Capítulo 41

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CAMILA POV:

Después de un largo viaje regresé a México con Joe, él estaba emocionado por conocer a su hermano menor mientras que yo buscaba la forma de decirle que tenía una pareja mujer. Respiré hondo cuando bajamos del avión y decidí hablar con él antes de que conociera a Lauren.

-Hijo necesito hablar contigo... -pedí nerviosa-

Joe asintió y lo senté en una banca de cafetería, mientras pedía algo para comer avisé a Lauren que demoraría. Al enviarle el mensaje me percate que ella me había enviado uno antes, ¿me había llamado?

Guarde el celular cuando llegaron los pedidos y me concentré en Joe, estaba nerviosa sobre como contarle y si me aceptaría.

-Hijo quiero decirte que yo ya no amo a tu padre, tuvimos una relación en el pasado y lo quise mucho pero ahora ya no es así...

-Sé que no están juntos, papá me lo dijo.

Estaba confundida, ¿Shawn habló con él? Elimine todos mis pensamientos y le pregunte que le había dicho su padre, la respuesta me dejo asombrada.

-Papá dijo que ya no había amor entre ustedes y que estaba bien, igual ustedes me querrían. También me dijo que ahora tienes a tu prometida y a mi hermano.

-Sobre mi prometida, ella nos vendrá a recoger hoy... de seguro ya hablaste con ella...

-Sí, llamó el día que fuiste a comprar los boletos.

Asentí y abracé a mi hijo. Todo había salido mejor que lo que esperaba. Hablaría con Shawn después.

Nos dirigimos a la salida del aeropuerto con dos pastelitos, Joe escogió el de chocolate para Alejandro y yo escogí el de frutos rojos para Lauren. Al encontrar a Lauren con mi hijo corrimos hacia ellos, Alejandro fue el primero en abrazarme.

-¡Te extrañe mucho mamá! –comentó Alejandro con su carita pegada en mi pecho-

-Y yo a ti hijo... pero quiero presentarte a alguien, ¿recuerdas a tu hermano Joe?

-Mi hijo asintió y miro al nombrado, al parecer entendió más rápido de lo que creía. Abrazo a Joe tan fuerte como me abrazaba a mí y eso fue suficiente para soltar lágrimas de felicidad.

-Hola mi amor.

Mi rostro mostraba confusión al escuchar una voz conocida y no era Lauren. Al pararme y dirigir mi mirada hacia ella pude verlo. Tyrone estaba besando a mi prometida en mis narices.

Mi sangre empezó a hervir, mi mandíbula se tensó y mis puños se cerraron. Quería golpearlo pero mis hijos estaban ahí, no podía causar una escena. Usé todo mi autocontrol para poder hablar sin romperme a llorar, no entendía nada.

-Lauren –llamé con voz casi rota-

Dejó sus labios y Tyrone sonrió en mi dirección, estiro la mano con gesto altanero y solo pude mirarlo con ganas de asesinarlo.

-Ahórrate tu maldito saludo Tyrone –hablé entre dientes-

-Que modales Cabello –habló con burla-

Fijé mi vista en Lauren, ella veía como mis hijos conversaban entre ellos ajenos a todos los problemas. Llamé su atención y sus ojos verdes me veían distinto, esa no era mi Lauren.

-Ty llévate a los niños, necesito hablar con Camila.

-Les haces algo y date por muerto –amenacé-

Se los llevo a un lugar alejado pero visible, volví mi atención en Lauren y mis lágrimas salieron sin control.

-¿Qué demonios fue eso? –hablé con voz rota-

-Estuviste mucho tiempo lejos y pasó, me acosté con con Tyrone. Lo siento.

-¡Fueron solo dos meses Lauren! ¡Dos meses!

-Dos meses que no me hablabas ni me llamabas, me sentí sola y Tyrone apareció en mi vida de nuevo, lo mejor sería separarnos y que tú hagas tu vida.

No entendía nada, ella me juraba amor cuando me llamó y ahora me decía que la abandoné. Esto no era real, no podía ser real.

-Esto no es cierto... yo te amo Lauren... -susurré con la voz totalmente rota-

Hubo un silencio de su parte, mi corazón se rompió al ver como se iba dónde Tyrone. Se despidió de los niños y salieron juntos. Mis lágrimas salían sin control, trate de ocultarlas pero Joe me había visto.

-Lauren me dijo que te dé esto.

Alejandro me entregó su anillo de compromiso que tenía grabado mi nombre. Lo contemplé por un momento, aún no podía creer que nuestro amor se haya ido así, tan fácil.

-¿Estás bien mamá? –Alejandro pregunto con cara triste-

-Si cariño, estoy bien...

-¿Por qué se fue Lauren?

Mire a mi hijo y no supe que responderle, por primera vez en mi vida que no sabía que decir...

-Hey Ale te compré un pastelito, es de chocolate ¿te gusta?

Agradecí internamente a Joe. Mientras que Alejandro comía su chocolate, yo me tragué mi tristeza y puse mi mejor sonrisa por mis dos príncipes. No era momento de estar triste.

Guardaespaldas Cabello | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora