta sus quince años─ observa como el rubio toma algo de vidrio de ahi, y regresa rápidamente con el ─Me duele mucho saber que no me recuerda, que me mira y no veo ese brillo en sus ojos cuando lo hace

─Creeme que te entiendo mejor que nadie─ coloca unos vasos en la mesa que tenia frente a el, luego sirve un líquido de una botella, la cierra, la pone en medio de los vasos, y toma uno, luego regresa a su asiento y mira fijamente al contrario, este copia su accionar ─Pero saldrán de esto; se que ella se va a recuperar, siempre lo hizo, y lo hara

─Lo se, es la mujer mas fuerte que conozco─ suspira pesadamente y bebe del contenido de su vaso ─Mi preocupación es que no vuelva a sentir el amor que me tiene─ Adrien no comprende con los dichos y presta más atención a lo que el contrario decía ─No me recuerda, y todo lo que siente por mi, lo siente por ti, porque sos el único del que tiene sus recuerdos intactos─ suspira y toma toda la bebida de un solo trago, luego se levanta y camina hacia la puerta ─Espero que no intentes nada─ sentenció y salio del lugar

La noche estrellada callo en la ciudad luz, la cena estaba lista y todos estaban en la mesa, a excepción de la azabache, ella aun no estába lista para poder pararse y caminar hacia la mesa, por lo que comería en su habitación por esa noche. Luego de la cena, el pelinegro se levanto y fue a acostar a su hijo, en la mesa la quedaron los dueños de casa viéndose en silencio, como si algo los molestara.

─No─ musitó la mujer bebiendo agua, el contrario se sorprendió y sonrió ladinamente

─Me impresiona tu poder, ¿estas usando el Miraculous?─ pregunto en tono pícaro

─No, pero cada vez que tenes esa sonrisa boba adornando tu rostro, siempre es señal de malas ideas─ respondió sin mirarlo

─Déjame, por favor─ suplico ─Solo un momento, retiro su plato y regreso

─Luka va a estar molesto─ sentenció tomando más agua

─Últimamente estas tomando mucha agua─ acotó ignorando su ultimo comentario

─¿Es eso un problema?─ cuestiono mirándolo de forma retadora, el se tenso ─Sager dijo que es bueno para mi salud el consumo prolongado de agua, ordenó que bebiera aproximadamente dos litros por dia─ suspira ─Es agobiante. . .

─Mientras sea por el bien de tu salud─ replico el encogiéndose de hombros, ella bufo

─Vete antes de que me moleste más contigo─ dijo parándose y saliendo por la puerta

El rubio sonrió y copio el accionar de la dama, con suma tranquilidad abrió la puerta y camino por el pasillo hacia donde se encontraba su antigua amada, un vez frente a su puerta, susurro y tomo el picaporte con delicadeza, lo giro y sin dudarlo más entro en la habitacion; la azabache ya había terminado de cenar, se sorprendió mucho al ver que el rubio entraba al lugar, se sonrojo al instante apenas cruso miradas con el.

─¿Te gustó?─ pregunto el caminando a paso lento hacia la cama

─Si, mucho─ respondió con tono de enamorada, al darse cuenta que sus dichos podrían tener doble sentido, replico nerviosa al instante ─La comida claro, no me refería a ti, digo, no quiero decir que no me gustes, bueno, si me gustas, pero no de esa manera, bueno ya sabes

Adrien sonrió, y tomo el plato, lo apoyo en la mesa de luz, tomo la bandeja de plástico, la cerro y luego volvió a tomar el plato, miro con ternura a la joven y le regalo una enorme sonrisa.

─Me alegra que estés despierta─ dijo cariñosamente ─Descansa por favor─ agrego ya se dio la vuelta

─T~T~T~Tu ta~ta~tambien─ dijo sumamente nerviosa, el chico salio de ahí cerrando la puerta consuma delicadeza, la chica suspiro y se recostó en la almohada ─Este es un sueño hecho realidad─ comento viéndolos al techo ─Pero no debo quedarme así, tengo una vida que recordar─ hace una pausa ─¿Y si esta estas mi vida?─ se cuestiono mientras veía como Tikki volaba sobre su vista ─¿Después de todo, por que me traerían aquí?─ pensó con mucha duda


Miraculous: Las Crónicas de Dark Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora