SORDA

73. Relicario. 1/3

***

Llegó el veinte de diciembre. Ya estabamos con el mood navideño, organizando todo...

• No creo que vengan...- entré a la cocina y veo a mamá hablando con Leonardo.

— Quienes?.- veo que Leonardo se asusta y se tensa. Eso fue raro

Mamá lo mira un tanto raro y piensa lo mismo que yo.

— Leo y Adriana... dice que mañana se van de vacaciones y que no van a poder venir...-

— No! Cómo?!.- haciendo berrinche. —Ya tengo su regalo! Lo pensé mucho!.-

Leonardo simplemente se encoge de hombros algo apenado.

— Eso me dijo... yo... quise convencerlo, pero no quiso.- mentiroso, algo me está escondiendo...

— Mmmbueno. Decile que venga o voy yo a dejarle su regalo.- con un tono, estimo, poco amigable.

Me fui de la cocina hacia mi habitación y me dispuse a hacer mi cama mientras pensaba en por qué no me dijo que no iba a estar para las fiestas.

• Wow, esa cama debió de haberle dicho una grosería muy fea...- me doy vuelta y era Dante.— Qué pasó ahora?.-

Bufé.— Soy idiota?.- abre bien los ojos.— o sólo tengo la cara?.- tirando el almohadón al piso con furia.

— No... sólo la cara.- me ofendí y le tiro una almohada, haciendo que ría.— Qué le pasó?.-

— Leonel... está escondiendo algo...- intentando seguir con mi cama.— se que esconde algo y tiene que ver con esas vacaciones... pero no entiendo por qué no me dijo.- tiré todo nuevamente al piso.— por qué no me dijo?!.- mirándolo con enojo.

— Yo... supongo... supongo que tendrá sus razones... Nara... a veces es difícil decir...- esta nervioso. Por qué está tan nervioso?.

— Vos sabes...- afirmo y él hace un paso para atrás mientras niega.— Qué es Dante...?-

— No es nada, Nara.- dice y después de un beso en mi cabeza se va.

Definitivamente algo pasa.

Terminé de hacer mis cosas y de acomodar la habitación y simplemente me dediqué a esperar mientras miraba a la ventana.

Millones de cosas pasaron por mi mente. Quizá sea su papá... o... esa persona que dice Pilar... si es Gema lo encierro y no ve la luz del día nunca más en la vida...

• Nara?.- me di vuelta al ver la notificación.

Leonel.

— Hola.- con una sonrisa ladina, aunque supongo que notó ese deje decepcionado, porque sus ojos se fueron apagando de a poco y fue cuando noté que algo estaba pasando.— Me dijo Leo...-

— Perdón por no habértelo dicho... no quería que te sientas mal...- negué.

— Supongo que son tus cosas. No me debes nada.- bajando la mirada.

Cuando me doy cuenta, estaba adelante mío, en cuclillas, buscando llegar a mis ojos con su mirada.

— No lo digas así... te debo mucho.- suspiré.

— Cuándo te vas?.- tratando de no pensar en el sin fin de preguntas que quiero hacerle.

— Mañana.- un sólo movimiento de su mano sentenció.

Negué en desaprobación.— A dónde? Supongo que va a ser un lugar lindo.-

— La costa...-