Tiempo después II

42 7 1
                                    

"Regreso"

El vuelo 205 de British Airways había aterrizado en París, era el último de la semana, tras un gran evento de moda los aeropuertos y toda forma de entrar al país estarían cerrados, París estaría sitiada nadie entraba ni salia sin el permiso de la organización.

Una mujer de cabellera azabache bajo a paso lento por la escalera del avion, y se dirigió hacia la sala de arribo, recogió su maleta hizo su check out; y salio de aquel edificio.
Fuera de este esperaba una ostentosa limusina de color gris oscuro, a su costado aguardaba una mujer azabache, con lentes y un traje ejecutivo de color negro.

─¿Es enserio?

Pregunto la chica al ver a la mujer esperándola, la de mirada cielo sonrió ladinamente y soltó un leve suspiro informal que rompió con el protocolo que debía seguir

─Tranquila, el no envío por ti─ hace una pausa ─Ya sabes que la firma Agreste es encargada del encuentro fashion 2027, debo hacer esto con todos y cada uno de los diseñadores que vienen aquí─ vuelve a suspirar y abre la puerta del automóvil ─Es bueno ver una cara conocida

─Es bueno verte también Nathalie.

Contesto la mujer e ingreso en el carro, la secretaria hizo lo mismo, con ambas dentro, el chófer arranco y el auto empezó a moverse por las calles de la gran ciudad.
Era tan distinta a la última vez que había estado; cada plaza tenia una estatua de Ladybug y Chat Noir en ella, además de las de Rena y Jade, una gran nostalgia invadió a la chica quien comenzo a recodar todos los momentos vividos ahí, gustos dulces y amargos venían a su memoria que sola recordaba con solo ver los rincones por los que se dirigía el auto.

─Todo esta igual─ rompió el silencio la azabache contraria sin despegar su vista de su ventanilla ─Bueno. . .tal vez para mi

─Si. . .todo está igual─ replico con melancolía

─Me tome el atrevimiento de no reservarte hotel, creí que querrías estar con tus padres ¿hice bien?

─Has hecho excelente Nathalie─ contesto con alegría ─Eres la mejor

─Solo intuyo y actuó─ respondió orgullosa de sus acciones ─Aunque, me hubiera gustado poder bajar en la mansion

─No empieces. . .

─Si─ agrego en un susurro ─Se que no debo, prometí no hacerlo, pero cuesta

─Lo se mejor que nadie, pero ninguna eligió esto─ replico con tristeza

El carro freno frente a una gran panaderia, esta ahora ocupaba toda la manzana, sus padres si que habían estado entretenidos, y por suerte el negocio iba más que bien.

La puerta del automóvil fue abierta abruptamente por alguien, detrás de ella estaba una joven de ojos café y pelo castaño, llevaba puesto un delantal negro con el nombre de la panadería escrito en dorado, en el centro de este.

─Señorita Marinette, ¡bienvenida!─ dijo de una forma alegre, luego tomo la mano de la susodicha y la ayudo a salir ─Sancoeur─ agrego de forma despectiva viendo a la elegante asistente ─Tu pedido

Finalizo extendiendo una bolsa de color madera un tanto pequeña, la azabache la tomo, miro hacia adelante, hizo un gesto con la mano y su chófer entendió el auto, la chica cerro la puerta de una forma brusca y el automóvil se marchó de ahi.

─Mi maleta.

Susurro la ojos cielo viendo como la limusina se alejaba a alta velocidad de aquella pintoresca panadería.

─¡No!, esto es mi culpa─ hace una pausa ─Maldita Sancoeur─ bufo rápidamente mientras agitaba su puño viendo hacia donde la ejecutiva se había marchado

─Tranquila, Nathalie volverá con mis cosas, no hay problema─ sonríe amigablemente y se da la vuelta ─¿Tu eres?─ pregunto confundida, en su última visita la presencia de la muchacha era nula

─Soy Adeleine Monur asistente de sus padres

─Y rival de Nathalie─ agrego divertida interrumpiendo la presentación de la contraria

─Esa es una buena para nada─ hace una pausa ─Jamás le voy a perdonar que me haya robado mi puesto en la mansión Agreste

─¿Cómo?─ cuestiono la franco china

─Si. . .yo era la asistente ejecutiva de Gabriel Agreste, antes de que el se casará con su esposa, estuve a su lado desde el comienzo─ hace una pausa ─Un día enferme y tuve que hacer reposo, la señora Agreste le hablo a su esposo acerca de una vieja amiga que trabajaba como asistente, y asi es como ella llego a ese hogar, fue mi reemplazo temporal; y jamas se fue, dijeron que hacía mi trabajo mil veces mejor que yo y era más eficiente, me quede sin trabajo, todo por su culpa─ bufo apretando sus puños

─Dudo que Nathalie sea la culpable. . .Gabriel suele ser muy excéntrico con sus decisiones.

─Tienes toda la razón─ hace una pausa ─Hace dos años tus padres me contrataron y nuestros caminos se volvieron a cruzar, sus aires de grandeza me molestan, se cree que por manejar el imperio Agreste es dios.

─¿Ella maneja la firma?─ pregunto dudosa

─Si─ replico con furia

─¿Que hay del joven Agreste?─ pregunto siendo traicionada por su subconsciente

─Le cuento adentro, ¿le parece?, sus padres aguardan.

Mientras estas entraban en el lugar, no muy lejos de ahí, la lujosa limusina ingresaba en la mansión, estacionó frente a la puerta y la asistente bajo de el entrando en la ostentosa morada.

Adentro en el descanso de la escalera esperaba un joven rubio, bien arreglado, su pose era firme y su mirada reflejaba complicidad, llevaba puesto un saco de esmoquin color borravino, una camisa blanca, y nos jeans negros bien ajustados.

─¿Donde estabas?

Pregunto con seriedad, la mujer hizo un gesto de espanto y sorpresa, no se esperaba la presencia del hombre en aquel lugar.

─Sabes que me aterra que estés ahí.

Contesto apática caminando a paso rápido hacia el pie de la escalera, alzó su vista y sonrió ladinamente, el hombre hizo lo mismo y descontracturo su postura.

─Fui a recoger a una de las últimas diseñadoras invitadas al encuentro.

─¿Faltan muchos por asistir?─ pregunto bajando lentamente

─Quedan solo diez diseñadores de renombre, de China, Asia, Sudamérica, y un Cubano─ hace una pausa ─Tienen que llegar mañana antes de que el aeropuerto cierre

─Excelente─ hace una pausa y la mira fijamente ─¿A quien fuiste a buscar?

La mujer se tenso y desvío su mirada, el nerviosismo era evidente en su cuerpo, no podría evadir la respuesta aunque quisiera.

─Odio tus interrogatorios, sabes muy bien a quien fui a recoger─ se da la vuelta ─Ya se que revisas mis agendas

Dijo en tono de reto y se alejo de ahí haciendo resonar sus tacones en el piso de parqué, el rubio sonrió ampliamente y la siguio de cerca, necesitaba más información, y su asistente era la indicada para darsela.

Miraculous: Las Crónicas de Dark Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora