Tiempo después LXIV

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"Nos acercamos al final"
Una gran familia feliz

─Quiero pedir disculpas.

Hablo el pequeño una vez sus padres llegaron, estaba sumamente arrepentido, los adultos miraron con admiración al joven, era tan pequeño, pero a la vez tan maduro, sin duda era el hijo perfecto que cualquier pareja quisiera tener.

─Creí que papa se iría de mi vida, estaba triste─ suspira ─Pero papa no va a a hacer eso, ¿verdad?─ el hombre negó con una sonrisa en su rostro ─La abuela Nathi me dijo que tener dos papas es algo muy bueno; que tendría más amor, y quiero tener más amor─ corre hacia los tres, los demás se agachan fundiéndose en un gran abrazo ─Los amo papas y mama

Estuvieron algogachanmo dijo ocupante varios minutos, hasta que se separaron, luego caminaron hacia la sala y se sentaron en el gran sillon frente algogachanmo los adultos mayores quienes los miraban con mucha alegría.

─Papá no se va a ir─ remarcó Lució con alegría sentándose entre medio de Sabine y Nathalie

─Bueno, campeón, en realidad el que se va sos vos─ acotó con pudor ─Seguro que ahora ustedes vivirán en la mansión

─¿Iremos?─ pregunto viendo a su padre rubio

─Solo si tu madre quiere gatito─ respondió alegre

─Bueno, en algun momento esa casa sería mi hogar asique porque no─ agrego ella con una sonrisa

─¿Escuchaste abuela?─ mira a la ejecutiva ─Iremos a la mansión─ comento feliz

─Escuche mi vida─ sonríe ─Por fin estaremos juntos como querías

─¡¡¡Si!!!─ exclamo más que feliz

─Seremos una gran familia─ acotó el rubio posando su brazo sobre los hombros de Marinette ─Una gran familia feliz

─Así es─ respondió ella y beso su mejilla

Las cosas habían cambiado mucho, jamas pensó que al regresar a París esto podía pasar. Después de azul infortunio que vivio de joven, y de rehacer su vida en Londres, pensó que todo quedaría alla, que se casaría con Luka y completaría sus sueños a su lado, olvidándose por completo del rubio que tanto había lastimado su corazón, pero mirenla ahora, había regresado a donde pertenecia y había perdonado a aquel chico de ojos esmeralda que tanto había amado.
"La vida no está escrita", pensó al recordar todo lo vivido, jamas hagas planes porque la vida te puede llevar por los caminos que ella quiera y cambiará tu mundo para siempre.

Los días pasaron y Marinette por fin se mudo junto a Lució a la gran mansión Agreste. Las cosas pasaron tal y como lo habían planeado aquella primera vez, Nathalie paso por ellos a las diez, fueron a comprar decoraciones y demás cosas; y luego regresaron a la mansión, exactamente a las once de la mañana; los tres bajaron de la limusina, caminaron lentamente hasta entrar en la mansión, a la chica se le estrujo el corazón, esto le traia malos recuerdos, al abrir la puerta detrás de ella se encontró con Adrien parado en el descanso de la escalera, con un esmoquin de color blanco, y un ramo enorme de rosas rojas en su mano.

─Esta vez si.

Susurro la asistente cerrando las puertas detrás de ellos, el niño soltó la mano de su madre y le dio un leve empujón, indicándole que vaya hacia el hombre, la de pelo azabache camino con miedo hacia el pie de la escalera y espero al encuentro con el contrario, el bajo lentamente con una sonrisa amplia pintada en su rosotro, luego se paro frente a ella y borrones sonrisa.

─Esta vez no nadie se interpuso.

Comento extendiendo el ramo, ella lo tomo tempranamente, rodando sus manos con la de el; este volvió a sonreír, ella olio las flores y las apretó contra su cuerpo, como si hubiera esperado ese momento durante mucho tiempo.

─No sabes lo feliz que me hace verte─ suspira mientras unas lagrimas rebeldes comienzan a descender por su rostro ─Temía no encontrarte otra vez

El tomo las mejillas de ella y con sus dedos pulgares seco las lagrimas que había derramando, luego dejo sus manos en esa posición y se quedó admirando la belleza de su rostro, atrás de ellos los otros dos observaban la escena con ternura, parecía un momento extraído de una telenovela lleno de amor.

─Siento lo de aquella vez, se que no lo podre reparar, pero por lo menos de aquí en más te voy a hacer muy feliz─ dijo y la beso, Lució y Nathalie aplaudieron y se acercaron a ellos ─Aun hay más.

Comento el rubio mientras hacia que Marinette se girará para quedar frente a los contrarios, detrás de ella estaba Lució arrodillado en el suelo, con una diminuta caja entre sus manos, a su lado la de mechón rojo sostenía lo que parecía ser un pergamino enrollado, luego de un garraspeo por parte del modelo, la asitente desplegó el papel y el niño abrió la caja. "Quieres casarte conmigo", decía la escritura, en la caja del joven había un pequeño anillo dorado con un diamante blanco en el centro.

─Si.

Respondió ella sin poder decir más nada, estaba emocionada por la gran sorpresa que le habían dado, no se lo esperaba en lo absoluto, el rubio la agarro de la cintura y la volvió a besar mientras los otros dos volvían a aplaudir de fondo. Todo marchaba bien por fin, todo estaba en su lugar, y la felicidad por fin reinaria de aquí en mas.

Miraculous: Las Crónicas de Dark Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora