Guardaespaldas Cabello | Camren

Capítulo 13

LAUREN POV:

Me levanté con un pequeño dolor de cabeza, era tan fastidioso que decidí bajar por un vaso de agua fría. Al revisar la hora en mi celular pude ver que eran recién las 5:30 de la mañana y bufé por la interrupción de mi sueño.

Empecé a bajar las escaleras de la casa frotando mi sien por el terrible dolor, al llegar a la primera planta escuché como la puerta principal se abría, ¿quién llega a esta hora?

-¿Cabello?

Camila estaba con cara de sorpresa, tenía el cabello alborotado, la camisa desabotonada en los primeros botones y una mordida que se podía ver a kilómetros.

-Señorita Jauregui, buenos días –dijo recobrando la postura- lamento la hora

-¿Qué hacías afuera a estas horas? –pregunte molesta por la marca de su cuello-

-Tenía la noche libre, señorita –respondió confundida-

-Tápate el cuello Cabello –dije sin más-

Entre a la cocina molesta por lo que acababa de ver, mi dolor de cabeza se intensificó más y masajeé la zona adolorida. No podía quitar la imagen de mi mente, ¿Camila tenía novio?

Luego de tomar una pastilla para el dolor y el bendito vaso de agua decidí ir a mi habitación pero las ganas de saber porque Cabello llegaba así fue más. Cambie de dirección y me quedé en el pasillo que da a su habitación, ya se me hizo costumbre escuchar sus conversaciones.

-¿Qué tal tu noche Cabello? –pregunto Dellisola burlón- ¿Desfogaste con Sara?

¿Sara? ¿Sara Smith?

-Cállate –respondió Camila en el mismo tono-

-Nunca te vi llegar a esta hora ni por Sara –era Dellisola-

¿Estaban juntas desde antes?

-Ahora ella es mi novia por eso llego a esta hora –respondió Camila con voz de felicidad-

Salí del escondite y fui directo a mi habitación, no podía escuchar más. Mi corazón galopaba en mi pecho y mis lágrimas ardían en mis ojos, aquella confesión había sido un puñal.

-¿Lauren? ¿Estas llorando?

-Déjame sola Keana –pedí entre sollozos-

-¿Qué tienes? ¿Por qué lloras? –sentí que se acercaba-

Negué sin poder hablar, mis lágrimas no me dejaban. Mi garganta quemaba con solo querer hablar.

-Lauren por favor –pidió- no me digas nada porque tú nunca lloras –su voz era de preocupación-

Respiré hondo tratando de calmarme, me incorporé de la cama y fracasé. Al ver a Keana me solté a llorar de nuevo como una adolescente, mi corazón dolía, dolía mucho.

-¿Estas mejor? –preguntó al verme más calmada-

Asentí limpiando mis lágrimas y acomodándome frente a ella con la cabeza cabizbaja.

-Camila tiene novia –susurré-

-Siento escuchar eso –susurró para luego abrazarme-

Sollocé mientras me abrazaba, estuvimos un momento en silencio hasta que Keana se separó y me vio a los ojos.

-Si quieres a Camila lucha por ella –sonrió mirándome-

-Pero tiene novia... -dije débil-

-Pero demuéstrale que también la quieres –alentó y me sentí mejor-

-No sé si sea correcto... -susurré con una pequeña sonrisa-

-¿Desde cuando eres honesta Jauregui? –preguntó riendo- tú eres una perra con las chicas y Camila no es la excepción.

Reí y asentí, ella tenía razón siempre obtenía lo que quería y Camila no es la excepción.

-Ahora que ya desahogaste todo, cámbiate y ponte hermosa –dijo parándose con pose de diva- que vea lo que se está perdiendo

Sonreí ante las palabras de mi amiga, Keana era tan efusiva al hablar que me daba ternura. Me levante y aliste todo lo que usaría para el día de hoy.

-Empecemos el juego Cabello –susurré mirándome en el espejo-