Miraculous: Las Crónicas de Dark Queen

Tiempo después LVIII

"Nos acercamos al final"
La amiga de papa

Los adultos se habían quedado en la sala después de haber degustado el postre helado, los padres de la azabache se habían despedido y ya se encontraban durmiendo, su día fue bastante pesado, tuvieron trabajo desde muy temprano y por esa razón se tuvieron que ir más temprano que el resto; la ejecutiva se quedó unos minutos mas, adoraba la compañía del resto y ahora con Marinette siendo ella nuevamente, menos ganas tenia de irse.

─No debes preocuparte─ hablo el roquero depositando tres tazas en la mesa diminuta que había entre los sillones ─David y Alya se encargaron de Lila─ se sienta al lado de su novia ─Convengamos que quedo ahí atrapada unos dias, se veía terrible

─Perdon─ se disculpo la de lentes tomando una taza ─Pero estaba tan enojada con esa arpía que me olvide de ella─ hace una pausa y bebe un sorbo de café ─Tampoco estaba tan enojada como para querer matarla

─Bueno, ya no es un problema─ acotó la de piel nivea tomando también la taza que le correspondía

─¿Por que tanto odio a esa tal Lila?─ pregunto el masculino con ingenuidad

─Nos mando a otra dimensión, ¿te parece poco?─ cuestiono su novia

─Pero ella estaba enojada por otra cosa─ replico el bebiendo de su taza

─Lila estaba─ hace una leve pausa y se corrige ─Esta enamorada de Adrien, y nunca supero que el me haya elegido

─Es una zorra─ acotó la adulta llamando la atencion del hombre

─¿Y tu problema es?─ cuestiono fijándose en Nathalie

─Lila es la chica con la que Adrien me engaño─ interrumpió la de ojos cielo ─Aunque el dice que ella lo drogo o algo así, que el no era el cuando se acosto con ella─ suspira

─Que locura─ acotó el ─Tan adorado es Adrien como para que todas estén locas por el─ comento terminando su café

─Era el chico más guapo de la clase, y no sólo guapo, tenia un corazón de oro, era tan bueno y amable─ suspira y desvía su vista al ver que su novio la observaba con molestia ─Supongo que eso llamaba la atención en las chicas─ finalizo con una risilla

─En todas─ agrego Nathalie con picardia

─Papi─ interrumpió el infante apareciendo desde detrás de los sillones ─¿Le diste a mami el saludo de la chica de ojos chiquitos?─ pregunto mientras se sentaba al lado de la ejecutiva

─¿Chica de ojos chiquitos?─ pregunto Marinette viendo a su amado algo extrañada, el se tenso

─Si─ rasca su nuca ─No tenia idea que ustedes se conocían─ suspira ─Kagami Tsurugi te envía saludos

Dijo rápidamente, la muchacha al escuchar ese nombre deposito la taza en la mesa y miro fijamente a su novio, de lejos la de lentes y el niño observaban la escena confundidos, la chica se veía algo consternada y molesta.

─¿De donde conoces a Kagami?─ pregunto viéndolo fijamente, su mirada era tan penetrante que asustaba

─La conozco, no es importante de donde, ¿verdad?─ dijo con algo de nervios

─¡¡Luka!!─ bufo cruzándose de brazos ─¿De donde?─ re pregunto

Luka suspira y se levanta, camina unos centímetros hacia adelante, y mira por la ventana evitando ver a su amada.

─No quiero mentirte─ hace una pausa ─Lució es hora de dormir, ¿Nathali quisieras acostarlo?─ pregunto en tono de orden

─Claro─ respondió levantándose instantáneamente

─Yo queria ver─ se quejo este tomando la mano de la asitente, luego ambos salieron por la puerta dejando a la pareja solos

─Kagami es mi ex novia─ soltó sin rodeos, para la contraria fue como un baldazo de agua fría ─Estuvimos juntos durante un año y medio, mientras yo estaba de intercambio en Japon─ hace una pausa y se sienta frente a Marinette ─Su madre no me aceptaba, por ser muy "comun", la obligó a que terminaramos, lo último que supe de ella antes de dejar el país e irme a América fue que su mamá la había enviado a otro país para corregirla

─Aqui─ susurro la azabache asombrada ─Ella vino a aquí, y casi se vuelve la novia de Adrien─ acotó perpleja

─Entiendo, es el perfil de chico que su madre buscaba.

─¿La olvidaste?─ pregunto seria

─Si─ suspira ─Me dolio al principio pero la olvide─ hace una pausa ─Y luego el destino me unió a ti─ hace nuevamente una pausa y se levanta ─Mi debilidad son las azabaches─ agrego coqueto y se sentó a su lado

─¿Ella te olvido?─ pregunto alejándose de el como si lo rechazara

─No lo se─ toma aire ─Ese ya no es mi problema

─Creo que no─ se levanta ─¿Por que me enviaría saludos, siendo tu ex?─ cuestiono mientras se paraba ─Nosotras nos llevamos mal, nos odiamos, no tanto como con Lila, pero no nos podemos ver─ suspira ─Ella intento acercarse a Adrien cuando nosotros eramos algo, y la tuve que poner en su lugar─ se empieza a desesperar ─Me odia, ¿y si viene por ti?

─Que venga─ replico el levantándose ─No me va a robar de tu lado, tu eres la dueña de mi corazón, y nadie mas─ la atrapa entre sus brazos, dándole un tierno abrazo ─Kagami no es nada para mi

─¿Estas seguro?─ cuestiono separándose

─Si amor, estoy bien seguro─ rasca su nuca ─¿Vos estas segura?─ soltó lapidario completamente serio

─¿De que?

─De qué me amas.

La azabache se quedó callada, no se esperaba esa acusación de parte de el, ¿como podía llegar a dudar sobre eso?, ella lo amaba, lo amaba mucho, el era el hombre de su vida, y nadie podría cambiar eso.

─Claro que estoy segura.

Respondió finalmente, el contrario se sintió aliviado, ella se sentó en el otro sillon y desvío su vista, estaba molesta.

─¿Por que dudas?─ cuestiono sin mirarlo

─Perdon, no soy así, pero te vi besandote con el─ soltó sin rodeos, ella se sorprende y lo mira ─Se que habías perdido la memoria, se que no te acordadas de mi─ suspira ─Pero le dijiste que te sentías bien a su lado, y prometiste que esa sensacion no se iría cuando recuperarás la memoria

Marinette se queda callada, por unos minutos recuerda el beso que le dio Adrien, y lo que sintió con el, era algo mágico y único, una sensación que hacía tiempo no sentía, que desgraciadamente Luka no le hacia sentir por más que dijera que lo amaba con toda su alma, ¿acaso se había engañado tanto a ella misma con amar al pelinegro, que logró encerrar sus sentimientos que ahora habían sido despertados nuevamente por el rubio?

─Tu silencio habla por vos.

Acotó el hombre sacándola de sus pensamientos, luego se levanto y se dirigió a la habitación, dejándola completamente sola.