Avengers Academy WhatsApp II.

Thor-nillo.

Loki comienza a correr hacia el Bifrost. Necesita huir, necesita largarse de ahí en ese instante. Tony coloca la mano en el vidrio. Necesita que el tiempo rebobine. Thor corre deprisa, pero ve a su hermano correr en diferentes direcciones. Sabe que su hermano se irá para no tener que hablarle. Steve mira el minutero avanzar lentamente. Sabe que su novio se odiará si él está enfermo, no importa lo que le diga.

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Kamala escribe en su computadora. Su habitación está a oscuras y sólo la luz digital de su ordenador le ilumina la cara. Lleva escribiendo por más de dos horas y media seguidas, los dedos le comienzan a doler, pero no le importa. La heroína se concentra en sólo la historia que está escribiendo. Siempre intenta ocupar sus sentimientos para impartir algo a sus personajes, pero la mayoría de sus sentimientos siempre son positivos, así que necesita aprovechar ese sentimiento negativo lo mejor que pueda.

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T'challa ha tomado más de cinco sodas en menos de diez minutos, está notoriamente nervioso y Bucky no ayuda a que ese sentimiento aminore.

―Si no me dices que te sucede no podré ayudarte― declara Bucky poniendo su barbilla sobre las palmas de sus manos y mirando atentamente a su amigo―. Aunque da igual, de todas formas estamos condenados a la calamidad y el infortunio―. Añade antes de encogerse de hombros.

―Eso no me ayuda, Lobo Blanco, es al contrario― dice antes de pedir su sexta lata al camarero robótico―. Escucha, tengo una cita esta noche, con Ororo―. Dice poniendo sus mando sobre las mesas.

―Podrías recordarme quién es― pide Bucky con el ceño fruncido. En ese momento no tiene su cuaderno junto a él, entonces hay cosas que se le olvidan.

―La chica del cabello plateado― dice T'challa amablemente. Bucky asiente con la cabeza al recordarla―. Y necesito apoyo moral, porque el que me dan Okoye y Shuri no sirve de nada. Necesito que me den ánimos―. Recuerda laa constantes burlas de Shuri sobre que jamás se casará por su horrible sentido del humor.

―¿Y quieres que yo sea ese apoyo?― Bucky cuestiona y el rey afirma con la cabeza―. Lamento decirte, T'challa, que has optado por la persona errónea. Hay días en los que ni siquiera tengo ánimos suficientes para levantarme por las mañanas―. El soldado aclara como si fuera lo más normal del mundo. La soda de T'challa llega y éste la abre con habilidad. Sabe bien que a su amigo le falta un tornillo.

―Entonces estoy… ¿Como dicen ustedes? ¿Jodido? ― el soldado del invierno dice que sí―. Estoy Jodido.

―Tu aflicción me termina recordando que lo único bueno que hay en este mundo es la capacidad de distraerse. Por lo tanto, intentaré ayudarte escuchando tus dudas e inseguridades― la pantera agrádese en silencio mientras siente que su lengua se lastima con tanta azúcar, pero aún así sigue tomando refresco.

―Lo que me preocupa es esto: ella tiene demasiados secretos― T'challa deja su lata a la mitad―. De verdad, son demasiados. Incluso yo que soy rey de una nación que permanece bastante escondida, tengo menos confidencias a mis espaldas que ella―. Dice mientras coloca una mano en su pecho.

―Tal vez no es que tenga demasiados secretos, tal vez es que todavía no te tiene la sufren te confianza contigo para contarte todo sobre ella y su historia― argumenta Bucky con el tono calmado, o más bien, deprimido de siempre―. Mi consejo es que esperes hasta que ella se sienta lista, pero si pasa mucho tiempo y ella sigue sin dejar que te acerques y tú comienzas a incomodarte e impacientarte, dile que te lo cuente―. Aconseja Bucky mientras T'challa afirma decidido.

―Vaya, ese fue un buen consejo― le reconoce el rey.

