Capítulo 46

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7 días. 168 horas. 10,080 segundos.

Tirada en el gélido piso con varias de botellas. Mi vida estaba a la deriva como mi cabeza gracias a todo el alcohol en mi sistema. Mi garganta quemaba pero no me interesaba cuantas veces corriera al baño, solo quería ahogar la culpa y quizás callar mí conciencia.

FLASH BACK

Maneje lo más rápido que pude sin importarme los semáforos, estacione en cualquier lugar libre y camine hacia mi objetivo, la estación de policía. Al llegar me paré frente al oficial y deje la carta en su campo de visión. Obtuve su atención y explique lo que había pasado. Pensé que me ayudarían, pensé que con esto podría estar libre...

Cuando equivocada estaba.

2 días. No había ninguna señal de investigación y la fianza estaba dada. Grite a los vientos su incompetencia policial y solo gane que me arrestaran por "desacato", ¿era una broma? No, no lo era. Una noche en la estación de policía, que horrible sensación. Mientras que ese tipo pagaba su fianza para salir yo estaba encerrada por algo que ni siquiera era cierto. Al día siguiente pude salir, los oficiales tenían una sonrisa burlona en sus caras y yo solo desee golpearlos.

Pero ser hija de unos de los jueces más importantes de la corte tenía sus ventajas. Contacte a unos de los amigos de mi padre y explique mi situación, alegando que mi padre hubiera agradecido su ayuda. En pocas horas recibí la llamada de que la fianza de Tyrone había sido cancelada y volvía a ser encarcelado por nuevas denuncias y una investigación adicional de drogas. Una sonrisa broto de mis labios.

3 días. Empecé a buscar trabajo en los Estados Unidos, mande mi currículo a varias empresas pues trabajar en el bufete de mi padre solo me atormentaría más. Pasé todo el día con un buen humor y deseando poder recibir noticias de Camila. Me pasé la tarde entera buscando algún departamento que rentar, quería tener un lugar al cual llegar pues no sabía si ella me recibiría tan pronto con los brazos abiertos.

4 días. Unos golpes en la puerta me despertaron, salí a ver quién era y solo encontré una caja con un sobre encima con mi nombre escrito en ambos. Desconfié si debía meterlos a mi morada pero mi lado esperanzado pensaba que era de Camz. No lo era.

El sobre contenía fotos de ella y sus hijos, desde varios ángulos lo que quería decir que eran varios hombres vigilándola, 4. La caja contenía un arco floral y una nota impresa, Tyrone se había enterado de que había sido yo. Dudé si debería volver a llamar a la policía, el arco floral no tenía nombre así que podía ser Camila o yo. Maldije y recogí todo, me deshice de la caja junto al arco y guarde las fotografías. No sabía qué hacer, estaba en una encrucijada.

5 días. Hoy me enteré de la muerte de Shawn. Su novia, Mackenzie, lloraba descontroladamente y me sentí la peor persona por aparecerme en el lugar. Era mi culpa que él este en ese cajón, era la culpable de que Joe se quedara sin su padre. La primera botella de licor apareció en mi casa.

6 días. El alcohol ya estaba en mi sistema a altas horas de la mañana gracias a las palabras de la novia de Shawn. Jamás se me iría la culpa y mi conciencia sería la encargada de recordármelo. Volví a hacer algo estúpido.

Intenté dispararle a Griffin mientras era trasladado a una cárcel de máxima seguridad.

FIN DEL FLASH BACK

Como dije, ser hija de un gran juez tiene sus ventajas y eso significa tener alcohol en la celda. No me importaba cuantas botellas había bebido solo quería eliminar la voz de Mackenzie de mi cabeza. Quería que se callara.

Termine el último trago y divise a César. Su rostro mostraba confusión, molestia y decepción. Descifre su lenguaje facial porque lo conocía desde que nací y era como un hermano para mi padre, así que fue fácil adivinar, aun con la borrachera, el sermón que me daría.

-Si tu padre te viera ahora estaría tan decepcionado que se volvería a morir. Él no te crío...

-No me crio para que me volviera en una asesina despiadada sedienta de venganza –terminé su oración- sé lo que me dirás, ahórratelo.

Su cara se endureció más, sujeto uno de los barrotes y prosiguió.

-Intentaste dispararle a un reo frente a una multitud de más de 100 personas, hay 100 testigos que te vieron con un arma y aseguran que estabas dispuesta a disparar a matar. –reclamó molesto- ¿Cómo debería empezar tu defensa? ¿Alegar que fue defensa personal? –finalizo con burla-

Mi mente estaba muy alcoholizada para pensar así que dije lo primero que mi cerebro pudo codificar.

-Haz tu trabajo y sácame.

Desperté con un dolor de cabeza infernal y sentí que si veía u olía comida simplemente vomitaría ahí mismo. Mis ojos intentaron adaptarse a la luz del lugar pero el dolor de cabeza me estaba ganando. Me rendí.

-Deja de dormir y despierta. Necesito que estés sobria para la entrevista de hoy.

La voz de César se escuchaba tan lejana que podría asegurar que estaba a 10 metros de mí.

-Acércate, apenas y puedo escucharte.

Escuché un bufido y luego sentí una mano en mi antebrazo izquierdo.

-Tienes una entrevista con el investigador, necesito que te desintoxiques y practiquemos tus alegatos.

Asentí con cuidado y suspiré. ¿Cómo defiendes una acción estúpida? 

Guardaespaldas Cabello | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora