Capitulo 30: La herida

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Los dos tórtolos se separaron, y se miraron de una forma enamorada; luego sonrieron mientras se apartaban sonrojados.

─Es vergonzoso de todas formas─ susurro ella ─Después de todo tu sigues siendo mi crush

─Entiendo m'lady─ respondió tranquilo

─Se me acaba de ocurrir una idea; debo ir a ver algo en la tienda del maestro fu─ hablo dándose la vuelta

─Bien, vamos─ dijo el efusivo

─¡No!─ lo interrumpió ella ─Te quedarás aquí reponiendo fuerzas─ hace una pausa ─Además, si me pasa algo deberás estar disponible para salvarme

─¿No sería mejor que te ayude a que no te pase nada?─ agrego con miedo

─Podríamos caer juntos, como Jade y Rena─ suspira ─Cuesta pero debemos hacerlo así, ¿puedo confiar en que harás lo necesario?

─¿A~A~A que te refieres?─ pregunto dudoso

─Si ella me llega a atrapar, prometeme que lo único que harás es proteger mi miraculous─ replico seria

─N~No puedo prometer eso─ respondió melancólico

─Adrien, por favor─ suspiro ─Ella no debe tenerlos, prométeme que solo te enfocaras en mi miraculous

─¿Y dejarte a merced de ella?─ respondió frenético tomándola por los hombros ─No puedo, simplemente no puedo prometer dejarte atrás

─Adrien─ dijo con lágrimas ─No hay tiempo, si no lo haces, jamás te voy a perdonar

Acto seguido se transformó y salio por la ventana, el rubio la siguió hasta el balcón y ahí ambos se despidieron en un cálido y fuerte abrazo.

─Cuídate.

Susurro el en su oido, ella se separo y le regalo una tierna sonrisa, luego de eso se alejo del lugar columpiandose entre los edificios con la ayuda de su yoyó.

Amor juvenil, es tan hermoso aveces, que me da ganas de volverme buena

─¿Pero que demonios?─ dijo Adrien dándose la vuelta y encontrándose con su majestad parada detras de el

─¿¡Demonio!?─ rie haciendo una pose ─Me han llamado de varias maneras, pero jamás demonio, buena innovación Agreste. . .

─¿Q~Que quieres aquí!─ pregunto sin moverse de su lugar, paralizado por el miedo que causaba la presencia de la contraria

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─¿Q~Que quieres aquí!─ pregunto sin moverse de su lugar, paralizado por el miedo que causaba la presencia de la contraria

─Cómo veras, vengó en son de paz, y es por eso que espere que Ladybug se fuera─- hace una pausa ─Ella no escuchara─ hace silencio ─Estoy aquí por quiero ofrecerte un trato

-─No─ la interrumpió seco impidiendo que termine

─¿Seguro?─ se mira las uñas ─Estoy segura que el pequeño Adrien quiere ver a su mami de nuevo

Miraculous: Las Crónicas de Dark Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora