SORDA

23. D.P.O

Alergias.

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— Eso fue divertido.- dice mamá.

— Lucas es un sueño Inara, si no salís con él, me lo quedo yo.- veo que dice Amancay.

Esa nena tiene serios problemas.

— Nadie saldrá con nadie.- seña papa con una mano porque manejaba con la otra. Bien responsable ese señor.

— Papá.- le digo estirando la ultima vocal.— claramente somos un par de personas encarriladas a ser amigos.-

No es que estaba mintiendo. Esperaba eso. Prefería ser la niña que muere de amor por ese platónico mayor que sólo la ve como una hermana menor.

Ya se... intuyo que no me ve como tal. Pero quiero creer eso, así no tendría que preocuparme tanto por ese bendito picnic. Para qué me dieron boca?! La canción de esta señora de repente se me hizo una buena idea... "Bruta, ciega, sorda y muda", cómo se llama? Tiene una voz graciosa.

— Ma, cómo se llama esa cantante... la de "bruta, ciega, sorda, muda..."- mamá me mira y se ríe. Papá le dijo algo.

— Dice papá que no es tan vieja, que no seas irrespetuosa. Él la ama. S h a k i r a.- seña letra por letra.

— Esa doña!.- papa me miró feo.

Llegar a casa fue lo más lindo de la existencia, hacía mucho frío. En cuanto cruzo la puerta, me encuentro con Bob Esponja esperando por Calamardo que venía justo atrás mío.

Leonel se levanta y se me queda viendo.

• Cómo vas princesa? Cómo te fue?!.- dice mi pantalla y cuando levanto la mirada, el tío Isa venía a saludarme.

— Bien... supongo que bien. Fue una cena normal.- me encojo de hombros restándole importancia.

— Esa familia por poco y le levanta un monumento a Inara, la aman en especial el más chiquito, Lázaro.- le cuenta Huen mientras se sienta entre mis tíos Vargas.

— Exageran.- les digo mientras me saco mi abrigo color vino.

— Yo creía que en especial Lucas era el que te amaba...- dijo Amancay y tragué grueso. Era obvio que lo dijo con malicia, estaba Leonel, no le agradó nada todo eso que yo le conte. Pero no era necesario eso , ya estábamos complicados...

Ahora estamos peor.

Leonel me miraba horriblemente.

Yo bufo ante su expresión que me consultaba sobre todo aquello, pero como no le debo explicaciones a nadie, simplemente me despido de todos y subo por las escaleras.

Me siento en mi cama. Al fin.

La imagen mía contando con los dedos las cosas que puedo hacer con libertad, volvía a mí. Dios, que odio. Me molesta todo.

Una lágrima de rabia, cae a mi costado.

Mi teléfono suena, era un mensaje de Lucas.

Me levanto para poder cerrar la puerta mientras trato de abrir el maldito mensajito y cuando estoy cerca, la aplicación se activa.

• pero qué tanto pasó?!.-al ver eso, me pego a la pared dejando una visión vacía de mi habitación, si se mira desde el pasillo.

• que se yo Leo! El chabon simplemente no dejaba de mirarla. Tiene nuestra edad encima.-