In love with the fuckboy

29

Lena.

Al llegar a la casa de Kat, no pude evitar desbordarme.
Había estado todo el camino conteniéndome de no dejar salir todo lo que tenía dentro, pero es que ya no podía más.

Caí deshecha sobre la alfombra del salón, ni siquiera me molesté en sentarme en el sofá. Lo único que quería era desplomarme.

Kat se acercó a mí a cuenta gotas, se hincó frente a mí y me tomó de la mano para acercarme a ella y envolverme en un fuerte y reconfortante abrazo.

—Odio verte así -Dijo en voz queda -¿Qué pasó?

Me enjuagué las lágrimas y la nariz con las manos, intentando calmarme.

—Es que no lo sé -Confesé entre sollozos -No tengo la menor idea de por qué se molestó conmigo.

—¿Intentaste hablarlo con él?

Me separé de ella sin mirarla directamente, sabía que debía verme como un completo desastre.

Negué con la cabeza varias veces mientras pasaba saliva por mi garganta.

—Él quería hablar conmigo, pero yo..., -Ahogué un sollozo sin poder evitarlo.

—Está bien, Lena. No tienes que hablar si no quieres.

Asentí mientras me ponía de pie con su ayuda. Tenía todo el día aguantándome y ahora lo único que quería era sumergirme en mi propia miseria.

—¿Cuánto tiempo llevabas en el departamento? -Le pregunté -Se me hizo raro que estuvieran ahí y no en tu casa.

—Pues desde antes que ustedes llegaron -Contestó llevándome de la mano por toda su casa hasta su habitación.

—¿Escuchaste a Grayson decir algo al respecto?

Kat guardó silencio por varios segundos sin decirme nada, pero no me quitaba la mirada de encima.
Parecía que de repente se le hubiera olvidado cómo hablar.

—Recuéstate un rato, te hará bien.

Evadió mi pregunta como si ni siquiera la hubiera escuchado.
Me paré en seco frente a ella y retiré mi mano de su agarre.
La miré confundida, no sabía si realmente había ignorado lo que le pregunté o no me había escuchado.

—¿Escuchaste algo o no?

—No, Lena -Soltó bruscamente -Y si lo hubiera hecho sabes que te lo diría. Deja de torturarte.

Quería creerle.
A fin de cuentas, era mi mejor amiga.
No tenía por qué mentirme u ocultarme cosas.

A pesar de que había algo que me decía que no me estaba contando toda la verdad, decidí ignorarlo.
No estaba en posición de ponerme a dudar de mis amigos.
Y menos de ella.

—Perdóname..., Ya ni siquiera sé qué creer -Me senté sobre su cama sin aguantar un segundo más de pie.

—Creo que no sería el fin del mundo si intentaras hablar con él..., Sé lo mucho que Grayson te adora, Lena. Dudo que se haya enojado por algo sin importancia.

Se sentó a mi lado y pasó un brazo alrededor de mis hombros, permitiéndome recostar mi cabeza sobre ella.

—Ya sé, Kat..., Pero me molesta de sobremanera que no me diga las cosas como son.

—¿Y esa molestia pesa más que lo que sientes por él?

—No es eso...,

—Lena, por favor -Me interrumpió -En menos de dos meses cambiaste enteramente la vida de Grayson, con el simple hecho de estar presente..., Te quiere muchísimo, y sé que tenía buenas razones para enojarse así.