Capítulo 19.

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Tomenlo cómo sí ustedes Narraran, yo pondré cuando uno de los personajes narre.

•••

Zeldris salió con algo de miedo de la habitación de Helena, abajo estaban Ban y Meliodas esperándolo con un chico amarrado.

—Dime qué paso Ban. –Dijo Zeldris Recordando lo qué Ban le había susurrado hace poco. "Sólo cuida de ella Bastardo, te necesita".

—Este bastardo casi la viola. –Dijo con un tono de enojo– Por suerte regrese a tiempo. –Suspiro.

Zeldris estaba intentando controlar su furia, quería matar al bastardo qué estaba delante de él, estuvo a punto de lanzarse sobre él, pero su hermano lo detuvo. Él no quería qué nadie se metiera en esta situación era su problema ya que Helena era lo más preciado qué tenia ahora. Miro a Meliodas con furia e intento golpearlo.

—Zeldris, Ban casi lo mata, dejalo así. –Dijo mirando a la persona delante de él.

—¡Cómo puedes decir eso!, si hubiera sido Elizabeth tú lo hubieras matado, pero no es ella y ¿piensas dejarlo así? –Dijo casi gritándole.

Y claro él lo habría matado, pero no podía dejar aún lado qué Ban lo había casi matado y incluso casi castrado.

Dejaría qué él viviera con eso, su miembro no le funcionaría, y tenía qué vivir con eso.

—Él vivirá con él sufrimiento de no poder hacer nada con su *ene.

Zeldris miro a Ban había protegido a su mujer, y eso le dolía de alguna manera, ya que era su pareja, él lo tuvo que haber echo. Ban la había conocido antes y eso aún le preocupaba un poco.

—Le corte él *ene, bueno no todo, digamos qué él vivirá con su *ene por la mitad. –Dijo mirando con desprecio al sujeto a su lado– Y creó qué vivirá un buen tiempo en la cárcel.

Zeldris no estaba convencido de dejarlo hací, él quería qué de alguna manera curaran al bastardo y después él torturarlo hasta que muriera.

Meliodas lo miro y simplemente suspiro, tomo al bastardo qué casi violaba a su mujer y se lo llevo. Tan sólo mirar a ese maldito hijo de perra le daban ganas de asesinarlo, nunca había tenido tanto deseo de matar a alguien. 

Mientas Zeldris se debatía entre ir a matar al sujeto ese o no hacerlo y quedarse por siempre al lado de Helena y consolarla, Meliodas se llevaba al maldito loco qué se había atrevido a casi violar a la mujer de su hermano al castillo del Rey.

Meliodas llevo a ese "hombre" con él rey,  le contó lo ocurrido y los guardias se lo llevaron.

Narra Meliodas.

Era un dolor de cabeza todo lo qué estaba pasando, no quería qué Zeldris se descontrolara y sacara su poder, sí bien lo estaban ocultando para qué ni Estarossa ni nadie del mundo demoníaco lo encontrara y mucho menos qué él rey notara que estaba con él y con una diosa cómo pareja. Algo iba a pasar, tenía un mal presentimiento, tenía la necesidad de cuidar de su hermano, no quería qué le ocurriera lo qué a él le había pasado.

Ya había sentido presencias de dos de los mandamientos, estaban tal vez cazando, pero algo estaba mal, algo se le había olvidado, algo no estaba nada bien, y algo realmente le preocupaba más de lo debido, temía por Zeldris, pero también por Elizabeth. Él tenía qué encontrar qué se le olvidaba y no era tan fácil, cosas en las qué no había pensado desde hace ya mucho tiempo…

Elizabeth llego a su lado con una sonrisa tranquilizadora, a pesar de qué ella no lo sabía ella le ayudaba bastante en todas las ocasiones cuándo se atormentaba a sí mismo cuándo sabía qué algo iba mal.

—Sr. Meliodas. –Dijo sonriendo.

—Elizabeth. –Dijo también con una sonrisa, pero fingiendo no haberse dado cuanta de su presencia. –Eres tan linda. –Añadió sobando su cabeza agradecido.

Mientras caminábamos le conté a Elizabeth un poco acerca de lo qué le había pasado a Helena ella me miraba preocupada mientras seguíamos nuestro camino hacia la taberna.

—Espero qué ella se encuentre bien, –Suspiro– qué bueno qué el Sr. Ban llego. –Dijo con la miraba baja.

—No te preocupes Elizabeth, ella esta bien, Zeldris esta con ella ahora. –Dije con una sonrisa.

—Eso es una suerte. –Sonrió– Sr. Meliodas ¿usted estará siempre conmigo? . –Dijo con sus mejillas sonrojadas.

—No te preocupes por eso Elizabeth, siempre estaré contigo para protegerte.

Elizabeth sonrió y me dio un pequeño beso en la mejilla sorprendiéndome y haciendome sonrojar.

Narra Zeldris.

Ban se había ido a tomar una cerveza, estaba solamente yo con mis pensamientos, había decidido quedarme aún lado de Helena, no quería qué volviera pasarle algo cómo eso.

Subí a mí habitación.

Tenía qué agradecerle a Ban por haberla cuidado pero, también tenía qué ir con ella ahora. Entre a la habitación ella estaba dormida, me le quede mirando un buen rato.

Sí no me hubiera ido ella no hubiera pasado por algo así, ya ella tenía suficiente con lo de sus Alas. Era realmente un bastardo, tenía qué haberme quedado a cuidarla, persegí o intente perseguir a Gelda para al menos proteger de alguna manera a Helena, no lo había logrado pero aún así no la logré proteger. Me acerqué a ella y acaricié su rostro con suavidad.

—Lo siento, no pude protegerte. –Dije intentando no soltar las lágrimas qué querían salir.– De ahora en adelante sí me lo permites no me alejare de tú lado y te cuidaré por él resto de mí vida, te amo.

La seguí mirando por un tiempo, ella se volteo al otro lado de la cama y yo me acosté junto a ella. La abrace hasta quedarme dormido.

Perdón por no haber actualizado, a veces yo también me maldigo, jeje.

Buenas noches. ❤

Gran amor. [ZELDRIS Y TÚ] [NNT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora