¿Qué pasa cuando tu pasado vive contigo cada día?
Camila Cabello, una joven de 24 años con un pasado oscuro que dañó su corazón hasta convertirlo en un lugar imposible de acceder.
Lauren Jauregui, 22 años donde creció con una familia, amor y dinero...
Al estar sentada en mi motocicleta pude ver el cielo oscuro de la noche y respiré profundamente para poder seguir con todo esto, los fantasmas del pasado volvían.
-Siempre voy a cuidarte –susurró con cariño-
-Sé que lo harás amor –respondí con una sonrisa-
Abrí los ojos para eliminar el recuerdo de mi mente, el cielo estaba oscuro, sin dejar libertad a las estrellas para brillar, esa oscuridad me parecía tan familiar. Suspiré para luego volver mi vista en el casco negro que tenía en mis manos respiré hondo y me lo puse asegurando las correas por debajo de mi mandíbula. Encendí la motocicleta y la puse en marcha con dirección a Jauregui, demostraría que no era una incompetente.
-Señorita Jauregui –llamé desde la motocicleta-
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Lauren y Keana estaban frente al Audi Q5 negro de los Jauregui, Lauren hizo caso a mí llamado con su mirada, confundida y expectante se acercó hasta llegar a unos centímetros de distancia.
-¿Manejabas una motocicleta? –pregunto confundida-
-No suelo tomar los coches de mis jefes –respondí cortante-
Lauren se quedó callada, quizás fui muy fría pero no me gustaba que se metieran en mi trabajo. No después de todo lo que pasé para poder ser una de las mejores.
-¿Desea irse o quedarse? –pregunte con tono formal-
Se vio confundida por un momento hasta que le hizo una seña a Keana para que se acerque a nosotras.
-¿Podemos irnos o ya tienes reservación? –preguntó la ojiverde a la avellana-
-Podemos irnos, no tenía nada planeado –dijo con una pequeña mueca-
Vi como asentía y volvía su mirada a mí, se quedó detallando mis ojos marrones más tiempo de lo debido hasta que aparte mi mirada.
-Entonces vámonos –susurró-
-¿Señorita Issartel desea que yo conduzca? –pregunte a la chica de color avellana-
-Yo lo haré Camila, gracias –dijo con una sonrisa-
Asentí para luego ver como subían a la camioneta, las seguí de cerca hasta que me percaté de un auto inusual a unos metros de ellas. Una situación conocida para mí pero no para ellas.
Trate de bajar la velocidad para poder ver de quienes se trataban pero solo pude ver las lunas polarizadas de aquel auto negro, mientras trataba de acercarme aquella camioneta negra empezó a acelerar alcanzado al Audi Q5, entonces debía actuar.
LAUREN POV:
-Creo que subestimaste su trabajo –dijo Keana con su mirada en la carretera-
-Lo hice –susurré-
-Ahora nos está escoltando a casa sin poder divertirnos –dijo con tono decepcionado-
-Dijiste que no habías planeado nada –respondí confundida-
-No lo hice pero quería hacerlo –escuché su risa-
-Olvídalo –sonreí-
Volvimos al silencio hasta que decidí buscar alguna canción en la radio, no había nada bueno hasta que me topé con aquellas letras.
Oh, are you moving along?
(Oh, ¿estás avanzando?)
Been thinking about you lots, lately
(He estado pensando mucho en ti últimamente)
Have you been feeling empty beds just like me
(¿Has estado sintiendo camas vacías, como yo?)
I've been thinking about you lots, lately
(Últimamente he pensado mucho en ti)
Oh, are you moving along?
(Oh, ¿estás avanzando?)
Is it wrong if I ask you to come over?
(¿Te parece mal que te pida que vengas?)
Is it wrong if I tell ya that I love ya?
(¿Está mal si te digo que te amo?)
Even though I'd never do it when I'm sober
(Aunque nunca lo haría cuando esté sobrio)
Aquellas letras se calaron en todo mi corazón, ¿sería una señal para poder declararme?. Quizás el amor estaba en frente mío y yo no lo he visto aún.
El momento fue interrumpido por el celular de Keana que empezó a sonar en la parte derecha de su asiento, saqué el dispositivo porque la dueña estaba manejando y descolgué.
-Señorita Issartel hay una camioneta negra siguiendo el auto –escuché al contestar, era Camila- por favor cierre las ventanas y ajusten sus cinturones de seguridad –colgó-
Miré el celular confundida, Keana me vio con curiosidad por mi reacción y fije mi vista en la parte trasera del auto. Era cierto había una camioneta negra siguiéndonos y al lado de esta estaba Camila en la motocicleta con el casco color negro protegiendo su identidad.
-Keana no dejes de conducir –solté ajustando mi cinturón-
-¿Qué pasa? –preguntó- ¿Quién era?
-Nos están siguiendo, no te detengas –susurré para luego fijar mi vista en el celular-
Llamé a la mansión y conté todo lo que nos estaba pasando, escuché como John movilizaba a los hombres para poder ayudarnos. Corté la llamada nerviosa, nunca había vivido algo así y muchos menos en esta situación.
