Tony y Steve mantienen su relación secreta mientras los demás siguen creando caos y problemas divertidos.
Nuevas parejas, parejas que se separan, superheroes nuevos y mucha diversión más.
Segunda parte de Avengers Academy WhatsApp.
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―¿Y cómo nos comprometeríamos? ― pregunta Tony con verdadero desconcierto. Steve sonríe con cierta cautela.
―Danny me dijo algo hace una semana, más o menos ― comienza a decir el rubio sin quitar su gesto ―. Me dijo algo sobre una ceremonia de manos y velas ―. El castaño siente lentamente, sin saber muy bien lo que se está metiendo. Sin embargo, una parte de su cerebro le grita que acepte sin dudar, opacando a la que dice que en realidad no le importa ―. Todo depende de si tú quieres hacerlo o no ―. Dice girando se para verificar que sus amigos no hayan escuchado nada, justo cuando en la mente de Tony se pelean dos decisiones contrarias.
―¿Cuándo lo hacemos? ― pregunta, dejando ganar a la parte que iría a cualquier lugar detrás de Steve, sin necesidad de respuestas claras o planes. El capitán sonríe ampliamente antes de colocar sus manos alrededor de la de su pareja.
―Entre lo más pronto mejor. Sólo debemos decirle a Danny ― responde el soldado.
Stark levanta su mano para llevar una de las de Steve a su boca y besar suavemente el dorso, dejándole al capitán una extraña sensacion que le cubre todos los músculos del brazo. A Tony le dan ganas de mandar la propuesta de sus amigos a la mierda y llevarse a Steve al otro lado del mundo en ese mismo instante, pero se controla, se limita a sólo entrelazar sus dedos y esperar que eso sacie aquel anhelo tan repentino que lo ha invadido, mientras se pregunta cómo es que terminó tan perdidamente enamorado de aquel rubio que consideraba soso e insoportable en las primeras semanas de conocerlo.
Kamala señala a Quill y Scott, indicando que su proposición ya viene, tratando de interrumpir el momento que los chicos comparten, sin embargo, no lo logran por completo.
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Quill aprieta la caja en su mano, la cual sacó apresuradamente por los nervios. La pasea suavemente hacia los lados, inconsciente de las múltiples hormigas que llevan otra caja a la mano de su novio, debajo de la mesa para ser discreto. Cuando el castaño deja su tenedor sobre la mesa y un mesero pasa para poder recogerlo, antes de que una mesera les acerque dos copas de champaña y las coloque en frente de cada uno. El cobrizo sabe que el momento ha llegado, pero no sabe quien deberá comienzar.