―Normalmente te aconsejaría que te suicidaras, pero hoy amanecí menos triste― contesta como agradecimiento y T'challa le sonríe sin saber que otra cosa hacer. Detrás de él Nat aparece para tocarle el hombro, signo de que debe irse―. Debo despedirme por hoy, T'challa. Espero que tu vida tenga un poco de sentido y felicidad artificial gracias a esta cita―. T'challa se despide con la mano, sabe que eso es lo mejor que Bucky podría desearle a alguien. Mira su reloj en su muñeca y se da cuenta que tiene que irse o llegada tarde.

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Janet camina a paso lento, sostiene un plato de galletas mientras se dirige al laboratorio de Pym. Sonríe ante todos, a la mayoría le parece una chica bastante extraña y alocada, que apenas tienen tiempo de detener y que defiende a Tony casi a los golpes, por ello se les hace tan raro verla tan calmada en ese momento. Toca con dos leves dolores de sus nudillos al llegar a la puerta del laboratorio.

―Adelante― dice Pym con voz emocionada, como siempre. La castaña empuja la puerta con su cadera y su sonrisa aumenta al entrar, pero Pym no la mira.

―Te he traído galletas― alza el plato para llamar su atención, pero el rubio no voltea―. Son de chispas de chocolate y juro que sólo se me quemaron dos―. Añade, sin embargo el científico le presta toda la atención a una muestra que tiene en frente. Ella suspira.

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Natasha camina junto a su novio, pasan al lado del laboratorio de Pym y ven a Janet entrando en el con algo en las manos, ninguno le toma importancia, mientras nada explote todo estará bien.

―Hay comida china que quedó de ayer, pero podríamos comer otra cosa si quieres― comenta Nat y su novio la mira pensando en qué sería apto para cenar.

―Necesitamos aprender a comer para tener una supervivencia más decente y económica― contesta y Nat lo acepta en su mente, pero sabe que ninguno es bueno cocinando―. No obstante, podríamos comer la comida china y robarle queso al hombre de Hierro―. Concluye mientras piensa en llamar a Tony.

―No podemos robarle queso, todavía no llega su pedido y su alacena está vacía― Nat se encoge de hombros. Bucky la mira desilusionado.

La luna, algo en el ambiente, tal vez esa pesadez y el pesar de un amor que puede ser frustrado caen sobre la conciencia de Bucky. Todo eso le recuerda a una noche… Una de hace bastante tiempo, de la época de la que casi no tiene recuerdos y nadie que le diga que ocurrió. Se presenta rápida, clara, fuerte y como un dolor de cabeza de un segundo. Una memoria de él golpeado a Natasha, agrediendola física y mentalmente mientras ella está en el suelo, más joven pero no menos hermosa de lo que es ahora. Nat entra a la residencia sin fijarse si Bucky la sigue o no, pero él está sujetando la puerta con fuerza sintiéndose enojado por lo que pudo haber hecho.

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Scott está doblando la ropa, esta semana le tocó a él hacer la lavandería. Toma una de las camisas de Quill, la mira y sonríe con bastante alegría. Coloca la prenda debajo de su barbilla para poder plegarla, de pronto cae una tarjeta con la cara de Gamora en ella con la frase: "Face Melters". Hay más personas atrás, como Bucky con su guitarra, Thor con un bajo, Gwen con su batería, Drax con un teclado― ya que había decidido tocar eso porque Gwen sería la encargada de la batería― y Task Master con una guitarra en forma de costillar. Todo eso no importa, nada resalta más que la cara de Gamora. Sobre todo está ella. Scott toma su comunicador y llama a Rocket, necesita resolver asuntos pendientes.

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Matt está acostado boca abajo en su cama, se tapa la cara con una almohada intentando dormir, sin embargo alguien no piensa dejarlo.

―Levántate, vamos a cenar― Frank se está colocando una playera negra, ya que jamás compra de otro color, y mira a Matt con atención.

―Tengo sueño― le contesta el pelirrojo con notorio cansancio. Frank arquea las cejas y lo mira. A Matt sólo lo cubre la sabana de su cama desde la mitad de la cintura.

―No me importa. Vámonos― dice el azabache esperando a que su novio se levante, mas éste no piensa hacerlo. Murdock toma las esquinas de la sabana para taparse por completo, ignorando olímpicamente a Frank―. Tengo hambre, vamos―. Castle se acerca para picarlo con su mano―. Muévete, bulto sexi―. Dice antes de intentar quitar la manta pero el abogado se resiste.