SABOR A VICTORIA - KOOKMIN

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— ¿Cuándo es la exposición?.

Jimin levanta la vista del lienzo colocado en un caballete, una pintura de un tigre perdido en el desconcierto. Namjoon se sienta en el sofá, con las piernas cruzadas y bebiendo una taza de jugo de naranja. Él mira a la pintura como si estuviera esperando que el tigre haga un movimiento.

— Unos días más.

Se le ha otorgado la oportunidad de otra exposición, ya que el semestre llega a su fin. Sus maestros de arte se han impresionado continuamente con su obra de arte y quieren exhibirla nuevamente para una noche especial.

Ha estado trabajando incansablemente para producir piezas nuevas y frescas para la exposición.

Se queda despierto toda la noche en sus días libres, pintando con la inspiración que gira en su interior. Namjoon le da compañía la mayoría de las veces, se sienta a su lado y mira con devoción. No han hablado del día en que Jimin entró y escuchó su conversación, pero él lo prefiere así, no quiere hablar del tema y hacer que la atmósfera sea incómoda.

— ¿Estás emocionado? —Namjoon pregunta con una pequeña sonrisa— Esta vez, me tomaré un día libre para ir a verte.

— No tienes que hacerlo.

— Quiero.

Jimin frunce el ceño, no está seguro de cómo se siente acerca de que Namjoon se tome un descanso del trabajo, especialmente cuando ya están luchando financieramente solo por su trabajo artístico. Pero algo le dice a Jimin que Namjoon es terco al respecto porque no deja lugar para argumentos, fijandolo con una mirada.

Él se encoge de hombros— Si estás seguro de que puedes, me encantaría que vinieras.

La última exposición había estado llena de malos recuerdos, unos que le gustaría eliminar y nunca revivir. Esta vez, él tiene la oportunidad de rehacerlo. Mira fijamente el lienzo que tiene delante y saca sus pinturas acrílicas, extrayendo un poco más de color naranja antes de ponerse a sombrear el pelaje del tigre.

Namjoon observa con un brillo fascinante en sus ojos, admirando cada movimiento que el rubio hace con sus manos.

— Estoy seguro.

Jimin sonríe— No puedo esperar, entonces.

Vuelve a pintar y Namjoon toma un sorbo de su jugo, permaneciendo en silencio y quieto mientras observa. Por lo general, a él no le gusta que la gente lo vea hacer su trabajo. Pero Namjoon siempre lo ha estado observando, desde que comenzaron a interactuar. Por alguna razón, está fascinado por cómo funciona Jimin y le gusta contemplar cuando lo hace.

Jimin no se queja. Los ojos errantes de Namjoon significan que siempre hay cumplidos junto con la honestidad sobre su trabajo por parte del propio muchacho y él puede apreciar eso. Se ha acostumbrado a la presencia del mayor a su alrededor cuando pinta y trabaja, hace preguntas y reflexiona sobre su trabajo.

— ¿Estás nervioso por terminar la universidad? —Namjoon pregunta después de unos diez minutos de silencio entre ellos— Solo te queda un mes, o así, al finalizar tu semestre. Tus exámenes deben estar a la vuelta de la esquina.

Jimin murmura, sus labios se curvan hacia abajo instintivamente ante las menciones de sus exámenes. Ha estado ocupado, tratando de equilibrar su tiempo efectivamente entre las tareas, trabajando para sus exámenes, yendo a trabajar y también viendo a Jeongguk y Taehyung.

— Estoy un poco nervioso —admite— No sé a dónde me llevará la vida después de esto.

— Tal vez alguien te notará en la exposición y te llevará bajo sus alas para siempre.