74. La verdad. 2/3

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Reí incrédula.

— Qué me estás diciendo Leonardo...?- pero vi que bajó la cabeza.— es... dale, no jodas, en serio te digo...- nada.— Leonel te dijo que me digas... no es gracioso.-

No quiso...-

— El qué no quiso?! Vos me estás jodiendo?! Francia?! A qué?! A ver al imbecil, machirulo y violento de Daniel?! A llorar a la maldita perra de su abuela que en su puta vida se preocupó por él?! Francia?!.- levanto mi voz incrédula.

Tiene hermanos allá...- y quedé congelada.— dos. Uno de quince y otro de doce...-

Quise reírme, pero salió más un intento para evitar llorar.

— Y entonces qué? Va a jugar a la familia feliz?!.-

Su papá insistió en que tiene que conocerlos, y... bueno.-

Negué.— Mentira... Leonel...- pase mis manos sobre mi cabeza en señal de desesperación.— no puede ser... él ... Dios... prometió que no iba a ser tan impulsivo!.-
Tomé aire y después de pensarlo, pregunté.— Cuánto tiempo?.-

—~ Cómo?.-

— Cuanto tiempo se va, Leonardo?.-casi perdiendo la paciencia.

Indefinido... sólo sacó boleto de ida.

Cerré mis ojos como si una bala hubiese perforado mi pecho, y me dejé caer sentada en su cama.

— Y... por qué no me lo dijo...?-

Porque no quería lastimarte... y... además ibas a intentar hacerlo cambiar de opinión...-

— Obvio que si!.- me levanté y caminé con el pulgar en mi boca mordisqueando mi uña.

Luego de unos minutos me resigné y decidí abrir la puerta.

A dónde vas?.- me detiene mi hermano.

— A dormir.- con un gran dolor en el pecho.

• Nara...- me giré.— Yo...-

— No importa. Se nota que ... simplemente yo no era tan importante como para contarme algo tan trascendental, ya lo entendí.-

La puerta se cerró en mis narices y vi a Leonardo nuevamente debatiéndose cosas.

Te ama.- fruncí mi ceño.— Leonel... te ama...-

ya lo se Leo, pero parece no ser suficiente como para...- pero negó.

No lo entendes... te ama como yo amo a Carla, como te debería de amar la persona que queres a tu lado para siempre... como se aman mamá y papá. No es algo fraterno, es físico, es sentimental y es todo lo que lo empuja a irse a Francia.-

Mi pecho ardió y el oxígeno comenzó a faltar. Estaba asustada porque no entendía nada de lo que me estaba diciendo. O quizá no lo quería entender.

— Qué...?-

Pasó sus manos por su cara y se sentó en su silla giratoria.

Cuando tenías quince años, Leonel comenzó a tener determinados sentimientos, comenzó a verte de una manera que estaba penada por la ley en ese momento y que claramente yo no apoyaba. Leo... estuvo muy cambiado, todo era problemas con el, hasta que me dijo la verdad...-

* Cuatro años atrás.

— Se puede saber cual es tu mierda de problema?!.- le grito. Habíamos tenido muchos problemas y por estos momentos, había elegido estar solo.

SORDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora