Tiempo después XXIII

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"El pavo devuelta en accion"

La noche llego y la chica cayó rendida, su amado la arropó y luego se transformó, para salir y tomar algo de aire fresco, su cabeza iba a mil por hora, no podía evitar pensar en la otra noche, ahora entendía porque el rubio tenia su mirada triste mientras el contaba la historia de como conoció a su chica, todo cerraba, el porque Mari lo evitaba, su espontáneo enojo cuando el rechazo a aquella chica, y todo lo demás.

Viperion se encontraba saltando de tejado en tejado, iba en direccion a la torre haciendo algunas acrobacias, esto lo ayudaba a enfocarse en otra cosa y no pensar tanto.

Al cabo de unos minutos llego a la gran estructura de metal, símbolo de aquel país, con una sonrisa en su rostro cayó en la viga en donde anteriormente había conocido a los demas héroes y se dispuso a reposar ahí viendo el paisaje.

El lugar estaba ocupado ya, una figura masculina estaba sentada en aquella viga viendo hacia el horizonte, parecía tranquilo; el de turquesa se alegro al ver una cabellera dorada acompañando a la figura, pensó en Jade, era el indicado, necesitaba desahogarse con alguien, y su presencia era perfecta.

─¡Jade!─ saludo con algarabía parándose detrás de la figura

─¿Perdon?─ cuestionó la figura levantándose de su lugar y girandose, ahí el contrario se dio cuenta de que había confundido a Jade con Chat Noir, el mítico héroe parisino

─Perdon, solo me fije en tu cabello y te confundi con Jade─ se disculpo rascando su nuca

─¿Vos sos?─ fingió el gato desconocer su obvia identidad

─Soy Viperion─ hablo tranquilo sentándose en la viga, Chat sonrió y copio su accionar ─Héroe londinense─ agrego cerrando sus ojos para dejar que la brisa pegara en su rostro

─Londres esta muy lejos de aquí, ¿que haces en estos lados?, esta ciudad ya tiene protección─ el contrario río ante la egocéntria del hombre

─Estoy de visita, tranquilo no vengo a hacerte competencia─ respondió con serenidad

─Mejor, aunque dudo que París te ame como me ama─ río ante aquel comentario

─Con que mi querido Londres me ame, me basta─ río también

(. . .)

En la mansión Agreste las cosas no iban bien, la asistente había quedado sola en aquella gran mansión, lo que creían que era una simple enfermedad en realidad era algo mucho peor, el prodigio del pavo real si estaba haciendo efecto en la mujer, pero de una forma distinta a lo que lo había hecho anteriormente.

─Despierta.

Susurro una voz al borde de la cama de Nathalie, esta exaltada se levanto y se colocó sus lentes, era imposible que alguien le hablara, sabía que estaba sola, Adrien había salido hacia bastante tiempo y no escucho su regreso.

─¿Quien anda ahi?─ pregunto temerosa, tomando el botón de emergencia que tenía en su comoda, si algo o alguien la molestaba sus guardias lo sabrían.

─Soy yo─ agrego la voz, la mujer inspeccionó la habitación y en el fondo de esta se encontró con un figura azulada de espaldas a ella ─Como pudiste abandonar la misión─ volvió a hablar, segundos después  la figura se giro mostrando la identidad de quien hablaba, era ella misma vestida como Mayura, su forma como heroína lucia extraña, más esos ojos violáceos que en la oscuridad resaltaban de una forma aterradora

Miraculous: Las Crónicas de Dark Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora