Tiempo después VII

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"El"

Esta en Londres.

Resonó la voz de la asistente en tono serio y frío, el se levanto sudando, su cuerpo hervía y drenaba pequeñas cantidades de agua salada que se escurrian por la perfección de su cuerpo, con el dorso de su mano seco la transpiración de su frente, miro hacia su cómoda y fijo su vista en el reloj, cuatro y veinte de la mañana, como siempre, ya era rutina tener dicha pesadilla todas las noches, aunque no era tan pesadilla, aquello era un sueño hecho realidad, su temor más grande había ocurrido, su amada se había ido, y el era el único culpable de eso.

Los rayos de sol iluminaron la ciudad, el rubio se levanto pesadamente, miro por la ventana, se quedo ensimismado unos segundos y luego se cambio, bajo las escaleras con pesadez, listo para empezar una nueva jornada.

─Tu horario

Lo recibió su fiel asistente en el descanso de la escalera, como siempre ella hablo con tono frío y serio, este sonrió y tomo la tableta para ver su agenda, pensó por unos segundos viendo las anotaciones de la contraria, y luego le devolvió el dispositivo.

─Hoy me voy a tomar el día libre, ¿podrás encargarte?─ pregunto en tono de súplica

─Adrien. . .el encuentro es en tres días, tenes que encargarte de la organización, yo no. . .

─Nathalie─ la interrumpió antes de que pueda terminar su frase ─Relajada, se que lo harás bien

─Pero─ suspira y ve la cara de súplica que tenia el joven ─Bien─ agrego desganada

─¿Te dije que sos la mejor?─ dijo en tono seductor finalizando de bajar las escaleras

─Palabras─ musitó esta ─Cuidado con lo que haces─ el rubio paro en seco ─Te conozco─ finalizo esta y se fue al despacho que solía pertenecerle a Gabriel

El de ojos verdes sonrió ladinamente y salio de la mansión, su secretaria lo conocía bien, sabia que intensiones tenia, pero no podía contenerse, su amada estaba de regreso, y esta vez no sólo como Ladybug, si no como su bella Marinette; por fin el día que tanto había esperado llego, el día en el que sus verdaderos yo podrían hablar de lo sucedido, la charla que se debían desde aquel tragico día en el que ella huyo sin dejarlo defenderse.

─Mi princesa, por fin te voy a ver.

Susurro y comenzó a caminar, le hizo un gesto a su chófer indicando que el se iría a pie, y salió de aquella gran mansión. Camino un par de cuadras, con sus manos en sus bolsillos, mientras era observado por las féminas de la ciudad que suspiraban al ver su magnífica presencia, este solo tenia un semblante serio y miraba al piso sin prestarle atención a las demas, no le interesaban, el quería hacer las cosas bien, sus ojos y corazon tenian lugar solo para una chica, su amada princesa.

El timbre del departamento Dupain-cheng sonó sacando de lugar a los adultos que vivían en el, la mujer asiática miro a su marido de forma dudosa, su hija tenia las llaves del apartamento; por lo que era imposible que sea ella, y ninguno de los dos esperaban visitas ese día.

Ella se levanto lentamente con un semblante preocupado en su rostro, llego hasta la puerta de madera y la abrió con delicadeza. Detrás de ella estaba parado un chico, tenia zapatos marrones, jeans negros, una camisa blanca, una chaqueta color negra con detalles en azul, y en su rostro tenia una sonría amplia que si la mirabas bien parecía que se extendía desde una oreja hasta la otra.

─Buenos días, espero no interrumpir.

Dijo borrando su sonrisa, y cambiando su semblante por uno de preocupación, la mujer lo miro asombrada, no sabia de quien se trataba pero este parecía conocerlos, ¿acaso seria algún amigo de su hija?

─N~No molestas, ¿pero quien eres?─ pregunto intrigada

─Mi nombre es Luka, soy. . .soy el novio de Marinette─ dijo altamente sonrojado

─Adelante cariño, pasa─ lo invito a entrar de forma amigable ─Debiste decirlo desde un principio, perdón mi reacción

─No es problema madam, mi culpa por llegar de repente─ se disculpo entrando, seguido del pequeño que paso desapercibido ante la vista de la mayor

─No cariño, es culpa de Marinette; no nos dijo que vendrías─ contesto con molestia

─No, no es mi intención causar discordia, Mari no sabia que veníamos, fue sorpresa─ replico con algo de pudor

─¿Veníamos?─ pregunto confundida

─Si─ contestó sonriente ─Saluda Lucio

Dijo y miro hacia abajo, la mujer copio su accionar y dirigió su mirada al suelo encontrándose con un pequeño de aproximadamente cinco años, vistiendo una remera azul, jeans del mismo color y zapatillas de color naranja

Dijo y miro hacia abajo, la mujer copio su accionar y dirigió su mirada al suelo encontrándose con un pequeño de aproximadamente cinco años, vistiendo una remera azul, jeans del mismo color y zapatillas de color naranja

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(Ilustración del niño)

─H~Hola─ saludo tímidamente aferrándose a la pierna del hombre, este sonrió y acarició su cabeza


─Que niño más adorable─ comento la mujer con una sonrisa

─Si. . .se ve tímido pero cuando entra en confianza puede ser un verdadero desastre─ agrego el con una risilla de fondo

─¿Te gustan los macarons?─ pregunto esta amigablemente, el niño asintió ─Bien, allí en la cocina hay una bandeja llena, ve son tuyos─ el niño sonrió elevó su vista viendo al adulto, este le hizo una seña de aprobación, y este se soltó de su agarre

─Thank you─ agradecio y salio rápidamente hacia donde la adulta le había indicado

─Habla ingles─ susurro esta

─Si, y habla varios idiomas más─ la interrumpió tranquilo ─Le enseñamos todo lo que pudimos, aunque aun no comprende que solo debe usar el francés cada vez que habla aquí─ río divertido

─Se acostumbrará─ hace una pausa ─El es. . .

─Si─ la interrumpió rápidamente impidiendo que terminará su frase

─¿¡Cómo mi hija no me contó esto!?─ exclamó con leve molestia ─Tengo un nieto y no me lo dijo, ¡¡Tom, tenemos un nieto!!─ grito efusiva yendo hasta la sala, el joven la siguió tratando de calmarla, Marinette sin duda iba a matarlo cuando llegara.

Miraculous: Las Crónicas de Dark Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora