33

1.2K 42 3
                                    

Nueve días antes.

Lena.

—Regrésame el endemoniado control, Ethan.

—No -Dijo casi gritando, haciendo un puchero -No acepto ni aceptaré que me estés ganando.

Lo golpeé suavemente en las costillas haciendo que se inclinara hacia el frente y así poderle quitar finalmente el mando.

—Te dije que era la reina de Mortal Kombat. Ya deberías dejar de subestimarme.

—¡No lo hago! Simplemente creí que yo era el mejor.

—Pues aparentemente no -Dije sarcásticamente.

Si había una lista de las cosas que extrañaría de vivir en el apartamento de Grayson, Ethan era una de las primeras.

Habíamos pasado tanto tiempo juntos, que de cuñados incómodos pasamos a ser grandes amigos, como si nos conociéramos de toda la vida.

Otra cosa buena que me había traído estar con Grayson, conseguir amigos genuinos, que jamás en un millón de años habría encontrado de no ser por mi novio.

—Ya no tienes permitido jugar con Scorpion.

—Etee, elija el personaje que elija te voy a partir el trasero.

Me miró frunciendo el entrecejo, con una mueca.

Le ofrecí una sonrisa inocente, más ojos tristes, me salía tan bien que siempre terminaba cediendo.
Y lo hizo, después de contenerse por escasos segundos.

—Odio que hagas esa cara..., Tú ganas.

—Siempre -Presumí, triunfante.

Puso los ojos en blanco antes de meterse un puño de palomitas acarameladas a la boca.

—¿A dónde fue Grayson, a todo esto?

Lo miré asqueada, hablaba sin siquiera haber pasado la comida.
Pero ya estaba acostumbrada, más o menos.

—Fue a ver a Jake. Se sentía muy mal, algo así..., Creo que va a tardarse.

—Entonces estamos solos como perros..., Con Kat fuera de la ciudad, no tengo nada que hacer más que estar aquí aplastado jugando contigo.

Lo miré ofendida, aunque sabía que lo decía de broma.

—Antes deberías de agradecerme que te estoy haciendo el favor.

Comenzó a reír mirando al techo, con una mano sobre su frente.

—Sólo inicia una pelea -Dijo señalando la televisión con un movimiento de barbilla -Te mostraré quién es el jefe.

Estuve por hacer lo que me pidió, pero mi teléfono comenzó a vibrar sobre mi regazo.

Lo levanté ilusionada pensando que era Grayson.
Pero no era él. Y en realidad, no fue una sorpresa muy grata.
Nunca lo era si se trataba de ella.

—¿Quién es, Lena? -Dijo Ethan mirándome extrañado al darse cuenta de cómo veía la pantalla de mi teléfono.

—Mi mamá.

—¿Y no vas a contestarle?

Lo había escuchado, pero no podía responder.
Me provocaba un gran malestar saber que una sola llamada de mi propia madre me ponía tan ansiosa.

Ya no podía seguir con esa actitud.
Si mi mamá realmente quería cambiar, entonces yo también tenía que darle la oportunidad de hacerlo.

In love with the fuckboy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora