Narra Helena.
Desperté en mí habitación en la taberna, no recordaba nada.. Estaba todo en blanco.
Sentí una presencia familiar venir hacia mí, era.. Marlón, uno de los "dioses menores" cómo yo, ¿que querrá?. Tengo miedo..
-¿Cómo éstas Helena?, mucho tiempo.
-¿Por qué.. estas aquí ahora?.-No lo miré
-Estoy aquí por ti, sabes muy bien lo que siento hacía ti, y no estoy de acuerdo con esto, y sé qué ese demonio bastardo esta contigo, no puedo aceptarlo así qué vámonos. -Dijo tomando mí brazo.
-No quiero, no puedo yo lo quiero a él y él clan me echó, no regresaré ni aún qué me lo pidan.
-Te llevare conmigo a la fuerza, y las diosas quieren qué vuelvas, ahora.
-¡Qué no lo haré!. -Grite.
-Suéltala o te mato. -Dijo Zeldris en un tono muy frío
-Ella vendrá conmigo.
-No, no lo hará. -Dijo llegando aún lado de Marlón, tomando su brazo y rompiéndoselo, no dije nada, no tenía por qué-. Y sí la vuelves a tocar, te mato oíste, bastardo. -En ese momento lo lanzo.
-G-Gracias Zeldris Sama. -Dije sin mirarlo.
-No te preocupes, ¿éstas bien?.
-Sí, pero..
-¿Te hizo algo ese bastardo?, ¿Quién era?.
-No me hizo nada, sólo tengo hambre y él es uno de los dioses menores, Marlón.
-¿Qué quería?. -Me miro con seriedad.
-Dijo qué venía por mí, para llevarme a él clan de la diosa, y sí no quería lo haría a la fuerza.
Espere qué gritara y me dijera algo, pero no no me dijo nada se quedo callado mirando a la nada.
-¿Zeldris Sama?..
-Helena, dime tú quieres regresar?.
-¡NO!. -Dije con una sonrisa - Usted me acepto aún sabiendo qué era una diosa y aún qué su mal humor me daba un poco de miedo, sabía qué usted estaría conmigo y no quiero separarme de usted. -Me sonroje-. Digo de nadie de ustedes, ahora son mi familia. -Sonreí.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo. -Sonreí.
Él río y después me abrazo.
-Eres tan idiota, pero... -No pude escuchar lo último pero mí corazón empezó a latir muy rápido.
-¡Repítalo!, no lo escuche. -Pedí.
-Nop, pon más atención, ahora baja.
-¡Es muy malo, Zeldris Sama.!
Reí, y comenzamos a bajar las escaleras, abajo sólo estaba Meliodas y Elizabeth.
-Hola. -Salude.
-¿Qué fue eso allá arriba?, ¿Esta todo bien?.
-Sí, lo esta. -Respondi con una sonrisa-. ¿Y dónde esta Ban?. -No sabia por qué, pero quería preguntar.
-Aquí estoy, Helena. -Dijo desdé la cocina.
-Ban. -Dije-. ¿De dónde nos conocemos?.
-Eso..
-Helana. -Me hablo Zeldris Sama.
-Elizabeth quiere llevarte de compras, ¿irás?.
-¿Qué?, ¿Elizabeth?, ¡No, definitivamente, no!. Ella gasta él dinero de forma innecesaria. -Dijo Meliodas sonrojando a Elizabeth.
-¡Meliodas Sama!.
-¿Quieres otro castigo?.
-¡¿Eh!?...
-Meliodas. -Hablo Zeldris Sama-. Es para qué Helena compre ropa nueva.
-Bien, qué compre ropa y lo qué necesite. -Miro a Elizabeth - Pensándolo bien, Elizabeth Ten. -Le extendió algo de dinero - Esto es para qué te Compres aquel vestido que me gusto, tal ves sea tú nueva ropa para salir conmigo, él uniforme sólo sera para la taberna.
-¿Se refiere a ese vestido Meliodas Sama?. -Dijo con su cara toda roja.
-Sí, ese en él qué piensas.
-Pero...
-Sin peros, ahora vete, vamos, vallan.
Yo sólo mire con curiosidad a Elizabeth y Salimos.
Narra Zeldris.
Después de imaginar lo pervertido qué tal ves ese vestido que le gusto a Meliodas para Elizabeth, mire a Ban.
-Ban, ella no tiene qué saberlo.
-¿Y por qué no?.
-Se lo tengo qué ocultar?.
-Ban, tal ves es lo mejor por ahora, así qué respeta eso de Zeldris.
-Esta bien capitán, por él momento evitare él Tema, hasta qué ella tal ves recuerde algo.
-Esta bien, pero hasta entonces, no digas nada. -Dije con seriedad.
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Gran amor. [ZELDRIS Y TÚ] [NNT]
Fiksi PenggemarEn la guerra santa no murió él clan de los dioses y sellaron a los demonios pero, él sello era muy débil y ellos aún pueden salir, son muy pocos los qué pueden hacerlo, y de esos pocos, uno de ellos es él hijo menor del Rey demonio...