Capítulo 18

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CAMILA POV:

Manejar de noche con el sonido de mi motocicleta y la luna guiándome era mi mejor relajante. Sara había vuelto a enviarme fotografías con su nueva conquista, siempre desde un número diferente. Borré la foto y seguí mi camino hasta que un suave destello me hizo parar, se acercaba la lluvia.

Me estacioné a un lado de la pista cerca de un parque con muchos árboles, me llamó la atención porque parecía un bosque con aquella belleza misteriosa. Fijé mi vista en el cielo que recién estaba cubriéndose, podría dar una caminata.

Empecé a caminar sin un camino fijo, solo siguiendo la belleza tan misteriosa de aquel lugar. Estaba cerca de un árbol muy viejo, se podía deducir por el tronco, cuando escuché un pequeño aullido casi como un llanto. Seguí el llanto hasta toparme con una caja de cartón a unos metros de ese árbol.

Cuando descubrí el interior pude ver a un cachorro, no tendría más de 1 mes. Lo cargué entre mis brazos proporcionándole calor, era un cachorro de Pastor Alemán. Son perros muy inteligentes y cotizados, ¿Por qué abandonar a uno?

El aire empezó a soplar más fuerte indicando que la lluvia ya estaba cerca así que con el cachorro entre mis brazos corrí hasta mi motocicleta. Puse al pequeño dentro de mi chaqueta y apoyé mi pecho en frente de la moto para que pueda tener estabilidad y no se asustase.

Llegué a casa empapada pero no me importaba en ese momento, solo al pequeño que tenía entre brazos. Entré en silencio para no alertar a nadie que había salido y mucho menos que volvía con un cachorro. Al llegar a mi habitación encontré a Dellisola despierto viendo la lluvia por nuestra ventana.

-¿A dónde fuiste? –pregunto sin dejar de ver la lluvia-

-Necesitaba salir –respondí mientras abría mi chaqueta lentamente-

-Si descubren que sales a estas horas te despiden –su voz sonaba preocupada-

-Lo sé Alessandro, no volveré a hacerlo –susurré acariciando al animal-

-¿Desde cuando tienes un perro? –pregunto sorprendido-

-Lo encontré hoy mientras manejaba cerca un parque a unas horas de aquí.

El animal estaba durmiendo con una paz increíble, parecía que la lluvia no era un problema para él.

-Ve a ducharte, estas mojada.

Asentí mientras caminaba al baño con mi pijama en mano. Luego de una ducha caliente volví para ver a Alessandro sacándole fotos al pequeño sin nombre.

-Es muy fotogénico –dijo divertido-

Me mostró las fotos y eran tan adorables, moría de amor.

-¿Vas a quedártelo? –la voz de Dellisola era más seria-

-Hablaré con el señor Jauregui mañana, quiero tener un poco de compañía.

-¿Y yo no soy tu compañía? –respondió con enfado fingido-

-Tú también –sonreí-

LAUREN POV:

Al despertar lo primero que hice fue enviarle un mensaje de buenos días a Camila, hice mi aseo personal, me cambié y bajé a desayunar.

Al llegar al comedor escuché a Camila hablar con mi padre, hice acto de presencia ganando saludos por parte de ambos.

-Entonces, ¿le importa si se queda? Dormirá conmigo –anunció Camila-

Fruncí el ceño a escucharla, ¿quién va a dormir con Camila?

-Está bien Cabello, puede quedarse. Si te hace feliz que se quede –respondió mi padre con una sonrisa-

Camila asintió con una sonrisa y se retiró del lugar. Ver sonreír a Camila no era algo seguido pero cada vez que pasaba era una bendición para mí.

-¿De que hablaban papá? –pregunte discretamente mientras me llevaba otro trozo de fresa a la boca-

-Camila encontró a un cachorro ayer y me ha pedido que se quede, le dije que sí –respondió sonriente-

-Mamá va a volverse loca –respondí con una risita-

-Hablaré con ella –aseguró-

Terminé mi desayuno y me retire de la mesa agradeciendo la comida, Keana imitó mi acción. Al llegar al auto Camila estaba haciéndole mimos al pequeño cachorro, se veían tan jodidamente adorables.

-Buenos días señoritas –saludo sonriente para luego abrirnos la puerta-

Keana le respondió el saludo sonriente y yo solo pude mirarla asombrada, ¿Dónde quedo la Camila seria?

Dentro del auto Camila seguía sonriendo, si todo esto era por su nueva mascota que nunca se vaya por favor. Amaba la sonrisa de Camila.

-¿Les importa si Rain nos acompaña?

Negamos y empezamos a acariciar a la pequeña cachorra que deduje es hembra por el nombre.

-¿Dónde la encontraste? –preguntó Keana embobada­­-

-En un parque bajo un árbol viejo –respondió sin mirarla- no sé porque la abandonaron...

Mientras ella hablaba sobre Rain yo me dedicaba a ver a Camila, esta era la primera vez que hablaba con nosotras de manera fluida. Podía ver su sonrisa al hablar, sus risitas y la manera en que veía a Rain. Su mirada era de ternura y amor, estaba conociendo a la verdadera Camila, la que está detrás de la Guardaespaldas Cabello.

Guardaespaldas Cabello | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora