Cap. #7 "Deseos de matar"

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Narra Monique

Regrese a la fiesta, Zilda debía estar buscando o podría también estar besuqueándose con Niall ellos realmente me parecían muy adorables ya que aunque ambos fueran unos empalagosos de primera siempre estaban haciéndose bromas, tal como mis padres las hacían cuando éramos felices, y eso fue mucho tiempo atrás

*Flashback*

Estábamos en un típico desayuno dominical con mis abuelos, todos comíamos en silencio pero no un silencio incomodo era más bien un silencio que todos compartíamos y que generaba paz. Los huevos revueltos junto con queso sabían deliciosos mientras tomaba un sorbo de jugo de naranja mi abuelo hablo.

- ¿Qué haremos hoy?- lanzo y yo alce la mano

- Podríamos ir de día de campo al bosque que está en Dijon- exclame entusiasmada

- Monique querida, tiene apenas dos semanas que fuimos- me reprimió

- Es hermoso, no la culpo hija- dijo mi abuela por eso la amaba- además creo que mi me encantaría ir ahí de nuevo, esa ciudad amurallada de verdad me cautiva

- Siempre la apoya suegra- dijo mi padre- ese juego sucio entre ambas va a terminar hartándome

Y vaya que los termino hartando, ese día me llevaron a Dijon tal como lo había pedido mi abuela y yo corríamos alegres alrededor de un árbol ancho mientras mi abuelo intentaba capturarnos y mis padres estaban a la orilla del lago, era una hermosa escena, mi padre estaba abrazando a mi madre mientras ella descansaba su cabeza en el hombro de él, ella lo miro a los ojos y bueno se besaron, solo sé que era uno de los momentos en los que me encontraba completamente feliz, infinita.

*Fin del Flashback*¨

Cuando por fin encontré a Zilda entre la gente, Niall nos llevó ya que ella había bebido un poquito de más y ya estaba riendo por absolutamente todo.

Una vez que llegue a casa, bueno mi dormitorio me deshice de mis zapatillas, y me tumbe en mi cama pensando en todo lo que había hecho con Harry, no hablaba en serio cuando le decía que nadie se acostaba conmigo a menos que yo lo quisiera.

Pero con Harry las cosas son diferentes, su voz es absolutamente un sueño, sus ojos, su cabello y sus labios son la mezcla perfecta, pero nada se compara con la sensualidad de esos tatuajes que recorren su cuerpo, realmente todo él es capaz de volver loca a cualquier mujer. Pero lo único que podía pensar era en lo bueno que debía ser en la cama y que ahora como buena iniciadora e incitadora de sus instintos animales, simplemente estaba atrapada con sus encantos.

Desperté en mi cama sudando, como si ese sueño fuera de lo que dependiera mi vida, soñar a Harry solo con sus bóxer atado a mi cama, amordazado indefenso, lleno de placer por mi culpa, intoxicado de lujuria, sucumbiendo a mis encantos y deseos, gritando mi nombre entre gemidos y suplicando un orgasmo que solo yo puedo darle.

Narra Harry

Me drogue durante las siguientes dos horas y Salí a toda velocidad en mi camioneta y llegue al pueblo siguiente entre en un bar de mala calaña me senté en la barra y vi a una prostituta bailar y me senté a verla junto con mi copa de whisky en la mano, busque un papel y un bolígrafo se lo metí pegado a un billete y le dije que la esperaría afuera, necesitaba más sexo, mi sexo ardiente me lo reclamaba.

La bailarina al final de su acto bajo a la barra, ambos subimos a la camioneta y la lleve hasta un lugar recóndito de un bosque alejado y apartado, comencé a besarla, tocarla. Sus implantes de senos se sentían tan falsos, nada comparados con los de Monique que aunque no los había tocado sabía que estaban bien formados, sus labios carnosos pero con alto contenido de nicotina los imagine como los de ella rosas, con un lunar en el labio inferior en forma de corazón. La folle muy duro con embestidas, profundas largas movimientos bruscos incluso un par de nalgadas haciendo de la prostituta sin nombre gimiera como una loca, no podía negarlo sus gemidos eran suaves sensuales cadentes y nada de gritos, solo gemidos deliciosos.

Me corrí Salí de ella y me vine en su estómago todo su estómago quedo manchado de mi lujuria por Monique y a decir verdad no tenía idea de cómo podría sacar a esa mujer de rizos castaños y salvajes de mi mente, de mis deseos y de mis pensamientos.

Ella alejo toda la oscuridad reunida en mi para apropiársela, sus ojos únicamente denotaban malicia, pero también encanto, y lujuria.

Di vueltas toda la noche en mi cama, ni toda la droga y alcohol en mi sangre podían domar mis pensamientos: muerte, sangre, Monique, deseo, matar. Así que a las 5 am decidí salirme a correr quizá eso calmaría mis ímpetus de matar mis deseos de estrangular un frágil cuello con mis manos, corrí atravesó de toda la universidad esas drogas vaya que me daban vitalidad y que encontré, a Monique.

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BACI BACI BABES

El amor puede matarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora