[ Boku No Hero Academia's Type of boyfriend ] ©

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Todoroki Shouto
Happy Valentine

La clase de derecho civil había sido agotadora, no tenía ganas ni siquiera de tomar el subterráneo para llegar a casa, a pesar de que la universidad le quedara a dos estaciones, realmente estaba molido. Y había empezado a nevar.

Esa noche habían llegado a los tres grados, recordó que traía la bufanda que __________ había tejido luego de que una fuerte y fría corriente de viento lo azotara. Después de mucho decidido caminar hasta su edificio, eso lo ayudaría a alejar la pereza de su cuerpo.

Transitando por las nevadas calles comerciales se dio cuenta de la infinidad de parejas que había por todos lados, tomados de las manos, besándose y viendo los aparadores.

Sintió envidia.

Shouto se hundió aún más en su bufanda, viendo a su derecha y siendo deslumbrado por el brillo del mostrador de la tienda de chocolates más famosa de la ciudad.

Hikkikomori.

Vio a muchas chicas comprar pequeños detalles en el local, era una fecha especial.

Suspiró.

Hace rato ya que __________ no le regalaba algo.

En sí era su culpa, rechazó el presente de San Valentín que ella hizo durante su primer año de relación.

Creía que las festividades de tal índole como hoy no tenían un verdadero significado realmente.

Continuó caminando, ya podía ver el edificio a lo lejos. Solo quería llegar y estar junto a la estufa o metido en su Futon.

Hoy las chicas regalaban cosas a los chicos, ya sea por amor, amistad o compromiso.
Los chicos devolverían este presente en el día blanco, que era exactamente un mes después.

Sin embargo había muchos a los que no les interesaba y simplemente hacían lo que querían. 

Suspiró nuevamente, se sentía extraño con esta meditación acerca del día de hoy. 
Se acercó a un pequeño puesto en una esquina y compró una caja de chicles, masticar algo calmaría sus nervios. 

— ¡Shouto! ¿Por qué estás así? —recriminó la (E/C) a penas él puso un pie en la casa—. ¿Viniste caminando? Dioses, puedes resfriarte —puso una mano sobre la mejilla del universitario—. ¡Shouto, tienes fiebre!

— Pero...

— Shh. 

Ni siquiera lo dejó terminar, ayudándolo a quitarse la mochila y su algo húmeda gabardina. Todoroki había sido reducido hasta el sofá, cubierto con compresas frías y una mantita sobre sus hombros.

— Eres un tonto, esta mañana te dije que no camines hasta aquí porque nevaría y últimamente tus defensas están bajas —refunfuñaba la mujer desde la cocina—. Pero parece que hoy no me estás prestando mucha atención.

Todoroki se sintió mal ante eso.

Se envolvió más en las mantas y también se reprochó a si mismo mentalmente.

Hace seis años no le hubiera costado nada aceptar la pequeña caja de chocolates que __________ preparó para él.

Quizá por vergüenza, en ese tiempo no tenía la misma confianza y seguridad que ahora. 

No se sentía digno de alguien como ella.

Se sobresaltó al sentir como los cojines se hundían levemente a su derecha—. Realmente, Shouto, ¿en qué estás pensando tanto? Me preocupas. 

Las miradas de ambos se juntaron, creando un cielo hermoso en distintas tonalidades.

Él estaba cohibido, su corazón empezó a latir de manera acelerada, igual que un adolescente estúpido.

— Lo lamento.

El rostro de __________ era de confusión absoluta, viendo directamente los atípicos y vidriosos ojos de su novio en busca de alguna respuesta razonable.

Shouto había abierto la boca una vez más para intentar dar a entender su mensaje, sin embargo algo llamó su atención. Las dos tazas de humeante chocolate caliente. Alzó sus cejas, sorprendido. 

— ¿Pasa algo malo, Shouto? Sabes que puedes decirme lo que sea —susurró la (H/C) uniendo sus manos. 

En la mente de Todoroki lo único que había eran imágenes de los anteriores años, las anteriores segundas semanas de febrero.

Pasteles, helados, condones, galletas, comida, cosméticos. Casi rió de alivio en su interior.

Chocolate, siempre chocolate.

Agradeció tener una novia tan testaruda.

Y ser tan despistado.

Solo __________ era lo suficientemente cabeza dura para hacer caso omiso a su antiguo veredicto e intentar darle chocolate de otras formas en el catorce de febrero.

— Nada. Estoy bien, solo... —apartó algo la mirada, rebuscando entre sus pantalones, revelando la pequeña caja de plástico con mini cápsulas de chocolate MEIJI, los favoritos de su novia, quizá poco romántico, pero a ella le encantaban—. Feliz San Valentín, __________.