Tiempo después LXII

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"Nos acercamos al final"
Adiós

Después de aquella charla ambos jóvenes se abrazaron por primera vez en mucho tiempo, los dos tuvieron la oportunidad de explicar lo que había sucedido, la chica después de ocho largos años por fin se detuvo a escuchar con lujo de detalles las cosas que el modelo tenia para decirle, comprendiendolo de una vez, se sentía tan idiota por haberse dejado cegar por los celos y el resentimiento. Una disculpa basto para el, reconocía que tenia gran parte de la culpa, se dio cuenta lo hermosa que era su vida al lado de ella; y sabiendo que tenia un hijo, su vida era aun mas encantadora.

─Extrañaba el calor de tu cuerpo─ dijo el apretandola con fuerza hacia su cuerpo, como si no quisiera soltarla mas

─Yo también─ respondió ella acomodándose en su pecho ─Tu aroma también─ agrego

Continuaron así por varios minutos más, ella dejo de negarse lo que su corazón le decía, lo había extrañado y no tenia ganas de separarse de el, la distancia había ayudado para que se engañará de que no había espacio en su corazón para el joven de cabello dorado, pero ahora teniéndolo cerca ya nada de eso importaba, lo amaba y eso no había cambiado.

─Podrían dejar esto para despues.

Acotó una voz de fondo, los tórtolos se separaron rápidamente y se alejaron unos centímetros uno del otro, detrás de ellos se encontraba el hombre de pelo teñido con una maleta en su mano, y su guitarra atada a su espalda.

─Luka─ hablo ella acercándose a el ─¿Te vas?─ pregunto crédula

─Si─ respondió antipático ─Ya no tengo nada más que hacer en esta casa

─¿Que hay de Lució?─ cuestiono preocupada

─¿Estas segura que quieres que me quede mientras le dices que este es su padre?─ soltó molesto viendo con desprecio a Adrien

─Creo que es lo correcto, Lució te ama─ dijo agarrando sus manos ─Tienes que despedirte de el

─Esta bien─ suspira ─Lo hago solo por el

Las horas pasaron lentamente en aquella habitación, ninguno hablaba, Marinette estaba sentada junto con Adrien, el tenia una de sus manos depositada sobre el muslo derecho de ella, frente a ellos estaba Luka con la mirada perdida en el suelo, ninguno se atrevía a articular palabra, Menos la chica, ella estaba prácticamente en shock, de repente su vida dio un giro violento de ciento ochenta grados, alejándose de la única persona que la había apoyado en el pasado, "el juntos para siempre no es real", resonaron automaticamente en su cabeza las palabras que Marilyn le había dicho alguna vez, cuanta razón tenía.

De pronto el ruido de la llave en la puerta agrego sonido en el ambiente, los tres elevaron sus vistas y la fijaron en ella, por la entrada ingreso el matrimonio Dupain-Cheng, acompañados del pequeño quien había salido con ellos en la mañana  temprano, este caminaba feliz hacia el interior, con una diminuta bolsa en sus manos, cuando se percarto que una cabellera negra sobresalia del respaldo de uno de los sillones corrió hasta la sala y se abalanzó sobre su padre, al grito de "hola papa", el hombre correspondió fuertemente mientras trataba de no romper en llanto.

─¡¡Hola Adrien!!─ grito yendo en dirección al rubio y abalanzandose sobre el ─¡¡Mami!!─ agrego viendo que esta estaba a un lado de su amigo, ambos lo abrazaron al mismo tiempo ─¿Que haces aqui Adrien?─ pregunto curioso ─¿Vienes a jugar?─ cuestiono con el mismo tono, fijando su vista en su papa quien miraba al piso

─No pequeño, no vine a eso─ respondió el modelo lo más serio que pudo, de fondo el matrimonio observaba la escena con algo de intriga pero prefirieron no intervenir, se sentía la tensión en el aire

─¿A que viniste?─ indagó más curioso, Luka suspiro pesadamente ─Papi─ musitó y se acerco al hombre sentándose a su lado ─¿Estas bien?─ pregunto inocente, del otro lado los adultos no sabían como decirle la verdad

─Hijo─ hablo el roquero ─Sabes que te quiero mucho─ agrego elevando su vista, mostrando su rosotro empapado en lágrimas, el niño se sorprendió el nunca había visto a su padre así

─Si papa, y yo a ti─ respondió rápidamente con mucha preocupación en su voz

─Quiero que siempre me quieras─ continuo hablando ─Y que jamás me olvides─ finalizo bajando su vista, escondiendola nuevamente en el suelo

─Mama papa esta mal, ¿que pasa, que le sucede, hice algo malo?─ preguntaba con tristeza, el hombre se levanto y se paro de espaldas a la puerta, al chico se le cristalizaron los ojos

─Hay algo que tengo que decirte─ hablo ella seria, el pequeño la miro con intriga ─Tengo un secreto, que tal vez te cueste entender─ suspira y lo toma de sus hombros, para que el la mire fijamente ─Tu papa no es Luka─ el niño se suelta bruscamente y mira el lugar en donde el roquero estaba, lágrimas descienden por su rosotro, intenta hablar pero no puede ─Tu papa es Adrien─ finalizo y se alejo del niño

─¡¡¡¡NO!!!!─ grito enojado y corrió hacia Luka ─No quiero─ dijo aferrándose a la pierna del adulto ─Papa es papa, no quiero que sea el─ se da cuenta de la maleta del adulto ─¿¡Te vas a ir!?─ cuestiono con dolor ─Papa se va a ir por tu culpa─ grito con más molestia que antes fijando su vista en el modelo ─Te odio Adrien, te odio─ grito con todas sus fuerzas, abrió la puerta y salio de ahí, Luka intento frenarlo pero le cerro la puerta en la cara

─Ven lo que hicieron─ remarcó el teñido y abrió la puerta para ir tras el niño

─Vamos─ agrego Marinette y salio tras de Luka

Adrien miro a sus ex suegros, les hizo una seña para que se quedaran tranquilos y también salio corriendo en busca del niño. Abajo en la calle Luka y Marinette corrían en la misma dirección, pero lo que no sabían estos era que estaba corriendo sin rumbo, ya que Lució había ido en la dirección opuesta.

Miraculous: Las Crónicas de Dark Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora