Tiempo después XXXIX

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"Visita a la prision"

El joven azabache corrió hacia la mujer y de un gran brinco la abrazo por la parte superior de su cintura, la mujer poso sus brazos en las piernas de este para sostenerlo, al mismo tiempo que giraba y besaba sus mejillas.

─¡¡Mama te extrañe mucho!!

Exclamo con alegría, sonriendo efusivamente, la de lentes tenia razón, habían llevado un buen tiempo fuera de casa, para ellos no fue nada, pero para el joven fue una eternidad que parecía no tener fin.

─Yo también te extrañe mucho mi pequeño príncipe─ respondió esta bajando al niño

─¿Que hay de mi?─ cuestiono el hombre saliendo detrás de su novia ─¿A papa no lo has extrañado?─ agrego agachandose y extendiendo sus brazos

─Te extrañe mucho más papa.

Grito y corrió a los brazos del hombre, este los cerro y le aplicó fuerza al joven, este se reía al mismo tiempo que luchaba para safarse del apretón que su padre le daba.

─Yo también te extrañe mucho mi pequeño campeón─ hablo soltando al joven ─¿Te portante bien?─ pregunto fijando su vista en los adultos, estos sonrieron alegremente

─¡Si!─ exclamo corriendo hacia los dueños del hogar ─La abuela Sabi, y la abuela Nathi me llevaron de paseo todos estos dias─ hace una pausa ─El abuelo Tom me llevo de camping, y hicimos pan juntos, aunque se me quemo─ finalizo melancólico

─Me alegro tanto─ musitó su madre ─Y la diversión no termina ahi─ comento acercándose hacia ellos ─¿Te parece si mañana vamos a ver a la abuela Anarka?─ pregunto con una sonrisa

─¡¡Si!!─ respondió con mucha más alegría que antes ─Aunque a la abuela Anar no le agrada la abuela Nathi─ agrego pícaro

─¿Cómo es eso?─ preguntó su padre acercándose a el

─Si, un día la abuela Anar, y la abuela Nathi se pelearon porque Nathi me llevo al parque y la abu Anar nos vio, y cuando me pregunto quien era ella, yo le conteste, y no le gusto, y las dos pelearon, y la abu Anar me llevo de ahi dejando a la abuela Nathi muy triste─ contó tranquilo, su padre no podía creer lo que escuchaba

─¡Mi madre nunca aprende!─ bufo enojado dirigiéndose a la puerta ─Nathalie no ha hecho más que portarse bien con nosotros, y ella hace estas cosas─ continuo mientras a abría la puerta ─Ademas, ¿quien es ella para decidir a quien le dice "abuela" nuestro niño?─ agrego y salio hecho una furia del lugar

─¿Dije algo malo?─ cuestiono el joven

─No amor, papá y la abuela tienen cosas que hablar─ mintió ─¿Te parece si hacemos croissant?─ pregunto y los cuatro se dirigieron hacia la cosina

Luka salio del departamento endemoniado, no podía creer que su madre sea tan chiquilina, después de saber la verdad a el tampoco le agradaba que la asistente estuviera cerca de su hijo, pero esta se porto tan bien con ellos que era imposible devolverle su gratitud con malos tratos.

¿Cambiaras algún día?

Pensó y pateo una roca que había en el suelo, esta impacto contra un buzón y el hombre siguió con su caminar, calles más adelante, frente a su vista paso la elegante limusina de los Agreste a toda velocidad, el joven vio como esta se alejaba de el con suma prisa, preguntándose si algo malo habría sucedido.

¿Por que me preocupo?

Pensó crusando la calle, dentro de el había resentimiento por aquella familia, el era demasiado bueno, no podía odiar, pero la decepción que suma corazón tenia era muy grande, y no podía culpar a su amada, despues de todo, el único con la culpa ahí era Adrien Agreste, ese rubio egocéntrico que por ser millonario y famoso, se creía que podía hacer lo que quisiera con quien quisiera, o por lo menos eso pensaba Luka en ese momento.

Y mientras en el ostentoso vehículo, la mujer y el hombre iban en silencio observando cada uno por la  ventanilla que le correspondía, ninguno se atrevía a hablar, el aire estaba tenso y por una sola razón, la visita que estos dos estaban por hacer.

─Gorila, si seguis conduciendo así, haré que quiten tu licencia

Hablo con molestia sin despejarse del vidrio, el conductor apretó el volante y empezó a reducir la velocidad.

─No le hagas caso, esta molesta porque no la deje dormir─ interrumpió el rubio ─Y tiene miedo─ agrego burlón

─No tengo miedo─ replico despejando su frente del vidrio para mirar al contrario fijamente ─Conduce como un maniático, podríamos tenes un accidente

─Jamás te molesto su forma de conducir, no te desquites con el.

Contesto sin mirarla, el auto freno y los dos se chocaron con una vista que no querian ver ni en sueños, la prision de máxima seguridad de París, el rubio garraspeo y abrió su puerta, la ejecutiva hizo lo mismo, bajo, rodeo el auto y se paro al lado del rubio observando la puerta de metal. De repente un guardia dolio del lugar, camino a paso lento y fijo su vista en ambos.

─Bienvenidos─ hablo tranquilo ─El cuarto de visita ya esta listo, antes de verlo deberán someterse al registro corporal

Dicho eso se dio la vuelta, los dos trataron saliva y siguieron al uniformado; luego otro oficial distinto los guió hacia un cuarto, a Nathalie la reviso una oficial mujer, y al rubio un hombre, tras comprobar que ninguno poseía nada extraño entre sus ropas, ambos fueron sometidos al detector de metales, una vez que todo dio bien, los conducieron hacia una habitación con dos guardias de élite custodiando la puerta, dentro solo había una mesa y tres sillas, ventanas y puertas estaban aseguradas con rejas y una capa de acrílico transparente, más el vidrio y una tela metálica que impedía el paso de insectos.

─Esperen aqui─ advirtió el agente, los dos tomaron asiento

─Tranquila, solo es papa─ comento el rubio tomando de la mano a la mujer

─Eso es lo que me aterra─ contesto temerosa, el rubio pudo sentir como la mano de la mujer comenzaba a temblar levemente

De repente la puerta se abrio bruscamente haciendo un ruido tétrico que asusto a los contrarios, estos fijaron su vista en el lugar, encontrándose con el mismísimo Gabriel Agreste en persona.

─Que bueno verlos.

Dijo con una sonrisa, luego entro en el lugar, la puerta detrás de él se cerro abruptamente y de fondo se escucho la voz de un guardia diciendo "tómense su tiempo"

Miraculous: Las Crónicas de Dark Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora