▬❸❾

12.6K 857 252
                                    




Midoriya Izuku.
Happy Valentine.

.

.

.




Todos en la academia estaban acostumbrados a las atolondradas acciones que realizaba Midoriya Izuku por su novia, y como estas fallaban con comicidad.

Como la vez en que le regaló flores y __________ no paró de estornudar toda la semana por su alergia, cuando la señora que le vendió aquel gigante oso de peluche escribió mal el nombre de su novia en la tarjeta y ella intentó matarlo creyendo que estaba saliendo con otra chica, y la más reciente, el día en que pasó distraído toda la clase vertiendo sus sentimientos sobre una hoja de papel porque hace un mes no veía a la (H/C) y necesitaba desahogarse, y cuando fue a entregar su carta un aguacero empezó, destruyendo el sobre con sus sentimientos entre sus dedos antes de que esta llegara a su novia.

En conclusión, Midoriya Izuku tenía mala suerte. Terrible.

Pero en esta fecha nada podía salirle mal, según él los astros se alineaban o alguna cosa cursi por el estilo que leyó en la revista juvenil más comprada y, por esto, nada podría estropearse, tendría un excelente día.

Hasta que fue a detención dos horas después de terminado el horario escolar por haber peleado con Bakugou.

Solo lo saludó por la mañana y el rubio, literalmente, explotó.

— ¡¿Qué voy a hacer, qué voy a hacer?! —lloró el chico jalando con desesperación sus cabellos rizados—. __________ dijo que pasaría por mi a la salida, y si no estoy ahí... ¡Me matará!

Iida y Uraraka se miraron entre ellos y luego a su amigo, intentando hallar solución alguna para su sufrimiento.

— ¿Y si Uraraka la espera en la puerta y le dice que tardarás un poco? —propuso Tenya, haciendo temblar de miedo a la castaña.

Ochako puso una mano en su barbilla intentando pensar—. ¿Y si la llamas?

— Ya debe haber roto de nuevo su celular —rió Midoriya de forma inconsciente.

— ¿Y su representante? —insistió nuevamente la mujer.

Ambos héroes se abrazaron al ver el brusco cambio de aura de su amigo, dejando atrás el rosa y las flores para dar paso a la oscuridad acompañada de una maquiavélica sonrisa.

— No hablo con él.

Esas cuatro palabras bastaron para que el tema quedara zanjado y nadie preguntara otra vez por el chico en lo que les quedaba de vida.

Todos suspiraron, de pronto la cafetería se inundó en un denso silencio, siguieron dando propuestas pero ninguna lograba convencer al peliverde.

— ¡Ahí están mis queridos amigos! —Momo llegaba a su mesa con una gran sonrisa y un aire primaveral rodeándola—. Les traje chocolates, es una gran época para compartir —habló con aires soñadores, entregando los tres últimos paquetes que residían en el cesto bajo su brazo.

Ochako se atragantó en su propia saliva al ver los enormes huevos de chocolate dorado que Yaoyorozu había puesto frente a ella, si la marca Gucci en el listón rojo y la tarjeta de dedicatoria eran auténticas, no quería ni imaginar lo que habría dentro de estos. 

— ¡Es verdad! ¿Por qué esas caras, chicos? —comentó Mina quien recién llegaba, repitiendo la misma acción de su amiga y repartiendo bolsas llenas de chocolates con centro ácido, según ella un manjar—. ¿Pasó algo malo?

— Midoriya debe avisarle a su novia que no podrá verla a la salida —dijo Iida, acomodado sus anteojos.

Momo miró con confusión a sus compañeros—. ¿__________? Juraría haberla visto por aquí, hoy abren las puertas para las parejas de los estudiantes que están en la residencia —todos la miraron, incrédulos—. ¿No lo sabían?

Después de que todos negaran, Ochako observó los chocolates sobre la mesa, creyó que seria buen momento para entregar los suyos. Puso una mano dentro de su bolso, debía entregarle uno a cada uno de sus compañeros.

— ¡Midoriya! —su voz había salido como un gritillo sin intención—. Yo... —la atención de los presentes se centró en ella, hasta que un escalofrío la recorrió, unas tres mesas tras el peliverde estaba __________, negando con la cabeza—. Creo que deberías ir a buscar a __________, podría estar cerca —rió nerviosamente, entregando todos los chocolates en cuestión de segundos, exceptuando a Midoriya, ante esta acción la (H/C) asentía a lo lejos, de la misma forma que un jefe de la mafia. 

El chico solo le dio la razón y salió corriendo en dirección desconocida.

Todos lo observaron, por poco tropezando con sus propios pies. En realidad él no tenía ni la más remota idea de a donde ir, solo corría a donde sus sentidos lo guiaban. No supo muy bien que hacer en realidad, había dado dos vueltas enteras al campus, sin éxito alguno.

Vio su uniforme ya sudoroso y creyó que lo mejor seria cambiarse antes de que el receso acabara, iría por una muda de ropa a su habitación y volvería a recorrer la academia.

Igual de rápido se adentró en la residencia, ignorando a cualquier compañero que encontrara en el living abriendo sus obsequios. Como un rayo tomó una ducha y vistió ropa deportiva.

— Izuku.

Midoriya chilló al oír la aterciopelada voz de su novia.

Soltó la perilla y volteó a su encuentro. __________ estaba sobre su cama, cruzando las piernas, inexplicablemente usaba una falda y una blusa del mismo color oscuro.

— ¡__________! —exclamó, cambiando su semblante y quedando arrodillado frente a la (H/C) en un salto—. ¡Te estuve buscando! ¿Dónde estabas? ¿Me extrañaste?

Midoriya elevaba su rostro para poder ver a la mujer, ella lo tomó por el mentón y puso un dedo sobre sus labios—. Silencio, Izuku —susurró de forma suave
.
El nombrado intentó contener la emoción cuando __________ tomó su mochila, rebuscó entre los bolsillos y sacó un pequeño chocolate, de no mas de dos centímetros de diámetro y en forma de corazón, sin ningún distintivo y al parecer hecho a mano.

Y sin embargo aquel soso detalle hizo estallar la felicidad en el pecoso, con la mejillas coloradas y las manos extendidas a espera del presente.

Era casi cómico, como si a Izuku le salieran un par de orejas y una cola de perro la cual no paraba de moverse ante su alegría. Mientras __________ lo tratara peor, él la amaría más.

— Lindo —suspiró la (E/C), dejando su usual malhumor de lado por un tiempo, cambiando la posición de sus piernas, haciendo que el color en el rostro de su pequeño novio se expandiera al revelar el color de su ropa interior por escasos segundos—. ¡Izuku!

El menor elevó la mirada con una sonrisa boba en sus labios. __________ le mostró una mueca burlesca y tomó su mochila con ambas manos, la volteó sobre la cabeza del peliverde y lo inundó de cientos de chocolates, rodeándolo de una montaña de envolturas transparentes. 

Ella mordió sus labios.

Se lanzó a los brazos del héroe, haciendo que recorriera sus desnudas piernas—. Ahora, quítate la ropa, Izuku. 

[ Boku No Hero Academia's Type of boyfriend ] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora