30

1.7K 55 12
                                    

Lena.

—¿Puedes traer el helado también? -Grité desde el sofá del salón.

Teníamos el apartamento para nosotros solos por una semana entera. Ethan y Kat fueron a pasar unos días en la playa.
Nos habían invitado, pero sin dudarlo preferimos tener unos cuantos días libres de drama. Sólo Grayson y yo.

—Aquí está -Dijo pasándome con cuidado el bote de helado junto con dos cucharas.

—Siéntate. La película se está poniendo buena.

Hizo lo que le dije, cubriéndose con la manta que había traído de la habitación.
No hacía frío, y estábamos a mediados de junio, pero era acogedor.

—Ni siquiera le estabas poniendo atención -Reprendió mientras me envolvía la cintura con sus brazos.

—Pues tal vez si te controlaras un poco y dejaras de besarme durante toda la película, podría ponerle atención.

—¿Eso es lo que quieres? -Me miró desafiante, sabiendo la respuesta -Porque entonces dejaré de hacerlo.

—No -Me incliné para alcanzar sus labios -Para nada.

Ya estaba por subir el volumen de la televisión para poder seguir "viendo" la película, cuando mi teléfono comenzó a sonar.

—¿Quién es? -Preguntó Grayson, extrañado.

Al iluminarse la pantalla y leer el nombre del contacto, sentí como si todo lo que llevaba recorrido se desvaneciera.
Como si todo hubiera sido un sueño y esa llamada fuera aquello que acabaría con él.

—Es mi mamá -Dije sin dejar de mirar la pantalla del teléfono.

—Contéstale, tal vez es importante.

Tal vez lo era.
Tenía un mes entero sin saber nada de ella. Ni siquiera un mensaje preguntando cómo estaba, o de menos saludándome.
Tal vez sí era importante, para llamarme después de tanto tiempo.

—¿Hola? -Dije al momento de contestar, dudosa.

—Hola, Magdalena.

Su voz se escuchaba como siempre la había recordado.
Fría y distante, sin una sola pizca de entusiasmo.

—¿Necesitas algo?

Grayson me miraba con preocupación, sabía perfectamente que era raro que mi madre me llamara por voluntad propia.

—No me sorprende que no recuerdes que hoy es mi cumpleaños..., Pero realmente quisiera que vinieras hoy a casa.

Me di un golpe mental.
Era verdad, era su cumpleaños, y a mí no se me había pasado por la cabeza ni por un segundo.

—Lo siento, mamá..., He estado ocupada.

—Me lo imagino -Dijo, un tanto como reproche -Estoy organizando una cena hoy en la noche. Me gustaría que pudieras venir.

Miré a Grayson intentando tomar todo como una situación normal.
Me resultaba rarísimo que mi madre se tomara la molestia de invitarme a pasar su cumpleaños con ella.
Estaba tan acostumbrada a su falta de tacto y cariño que me era más coherente pensar que mi presencia le parecía carente de importancia.

—Ahí estaré, mamá..., Y llevaré a mi novio, si no te molesta.

Tomé la mano de Grayson buscando confort, me costaba siquiera compartir un par de palabras con ella.

—Está bien, cariño..., Nos vemos.

Colgó.

¿Desde cuando me llamaba cariño?
O más bien ¿desde cuándo había florecido tanto interés en verme el día de su cumpleaños?

In love with the fuckboy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora