SABOR A VICTORIA - KOOKMIN

10

— Escucha, solo necesito ...

— Jimin. Dije que no.

El tono de Jaesun es firme y él sabe que no saldrá de su turno esta noche, no importa cuánto lo intente. Incluso si él pide una hora o dos menos, no será concedido.
Siente amargura correr por sus venas mientras hace todo lo posible por no escupir una palabra de odio absoluto.
Jimin no odia a muchas personas, pero verdaderamente, realmente odia a Jaesun. El hombre que metió a su padre en problemas, el hombre que causó que su madre saliera corriendo y desapareciera presuntamente muerta, el hombre que causó que Jimin también corriera. Odia a Jaesun y, sin embargo, trabaja debajo de él como un esclavo poseído.

— Bueno.

Jimin cuelga y mira a Taehyung que lo mira esperanzado. Simplemente sacude la cabeza con un suspiro, desviando su atención de nuevo a la pintura delante de él.

— ¿Qué? —Taehyung hace pucheros, inclinándose hacia adelante— ¿No puedes venir esta noche?.

— Él no me dejará ir.

— ¿Y? que se joda.

Es fácil para Taehyung decirlo, cuando no tiene idea de lo que realmente está sucediendo en el club de striptease. Cuando no tiene idea de que Jaesun prácticamente lo posee, tiene a Jimin envuelto alrededor de su dedo y con una correa, para caer en sus órdenes o de lo contrario lo mata.

— Es mi trabajo, Tae. No puedo exactamente no ir.

— Puedes escabullirte.

Jimin resopla, recogiendo su pincel y reanudando su trabajo. Tiene un proyecto con vencimiento en menos de una semana y no tiene tiempo que perder, a pesar de su agenda repleta de actividades que no están relacionadas con la universidad.
Con toda honestidad, estaba ansioso por ir esta noche. Jeongguk tiene una pelea con un hombre al que ha derrotado muchas veces antes, por lo que es una victoria casi definitiva. Pero también es la primera vez que regresa al ring después de su lesión y Jimin quería estar esperándolo afuera, para finalmente ver una cara de victoria, pero no se le permitirá hacerlo.
En cambio, tiene que bailar para hombres en los que no tiene interés y actuar como si tuviera sed de todos ellos. La vida es cruel.

— Dile a Jeongguk que lo siento —Jimin esboza una sonrisa, sin levantar la vista de su pintura. Taehyung tiene una expresión de lástima en su rostro, pero él asiente.

— Claro que sí, Jimin-ah.

***

Es aún más deprimente estar en el club de striptease esta noche después de lo que pudo haber hecho en su lugar. Trata de no sentir resentimiento cuando una mujer le frota la cara y le maquilla sobre el maquillaje de nuevo para que no se mueva por las luces brillantes y el humo brumoso que domina todo el club.

— Gracias, noona.

La mujer solo asiente con la cabeza bruscamente, cerrando su compacto y dejando el vestidor. Jimin suspira, dándose un momento o dos antes de que finalmente se levante y vuelva al suelo.
Está perfectamente claro que Jimin no era necesario esta noche, considerando que están todos los bailarines hoy. Jaesun solo quería destrozar a Jimin, no permitiéndole disfrutar de algo bueno.
Las primeras horas de su turno pasan relativamente bien. Uno de sus clientes se mete una pastilla en la boca y Jimin no tiene el coraje de rehusarse, se siente harto de su trabajo lo suficiente como para tragarla, mientras se agacha en su entrepierna y deja que las manos del hombre pasen por su espalda a pesar de las reglas claras de no tocar.
Jimin se siente sucio una vez que ha terminado con ese lapdance, incluso con sus sentidos agudizados por el éxtasis que limpia su sistema y hace que todo se sienta dos veces más duro.