Capítulo 30

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LAUREN POV:

No podía estar más feliz, estaba de la mano con Camila, la mujer que más amo en este mundo. Luego de 8 largos años por fin puedo vivir sin esconderme, me detengo y jalo a Camila hacia mi rostro le susurro un "te amo" y la beso como nunca antes. Si esto es un sueño no quiero despertar.

Al terminar nuestra sesión de besos con risas por parte de Camila fuimos en busca de Alejandro y mi padre, los encontramos en el patio delantero sentados mirando el cielo.

-Alejandro –llamó Camila-

-Mamá –respondió el niño corriendo hacia Camila- ¿es cierto que mamá fue muy hermosa en su juventud?

Me tensé al escuchar al hijo de Camila preguntar eso pero era normal y tenía que empezar a hacerme la idea de que Keana ya tiene un lugar en sus vidas. Respiré hondo y me agaché para estar a la altura de Alejandro.

-Tu mami era la mujer más hermosa y fue mi mejor amiga por muchos años –respondí con una sonrisa-

-El señor Mike me contó su historia –respondió sonriente- Me dijo que ustedes hacían de todo juntas hasta que llego mi mamá, ambas se enamoraron de ella pero mi mamá te gano el primer lugar.

Me sorprendí por la historia y como lo había relatada, quizás mi padre no estaba ayudando de la mejor manera.

-¿Ahora estarás en el segundo lugar? –Alejandro pregunto con inocencia y mi padre estaba nervioso-

-Hijo ¿te acuerdas de que hablamos sobre conseguirme una novia? –Camila pregunto cargando a Alejandro entre sus brazos-

-Sí, dijiste que quizás viviríamos con Vanessa –respondió y yo centré mi mirada en Camila-

-Lo sé y si, dije eso –me miro ahora a mi pidiendo que no dijera nada- pero no siempre será Vanessa...

-Pero la besas como a mamá –esa información no la sabía, estaba empezando a ponerme celosa-

-Vanessa y yo tuvimos una relación –respondió con tranquilidad- pero a veces las relaciones se rompen y cada una vuelve a su vida.

-¿Tu relación con Vanessa se rompió? –pregunto confundido-

-Sí y ahora ya no la besaré como a mamá porque ya no estamos juntas, ¿me entiendes campeón?

-Si mamá –respondió con tu dedo pulgar en alto-

-Muy bien campeón –Camila beso su mejilla haciendo reír al pequeño- ahora ve por tu mochila que ya nos vamos.

Alejandro asintió y fue dentro de la casa es busca de su mochila roja con una figura de acción en uno de sus cierres.

-Lo siento por eso hija, no sabía cómo explicarle... -trato de salvarse pero lo detuve-

-No digas nada Mike, ya es suficiente con lo que has hecho. –respire hondo y tome la mano de Camila- ya hablamos todo y quiero irme a México con Camila, es hora de vivir mi vida y no será aquí.

Mi padre parecía feliz, no había indicios de molestia cuando eso significa dejar la empresa. Me sorprendió pero me sentí aliviada de que no me hiciera problemas.

-Está bien, lo mereces. –respondió con una sonrisa- como regalo quiero pagarles el viaje de regreso y no está a discusión Cabello.

-Está bien Mike, no lo discutiré –respondió sonriente-

Me sorprendía la facilidad con la cual acepto, esperaba una reacción más molesta e imperativa pero veo que la culpa lo ablando más de la cuenta.

-Supongo que se casaran –pregunto con tono malicioso- ¿Debo esperar otro nieto?

Mi cara se llenó de sangre, no había pensado en eso para nada. Solo quería estar con Camila y poder amarla.

-Claro Mike –respondió una feliz Camila- espera tu invitación en unos meses.

Mire a Camila sorprendida por la respuesta y solo recibí un beso en la frente. Sonreí por el gesto y apreté más nuestra unión, acariciaba su mano con mi pulgar en forma circular transmitiendo mi amor.

-Listo mamá –respondió un Alejandro sonriente con su mochila ya puesta-

-Nos vemos Mike –Camila y mi padre se despidieron con un abrazo-

-Adiós hija –susurró mi padre dándome la mano-

-Adiós papá –susurré de la misma manera aceptando su agarre-

El agarre parecía una despedida, lo sentía muy triste por dentro pero feliz por fuera. ¿Me estaría ocultando más cosas?

-Su vuelo sale en 1 hora así que deben apurarse –me entrego los boletos-

-¿Cómo sabias que me iría? –pregunte confundida-

-Los papás también tenemos un sexto sentido –respondió con una sonrisa burlona y un guiño-

Estábamos saliendo y escuché a mi padre hablar con Camila antes de subir a la camioneta que nos llevaría al aeropuerto.

-Cuida de mi hija con tu vida Cabello, te estoy dando mi tesoro más preciado.

Mi padre nunca fue un devoto de demostrar afecto pero en este día en particular estaba muy raro, lo dejaré pasar porque quiero vivir mi historia con Camila lo antes posible.

Mi padre nunca fue un devoto de demostrar afecto pero en este día en particular estaba muy raro, lo dejaré pasar porque quiero vivir mi historia con Camila lo antes posible

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Guardaespaldas Cabello | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora