SABOR A VICTORIA - KOOKMIN

16

Jimin ya se ve medio desordenado, con los ojos nublados y muy abiertos y sus labios encendidos. Toma un momento para examinar la apariencia de Jeongguk, sus miradas se encuentran de nuevo antes de que entre en el apartamento. Rápidamente agarra la camisa del pelinegro, tirándolo hacia adelante para que sus labios se junten.

Jeongguk gruñe de sorpresa, pero se adapta al ritmo del beso con bastante facilidad, cerrando de golpe la puerta delantera. Su frustración y tensión sexual, desde antes, hierven a un punto de ruptura cuando siente que Jimin intenta profundizar el beso. Jeongguk toma el control, con una mano atravesando el cabello del rubio mientras echa su cabeza hacia atrás, lamiéndole los labios.

Jimin responde de inmediato, gimiendo en su beso con la boca abierta y comenzando a tirar del material que lleva Jeongguk.
Luchan, moviéndose hacia el sofá mientras la mano de Jimin se arruga debajo de la camisa del pelinegro y reposa sobre sus músculos tonificados. Jeongguk lo detiene, forzando la mano y empujándolo sobre el sofá. El mayor baja fácilmente.

— Follame —la demanda cae de los labios de Jimin, los ojos suplican a Jeongguk con nada más que la desesperación que los nubla— Por favor, lo he estado pensando toda la noche.

Jeongguk se lame los labios. Si estuviera sobrio, si no estuviera bajo el efecto de la cocaína, tal vez habría dicho que no. Habría puesto fin a esto antes de que pudiera comenzar, pero que Jimin ruegue hace que su polla se contraiga con excitación donde está atrapada en sus pantalones y no pasa un momento antes de que asienta.

— Si, de acuerdo.

Jeongguk cae en el sofá y tira de Jimin hacia él. El chico toma la indirecta y se sienta a horcajadas sobre su regazo, con los ojos en blanco y la mano vagando sobre su camisa. Agarra el dobladillo, tratando de quitárselo y Jeongguk ayuda antes de quedar desnudo. Se acerca, tirando de la camisa del rubio también.

Jimin se inclina, uniendo su boca al cuello del menor y es como si estuviera tratando de vengarse cuando le chupa toda la piel expuesta. Jeongguk no lo detiene, tampoco quiere hacerlo. La sensación de los labios de Jimin trabajando sobre su cuello es suficiente para que se quede sin aliento.

— Ven aquí —exige, apretando el cabello del mayor, sacudiendolo hacia atrás cuando sus ojos se encuentran— Eres tan jodidamente hermoso, Jimin.

Las palabras parecen resonar en Jimin porque el ritmo rápido se ralentiza por un segundo, su expresión se suaviza y su boca se abre con sorpresa. Pasa un momento antes de que avance hacia adelante, uniendo sus labios.
Jimin se desabotona los pantalones para quitárselos y Jeongguk se toma la libertad de hacer lo mismo. Los boxers también salen y ambos están desnudos, completamente vulnerables entre sí.

Jeongguk se toma un momento para dejar que sus ojos vaguen sobre el cuerpo de Jimin. Incluso desnudo, él es precioso. Está tonificado en todas las áreas correctas, su cintura que es demasiado celestial para ser real. Jeongguk está asombrado de su figura. La polla de Jimin, que ya está medio dura, es gruesa y se contrae, ansiando un toque.

Jeongguk se inclina hacia adelante en el sofá, agarrando la cintura del mayor, tirando de él hacia adelante mientras se acerca y comienza a tocar su polla.
Jimin inmediatamente se queda sin aliento ante la sensación.

— Jeongguk ...

— Permíteme.

Jeongguk comienza a deslizar su mano sobre la polla de Jimin, humedeciéndolo con cada golpe y cuando está seguro de que está completamente duro, le pide que se siente en su regazo.

— Quiero montarte —exhala Jimin.

Jeongguk asiente con la cabeza en una promesa, extendiéndose hacia adelante para recuperar una botella de lubricante y un condón que Taehyung guarda en la mesa auxiliar. Pone los objetos a un lado de él antes de jalar a Jimin imposiblemente más cerca de su cuerpo, besándolo con entusiasmo una vez más. Siente que no puede saciarse lo suficiente de los labios de Jimin y su sabor, mezclado con una leve punzada de cigarrillos y alcohol.
El rubio intenta frenar sus caderas para ganar algo de fricción, pero Jeongguk lo detiene con una mano firme en sus caderas.