— Hyung.— TaeIl se volteo ante el llamado de uno de sus menores, DongHyuck, quien ese entonces tenía doce años.
— Dime, Haechannie.
Ambos estaban alejados del grupo, sentados frente al lago sobre un tronco caído. Uno al lado del otro, el menor tenia sus piernas cruzadas y miraba directamente al agua mientras que el más alto lo observaba solo a el, a la forma que sus labios se abrían levemente mientras miraba al agua reflejar la luz de la luna, sus ojitos tenían el brillo que tanto le gustaba, su cabello castaño se movía ligeramente con el viento y sus manitos jugaban con la rotura que tenía su pantalón de jean.
Kim DongHyuck era arte puro. Era lo que hacía que el corazón del joven de quince años se volviera loco.
— ¿Ya diste tu primer beso?
A lo lejos se podían escuchar los ronquidos de su familia, y el hablar dormido de Mark. Eran los únicos dos despiertos y agradecía eso.
— Si, hace unos años.
— ¿Qué se sintió?
— Pues depende, si no es la persona correcta se sentirá como un choque de labios sin importancia. Debe ser con la persona indicada y se sentirá como fuegos artificiales, como una explosión en tu interior.
— ¿El tuyo fue con la persona indicada?.— El mayor negó con una pequeña sonrisa.
No fue con el, quiso decir, pero no sé ánimo.
— No Hae, por eso tú tienes que esperar.— Acarició la cabeza del otro con cariño.
— Pero yo no quiero esperar.— Hizo un adorable puchero que derritió al más alto.
— ¿No?.— El castañito sacudió la cabeza negando.
— Quiero que me lo des tu, Hyung.— El mayor creyó haber oído mal, así que se volteo quedando enfrente de su menor.— ¡Por favor!
— Pero, hyuckye…— HaeChan tomo el brazo del casi adulto y lo sacudió.— No hagas un puchero.
— ¿Por qué? ¿Te tiento?.— El atrevido jovencito abulto aún más los labios y se estiró quedando cerca del rostro de TaeIl quien ya estaba al borde de dejar que sus impulsos hagan lo que quisiesen.
— Hae.— Seo lanzó su control a la basura cuando el menor se acercó tanto que sus narices rozaban y sus labios estaban a nada de tocarse.
— Por favor Hyung, hazme sentir fuegos artificiales.— La suave vocecita de Kim acarició su oído y lo estremeció.
Sus labios se encontraron con los del menor en cuestión de segundos, explotando pirotecnia dentro del cerebro del más chico. Ambos tenían los ojos cerrados. TaeIl elevó sus manos y acarició las mejillas del moreno mientras movía sus labios lentamente para no asustar al chico con algún movimiento brusco.
Era el primer beso de su pequeño amor.
A TaeIl le costaba admitirlo, pero amaba a ese jovencito con su vida. Ese mocoso que lo perseguía a todas partes y tenía la costumbre de abrazarlo y tomar su mano, lo amaba tanto que dolía.
Dolía por que sabía que no tenía mucha oportunidad a su lado, por su edad, y por que no era nada comparado a la perfección de DongHyuck. Por que esos dulces ojitos castaños, incomparable inteligencia, amabilidad, ternura, cabellos suaves y rizados, adorable nariz y sobre todo sus finos labios se merecían mucho más de lo que TaeIl tenia.
DongHyuck se merecía el mundo entero.
Los rojizos belfos del más chico ahora se movían tímidamente sobre los suyos.
El hecho de que lo haya escogido a el para su primer beso revolucionó todas sus ideas, quizás… quizás si había oportunidad.
Quizás podría esforzarse al máximo para darle a su dulce niño todo lo que se merecía.
Esa podía ser la puerta a toda una vida junto al morenito. A poder disfrutar más seguido de esos dulces labios de ensueño y las pequeñas manos sosteniéndose de su cuello mientras acariciaba los cabellos oscuros.
— Hyung, despierta.— Una mano movió su hombro repetidamente.— Los chicos ya llegaron y Papá quiere decirnos algo.— El toque se volvió más insistente y TaeIl no tuvo otra opción que despertar.
Otra vez había soñado con el menor de los Kim, con ese memorable día en el lago hace un año en el que se adueñó del primer beso del castaño.
Ese momento se repetía en su cabeza cada día, como si fuera un recordatorio de que amaba a ese niñato más que a cualquier otra chica o chico de su edad.
— ¿Hyung?.— Mark lo volvió a llamar, estaba parado junto a su cama mirándolo desde arriba.— ¿Vas a levantarte o no? ¿No quieres saber qué es lo que nuestros papas tienen para decir?
— Claro que quiero.— Murmuró tras un bostezo. Se levantó de la cama y se dispuso a buscar una camisa para no tener que salir con el torso descubierto.
— Hyung.— Lo volvió a llamar el ahora hermano del medio, aunque siempre sería su amado hermanito.
— Dime.— TaeIl se puso una remera blanca y se acomodó el pantalón deportivo con el que dormía. Se dio vuelta notando los nervios de su menor.— ¿Qué ocurre, Mark?
— ¿Tu creer que DongHyuck se enamoraría de alguien como yo?.— Confesó su inquietud dejando sorprendido al mayor.
— ¿Te gusta DongHyuck?.— El ahora azabache asintió avergonzado. El río tratando de ocultar el dolor que sentía.— ¿Por qué no habría de enamorarse de alguien como tú? Eres guapo, inteligente y talentoso, estoy seguro de que el corresponderá tus sentimientos.
TaeIl se dio cuenta de que su “quizás” se estaba desvaneciendo. Si Mark amaba a DongHyuck el no tenía lugar en la ecuación. MinHyung y DongHyuck eran el uno para el otro y TaeIl recién se daba cuenta.
El había dicho que DongHyuck se merecía el mundo entero y Mark podía dárselo. Tenía el talento para ser el mejor músico y el menor sabía aprovecharlo. Juntas sus voces sonarían fabulosas.
¿Quién era el para meterse en tal perfecta dupla? Mark, Hyuck, eran el uno para el otro.
— Oigan tonto y retonto.— El dueño de los suspiros de ambos hermanos apareció apoyado en el umbral con una pícara sonrisa.— Sus padres dicen que solo faltan ustedes y nos pasan el chisme así que muevan sus gordos traseros.
Los Seo dejaron de sonreír embobados para ponerse en marcha y obedecer a su amado. El primero en salir fue Mark, quien paso por al lado del castaño con un notable sonrojo. DongHyuck detuvo a TaeIl antes de que pusiera un pie fuera de la habitación y lo empujó dentro una vez que MinHyung se había alejado.
HaeChan entro y cerró la puerta para lanzarse a los brazos de su bonito Hyung. Rodeo el cuello del ligeramente más alto con sus brazos y unió sus rostros en un anhelado beso. TaeIl no pudo evitar tomar las delgadas cinturas del castaño entre sus dedos y corresponder el contacto.
Por más que TaeIl trataba de decir que DongHyuck no era para el su morenito no dejaba de darle aquellas muestras de afecto que lo confundían.
Cada día después de aquel beso en el lago DongHyuck lo arrastraba a la perdición cuando tenía la oportunidad. Besándolo, acariciándolo y siendo el adolescente precoz y hormonal que era.
— Hyuck.— El menor no lo dejó hablar ya que tan pronto se separaron comenzó a darle piquitos continuos.— Haechannie tenemos que ir.
— En realidad.— El menor se separo ligeramente de su cara sin dejar de mirar a esos ojos que tanto amaba.— Ellos dijeron que esperarían a que te bañes así que…— Besos húmedos se comenzaron a esparcir por el cuello de Seo.
— No, DongHyuck ya te dije que no.— Separo al menor quien lo miro con un puchero.
— No me gusta que me digas DongHyuck.— Reprochó volviéndose a unir con su Hyung.
— Vamos a oír el chisme, Haechannie.— El mas joven asintió satisfecho y salió detrás de su Hyung llegando a la sala donde todos los esperaban.
— Bien, Familia, hoy los hemos reunido por que queríamos darles una gran noticia.— El menor de la pareja hablo con una inmensa sonrisa mientras el castaño claro se acomodaba en un sillón junto a su padre, hermano y cuñado. En el mango de ese mismo sofá estaba HanSol con Yuta sentado sobre sus piernas. Los tres hermanos Seo se pararon frente a sus padres, TaeIl estaba detrás de los menores abrazando por los hombros a sus dos pequeños. JaeMin daba pequeños saltitos emocionado y Mark miraba expectante.— Dilo tu.— Le indico Ten a Johnny que tomo aire y abrió la boca para hablar.
— Ten y yo…
— ¡ESTOY EMBARAZADO!.— El grito del tailandés asusto a todos y los dejo boquiabiertos.
Los hermanos menores chillaron y corrieron a abrazar al azabache mientras que TaeIl se acercaba con una sonrisa a su papá John.
— Estoy muy feliz por ustedes, papá.— Le murmuró en su oído mientras lo abrazaba.
— Yo también hijo.
El hombre a quien más admiraba beso su cabeza y TaeIl palmeo su espalda.
Al fin su papá estaba siendo feliz como se lo merecía, después de tanto sufrimiento.
— Gracias por hacer tan feliz a esta familia, papá.— Abrazo a Ten mientras esté lagrimeaba por lo que acababa de decir.
— Tu no tienes idea lo feliz que me hace esta familia a mi. Creí que estaría solo por siempre y ahora mira, tengo cuatro hermosos niños y un estupendo hombre que me cuida.— Volvió a abrazar a Ten.
Se separo de ellos para observar a sus tíos y amigos que los veían enternecidos.
— Se lo dije, suegrito.— JungWoo estiró su mano al japonés esperando pacientemente que este pusiera unos billetes en ella.
— Realmente creí que dirían que iban a casarse.— Se lamento Yuta el haber perdido la apuesta que había hecho con el noviecito de su hijo.
— Felicidades chicos.— DoYoung se acercó a ellos y los abrazo a los dos juntos seguido de HanSol quien tomó en sus brazos primero a aquel joven al que rescató de un infierno para traerlo al lugar donde consiguió formar una hermosa familia.
— Gracias por todo, Doc.— Ten lloro en los brazos del médico y al abrazo se sumó Yuta.— Y a ti también Yuta, agradezco al universo por haberlos puesto en mi camino.
— No me alcanza la vida para agradecerte el haber guiado a mi al amor de mi vida cuando más lo necesitaba.— Johnny abrazo a su ahora mejor amigo y luego al japonés.
— Felicidades.— JungWoo y Lucas fueron los próximos en acercarse tomados de la mano y envolviendo a la parejita mayor entre los dos.
— Felicidades mi querido tío.— HaeChan se acercó y abrazo con fuerza al embarazado.— Y a ti también YoungHo.— El americano rodó los ojos, ese mocoso siempre sería su mayor dolor de cabeza.
— Gracias, Satán.— DongHyuck pellizco el trasero de su tío haciéndolo chillar como niña.
— Y ustedes también hermanos mayores.— Se acercó a Nana y lo envolvió en un abrazo mientras gritaban y chillaban.— Se que serás un gran hermano Nana.
TaeIl fue el próximo en recibir al moreno en sus brazos, escuchando sus felicitaciones mientras acariciaba su cabello y se mecía de un lado para el otro.
Y por último fue Mark. TaeIl miro atento como el cuerpo de su pequeño amor cabía perfectamente en los brazos de Mark. Su cabeza quedaba en el pecho del mayor y este lo tomaba por la cintura mientras reían y hablaban en voz baja.
El corazón de TaeIl dolió, sabía que no podía hacer nada.
Mark y Hyuck eran el uno para el otro.
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Back To you [NCT] (Cancelada)
Fanfic"No hay habitación para ti, ya todo está terminado" "No volveré a ti" "Cuando te veo llorar enloquesco" "¿Por qué me haces esto a mí?" "Ahora dices que quieres volver a mi mundo pero eres demasiado para mí" "No me hagas esto, no me sacudas más, no...