Gran amor. [ZELDRIS Y TÚ] [NNT]

Capítulo 18.

Narra Helena.

Estaba asustada, esta persona realmente me daba miedo, no era alguien qué se pudiera defender justo ahora, tenia mucho miedo, esta temblando.

—¿No puedes caminar? –Sonrío– ¡es cierto tenías alas!, ¿una diosa sin alas tan indefensa y sola? –Rio– Es mi día de suerte.

Se subió encima mío y sonrió.

—¡Ayuda!–Grite, quería volver a hacerlo pero él cubrió mí boca.

—Ese vestido te queda bien, veamos cómo te ves sin él. –Sonrío.

Intente quitármelo de encima, pero no podía, estaba muy débil aún.

Quería gritar pero no podía, intentaba lanzarlo con mis manos pero no lo podía hacer, saco algo de la bolsa de su pantalón y lo puso en mí boca, después tomo mis brazos sin dejar qué me pudiera mover.

Me cargo y subió a una de las habitaciones, tenía miedo y estaba derramando algunas lágrimas.

Amarro mis manos en la cama y me quito mi vestido después me quito lo que tenía en mí boca y me comenzó a besar.

Narra Estarossa.

Padre él Rey demonio me había mandado a buscar a los demonios qué faltaban en llegar, no había rastro de ellos hasta qué sentí su presencia, estaban cerca de los qué estaban apunto de regresar.

Ellos estaban peleando con alguien, cuándo sentí la ultima presencia desapareció él qué los atacaba.

Mire alrededor y no había nadie mas qué los cuerpos de los demonios muertos.

—No puedo creer qué hayan perdido con tan sólo una persona. —Dije y me fui.

Llegué a los demás demonios y los miré.

—Tienen qué regresar, él rey demonio necesita qué le informen qué paso y por qué no la encontraron.

—Si señor. –Dijo él qué los comandaba y se fue.

—¡Esperen! –Dije– No hay nadie más por aquí, ¿cierto?

Mire alrededor, algo estaba mal.

—No señor.  –Dijo.

—Zeldris, hay un poco de presencia de Zeldris por aquí, ¿no lo vieron cerca de aquí? –mire alrededor no podía hallar donde exactamente– Tal vez este por aquí. –Dije.

Mire a Cheftler, me miraba sin entender.

—Mejor sólo hay qué irnos él estará bien. –Dije.

Nos dirigimos a la entrada del mundo demoniaco y los mande directo con mí padre.

Aún qué no podía entender por que la confusión hace un rato sólo me fui a acostar debajo de un árbol, iría por Zeldris pronto, así qué no tenía por que preocuparme.

Narra Helena.

Mientas intentaba safar mis manos, de las cuerdas él seguía besándome, me daba asco y no podía dejar de llorar.

—¿Qué mierda crees qué haces idiota?.

Escuche a alguien decir, no distinguía la voz, sólo deje de sentir al hombre encima de mí.

Cerré los ojos y intenté hablar, pero no pude, tan sólo seguí llorando sin parar.

—Helena... ¿Estas bien?. –Dijo mientras quitaba la cuerda de mis manos.– ¿No te hizo nada cierto?

No podía dejar de llorar, ni siquiera podía abrir mis ojos, sentí cómo me cubrió y me abrazo.

—Lo siento, no creí qué esto pasaría cuando me fui.

Seguí llorando y le correspondí a su abrazo.

Narra Zeldris.

Los demonios se había ido, pero era raro qué Estarossa no nos allá encontrado, salimos de la cueva y apareció Merlín.

—¿Por que no apareciste antes, maga Merlín?. –Le dije.

—Capitán. – Le hablo a mi hermano ignorándome.

—No sé que sea esta cueva. –Dijo mirando hacía enfrente.

—Pues esta cueva impidió qué yo llegará aquí antes, y tuve qué enfrentarme con unos demonios. –Dijo de una manera infantil Merlín.

Meliodas río.

—No lo recordaba, tan sólo vámonos. –Dijo– Esta apuntó de oscurecer.

Narra Helena. xd

Cuándo me tranquilice, lo miré y Sonreí.

—G-gracias, Ban.

—Esta bien, ahora tan sólo tranquilizate.

—No quiero estar sola, tengo miedo. –Dije.

—La princesa llegará en un momento, espera.

—Esta bien. –Dije.

Cuándo Ban se levanto de la cama, entro Zeldris.

—¿Que pasa aquí? –Dijo mirando a Ban con furia.

Ban sólo se acercó y susurro en su oído algo y nos dejo solos.

Mire a Zeldris y comencé a llorar de nuevo, quería qué él me abrazará, quería qué nunca se volviera a alejar de mí.

Él se acerco y me abrazo con fuerza, no dijo nada y yo tampoco lo hice, sólo lo abrace hasta que me quede completamente dormida.