Capítulo 35

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LAUREN POV:

Tan solo pasó una noche con Camila lejos de nosotros y ya la extrañamos sin medida, nuestra cama se sintió tan vacía que no pude dormir en toda la noche, pensando en que esta reunión con Joe uniría a los jóvenes padres. Mi mente me jugaba muy malas pasadas creando películas en mi cabeza y todos con finales felices en los cuales no estaba yo.

Me levante con tristeza tratando de convencerme a mí misma que solo eran mis inseguridades, que Camila me ama a mí y por eso llevo un anillo de compromiso en mi dedo anular izquierdo. Inconscientemente empecé a jugar con el aro mientras mi vista se perdía en el rincón del cuarto.

-¿Lauren?

Sequé las pequeñas lágrimas que empezaban a brotar y sonreí ante la vocecita de la puerta. Alejandro se había despertado y tenía todo el cabello revoloteado.

-¿Tienes hambre campeón?

Lleve al pequeño en brazos hacia la cocina donde ya el desayuno estaba preparado y servido listo para degustar. En la pequeña mesa había dos vasos con chocolate tibio, una canastita con panes recién comprados y varias porciones de acompañamientos como crema de aguate, quesos y carnes laminadas. En mi sitio habitual había una nota escrita por Marta en español que tuve que traducir con ayuda del celular. Sonreí por el contenido de esta y agradecí en silencio a la madre mexicana.

Buenos días Lauren, de seguro serán las 10 am cuando empiecen a comer, te dejo el desayuno servido, por favor haz que Alejandro coma bien no queremos desnutrirlo mientras no esté su madre. Cuando quieran almorzar vengan al changarro, tendré sus tacos listos y esperando por ustedes. Disfruten su día de madre e hijo.

Al leer la última parte mis lágrimas empezaron a salir sin permiso alguno, Marta me había dado la oportunidad de convivir a solas con Alejandro y se lo agradecía infinitamente. Necesitaba enfocarme en otra cosa que no sea la familia Mendes Cabello.

*

Estacioné el auto en el pequeño parqueo frente al parque donde había varias familias reunidas disfrutando del tiempo soleado. Bajé del auto para luego bajar al pequeño pelinegro quién miraba curioso el lugar.

 Bajé del auto para luego bajar al pequeño pelinegro quién miraba curioso el lugar

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-¿Quieres jugar conmigo?

El ojimarrón sonrió al ver que tenía una pelota de fútbol en las manos y asintió para luego correr hacia el pasto verdoso quien dio la bienvenida a nuestro partido familiar.

Luego de 3 goles por parte del pequeño Alejandro y solo 1 por mi parte nos recostamos en el césped mirando el cielo anaranjado, me sentí en paz conmigo misma al poder disfrutar de la pequeña compañía a mi lado.

-¿Mamá y tú se casaran?

Suspiré ante la pregunta del pequeño y ordene mis ideas para darle respuestas exactas sin ilusionarlo.

-Si tu madre lo quiere, nos casaremos...

-¿Y si no quiere?

-Entonces volveré con Mike...

-¿Si te casas con mamá serás mi nueva mami?

Me sorprendí al escuchar esa pregunta, nunca podría reemplazar la figura de Keana pero Alejandro tan solo la gozo 4 años de vida, no había recuerdos concisos.

-¿Te molestaría?

-No porque mamá me dijo que cuando ella quiera volver a casarse viviríamos con su nueva esposa a la cual podía llamar mami.

-Tu mamá es una mujer muy sabía.

-¿Por eso la quieres?

-Por eso y muchas cosas más Ale, por muchas cosas más...

CAMILA POV:

Mis nervios salían a flote cada vez que la enfermera salía para llamar a los pacientes que tenían turno de atención. Mis manos sudaban, mi pierna derecha empezó a temblar sin darme cuenta y mi rostro reflejaba miedo, miedo de ser rechazada.

-Camila, tranquila, solo veremos a una profesional y pediremos orientación para tratar este caso, aún no veremos a nuestro hijo...

Soltó una pequeña risa nerviosa y trate de asentirle fallando en el intento pues justo cuando me disponía a hacerlo nuestros nombres sonaron por todo el salón indicando que era nuestro turno de entrar.

-Es hora...

Nos levantamos y seguimos al enfermera mientras nos conducía por un pasillo con varias habitaciones hasta una puerta blanca con decoraciones turquesas y darnos paso al interior. Al entrar nos encontramos con la psicóloga quien nos recibía nos una sonrisa cálida, los asientos eran de cuero marrón mientras que el juego de escritorio era de un color rojizo vino.

-Buenas tardes a ambos, tengo entendido que se trata de un caso delicado así que por eso les reserve el tiempo más largo que tengo.

-Muchas gracias doctora, necesitamos toda la ayuda posible con este encuentro...

Shawn y yo explicamos la situación en la cual nos encontrábamos, explicando esperanzas y miedos del encuentro con nuestro primogénito después de toda la historia vivida. La doctora apuntaba todo en un pequeño cuadernillo mientras nos escuchaba y asentía a cada cosa que decíamos. No hubo preguntas hasta que terminamos el relato.

-Sin duda es un caso delicado pero teniendo en cuenta que el niño ya tiene 12 años podemos tratar de hablarle como un adulto. Ahora, sugiero que cuando hablen con él no traten de expresar cariño efusivo, no sabemos cómo será su reacción así que sugiero algo tranquilo. Expliquen con calma lo que pasó, para no generar dudas sean explícitos. Si Joe los acepta pregunten si pueden abrazarlo y si los rechaza retírense pacíficamente sin atormentarlo hasta que él decida lo contrario.

Antes de terminar la sesión pedí un tiempo a solas con la doctora, Shawn me miro extrañado pero salió de la habitación sin recriminar nada.

-Me gustaría hacerle una consulta personal, una situación de pareja.

Expliqué todo lo que había pasado con Lauren, detalladamente, hasta el día del aeropuerto tratando de que mi voz no se quebrara frente a ella. Al terminar respire hondo para no romper en llanto mientras la psicóloga me miraba con ternura.

-Siempre es bueno llorar Camila así que no lo contengas por favor, mis sesiones siempre son privadas, ella no se entenderá que lloraste.

Empezó a aconsejarme de cómo tratar mi relación con Lauren y Alejandro para no crear un ambiente caótico e intolerante con la llegada del nuevo integrante. Agradecí por los consejos y me retire del lugar con pequeñas lágrimas en mis ojos.

-¿Está todo bien?

-Si, por favor viajemos a Detroit.

Guardaespaldas Cabello | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora