Tiempo después XXXVII

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"Gabriela"

Todos se habían retirado a la mansión Agreste, allí los adultos se encontraban reposando de aquel arduo viaje.

─Fueron seis semanas muy cansadoras─ hablo la de azul recostadose sobre un sillon

─¿Seis semanas?─ gritaron los tres asombrados

─Solo llevamos aquí cuatro dias─ explicó el pelinegro

─Aunque no deberíamos asombrarnos─ acotó Marinette ─De todos modos no estamos en el mismo tiempo que en casa

─Cierto─ destacó Nathalie ─Ellos aun son adolescentes

─Bueno, podemos dejar de hablar de esto─ interrumpió la rubia ─Me da dolor de cabeza─ todos la miran ella frunce el seño ─¿Nos van a decir quienes son o se van a quedar así?─ pregunto molesta

Nathalie se levanta de su lugar y sonríe, fija su vista en la chica y esta hace lo mismo, las dos se quedan viendo por unos instantes hasta que la ejecutiva aparta su mirada.

─Duusu, descansa─ dijo y autimatismante el traje dedaparecio expulsando a la criatura azulada de la joya

─¡¡Nathan!!─ exclamo exaltada

─Nathalie─ replico molesta

─Calmada Nathalie─ hablo el chico viendo la expresión de su asistente ─Nathan es el nombre de tu "yo" en este mundo─ suspira ─Aunque pensandolo bien, no hay mucha diferencia entre ustedes

─Hasta tienen la misma mirada─ re marco la rubia

─La mirada más fría que he visto─ acotó el rubio, los demás rieron la de mechón rojizo frunció el seño

─Entonces existen otros mundos, con mas Miraculous─ se escucho decir a una voz, automáticamente todos giraron hasta donde provenía esta ─Vaya sorpresa─ agrego

Los héroes fijaron su vista en una mujer de pelo rubio grisáceo alta de porte elegante, esta tenía puesto unos lentes que encerraban sus bellos ojos azules, de ropa poseía, una pollera de color rojo, un suéter color perla con una chaqueta blanca por encima, y un pañuelo rojizo que adornaba su cuello de forma elegante.

─Mama─ susurro la joven

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─Mama─ susurro la joven

─Mario─ hablo la azabache mayor tocando con sus dedos su prodigio ─Saca a Adriana de aquí─ ordeno con voz firme, el joven la miro dudoso, no entendía la extraña actitud de esta ─¡Ahora!─ exigió

El chico tomo a la chica, la cargo sobre su espalda y salio por un costado de la mansión, la joven le pedía que la bajará mientras con sus puños le daba golpes en su espalda, pero este decidió ignorarla y obedecer lo que la mujer le había dicho que haga, por alguna extraña razón esta estaba seria, sabia que algo malo pasaba alli.

─He leído miles de manuscritos, pero jamás supe acerca de otros mundos, con el mismo poder que el nuestro─ fija su vista en la secretaria quien estaba frente a todos con sus brazos extendidos ─Se supone que tu debes estar bajo mi servicio, como te atreves a sobrepasarme─ dijo con tono furioso al igual que apretaba sus puños

─Hice muy mal en seguir tu sombra, pero ya no mas─ hace una leve pausa  ─No pienso que Adriana pase por la misma pena que nosotros─ el Miraculous se ilumina y esta se transformada en Mayura, con rapidez lanzó sus abanico hacia la mujer pero esta lo tomo entre sus manos

─Pavo real─ hablo con seriedad ─Este Miraculous esta dañado, no podrás sostenerte por mucho tiempo─ quita su pañuelo mostrando el prodigio de la mariposa ─Te voy a mostrar lo que una verdadera portadora puede hacer

Dichas esas palabras el kwami ingreso en el broche y transformo a la señora Agreste en la poderosa Madam Moth, Natalie apretó sus puños y se giro fijando su vista en los chicos

─Vayan a esconderse─ ordeno, los demás se negaron ─¡¡Vayan!!─ grito, el resto asintio, huyendo de ahí ─Regresen a nuestro París, no importa que suceda─ grito dándo la espalda

─Me das vergüenza, debería haberte despedido hace años, siempre fuiste inservible y dudo que esta versión sea diferente─ espetó con furia tomando suceda bastón, con su dedo toco el centro y este se abrió liberando una mariposas blanca

─Eso es lo que crees─ hablo esta con aires de superioridad, en su mano tenia una de sus plumas ya cargada ─Debi detenerte cuando tuve la oportunidad

Grito con furia, la rubia intento llenar el akuma con su poder, pero juego tarde la azabache había lanzado la pluma y esta se había fundido con su bastón sometiendola a su voluntad, el antifaz azulado apareció sobre su vista, una estaba enfrente de la otra.

─No se que tan terrible sos aqui─ apretó sus puños mientras sus ojos se volvían cristalinos ─Pero vas a probar el daño que nos hiciste

Automáticamente Gabriela empezó a ver imágenes pasar por su cabeza, veía a una mujer de ojos verdes sonreír, portando un vestido rosa pastel, lucia muy parecido a el, su amado; luego la imagen cambio, la mujer presentaba a otra, esta tenía el pelo suelto, color azabache con un mechón rojo que tapada su ojo izquierdo, usaba unos jeans azules claro, una playera borravino, y una chaqueta también de Jean pero de un azul un tono más oscuro, esta sonreia ampliamente, al mismo tiempo que estiraba su mano; nuevamente la escena cambia, era un velorio, la rubia estaba en un cajón, el corazón de Madam Moth se estruja, le recuerda el velatorio de su esposo, ve como la azabache anteriormente descrita se acerca a un hombre, lo abraza y le susurra palabras de apoyo, un rubio más joven aparece con la mirada perdida y se arrodilla frente al ataúd de la mujer.

La escena vuelve a cambiar, ahora la mujer de pelo azul oscuro, con aquel mechón rojo que la adornaba, se encontraba tumbada en una cama al mismo tiempo que desviaba su vista, de repente un hombre se acerca a ella, y le susurra un "todo va a estar bien, relajate", la escena se vuelve negra y es reemplazada automáticamente por otra, la misma mujer ahora estaba tumbada en el piso, a su lado unos papeles estaban desparramados, parecían ser análisis medicos, frente a ella se observaba un hombre rubio, dandole la espalda, mientras una voz resonaba de fondo, "esto es una vergüenza, deviste tomar precaución, no puedo permitir que esto salga a la luz, desaste de esa cosa o me aseguraré de que desaparezca yo mismo", la mujer empieza a llorar, y el hombre se aleja; otra escena continúa la misma mujer ahora tumbada en la camilla de un quirofano, no hace falta describir lo que sucedia ahí; la escena se corta, todo se vuleve oscuro otra vez, y hay silencio, de fondo se empiezan a oir voces, "No seas patetica, deja de sufrir por algo que ni siquiera llegaste a amar; no te encariñes con el, nunca lo olvides estas para servirle, no para amarlo; no es tu hijo es el nuestro; deja de sonreir, no es digno de alguien como tu; no se como pude pensar que podrías ocupar su lugar; me das lastima; te despediria, pero no quiero arriesgarme a un escandalo; si te vuelvo a ver dándole ánimos, te aseguro que te irá peor; es la ultima vez que te encuentro cantándole para que se duerma; te quiero lo más lejos posible, recuerda es mi hijo; eres una pésima asistente, ¿así querias ser madre?, de la tortura que salve a ese bastardo"

─¡Basta!

Grito la rubia mientras lloraba sin consuelo, podía sentir en carne propia el dolor de aquella mujer.

Miraculous: Las Crónicas de Dark Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora